Fiscalía determina que sí hubo sobreprecio en la compra de 170 respiradores
Hubo un sobreprecio de 20.680 dólares aproximadamente en la compra de cada equipo



Tras concluir la reserva del caso respiradores, el Ministerio Público reveló más datos sobre el esquema de irregularidades que hubo en la adquisición de los 170 respiradores españoles comprados para Bolivia. El fiscal Omar Mejillones confirmó que hubo sobreprecio, pero también reveló que el mecanismo utilizado por los implicados habría sido “desmantelar” los equipos para poner un costo a cada kit.
Según reporta Erbol, el dueño de GPA Innova, la empresa fabricante de los 170 respiradores, confirmó que todo el equipo fue vendido en 6.600 euros (unos 7.400 dólares al cambio de hoy), pero el exministro Marcelo Navajas presentó la factura que señala 28.080 dólares por cada equipo.
“Sí, evidentemente existe un sobreprecio porque el dueño de GPA Innova ha señalado que ha vendido todo el kit en 6.600 euros, un ventilador pulmonar básico, y la factura que el ministro Navajas ha presentado asciende a 28.080 dólares por equipo”, dijo el fiscal.
Para justificar el costo, lo que hicieron los implicados fue “prácticamente desmantelar el equipo”.
“Es decir, si ha venido el ventilador pulmonar más su kit a 6.600 euros, lo que ellos han hecho es desmantelar los kits, poner a cada kit un precio, cosa que alcance a los 28.080 dólares y ese es el monto que se hubiera facturado, sin embargo, el kit de acuerdo al contrato que se tiene es uno sólo”, explicó.
Respecto a la posibilidad de que se hayan pagado sobornos, el fiscal recordó que una declaración habla de que se realizó el pago de 2.000 dólares para ciertos implicados. “A través de la investigación se podría establecer de que existiría esos montos de dinero, que tendrían que ir repartidos, según lo que han señalado en una declaración, para personal del Ministerio de Salud.
En cuanto al exministro Navajas, el fiscal señaló que su responsabilidad recae por hacer efectivo el proceso de contratación que estuvo direccionado, sin tener ningún tipo de respaldo técnico. “En todo caso suponemos que también tendría que haberse beneficiado por algún monto de dinero”, agregó.
Mejillones aseveró que la contratación fue direccionada, porque incluso antes de iniciar el proceso de adquisición en Bolivia ya se había anticipado el pago de 250 mil dólares para reservar los ventiladores.