México seguirá albergando a aliados de Evo en embajada
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió el jueves seguir asilando en su embajada en Bolivia a varias personas cercanas al expresidente Evo Morales, lo que ha provocado una disputa con el gobierno interino del país. En noviembre, Morales se asiló en México luego de...



El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió el jueves seguir asilando en su embajada en Bolivia a varias personas cercanas al expresidente Evo Morales, lo que ha provocado una disputa con el gobierno interino del país.
En noviembre, Morales se asiló en México luego de que fuera presionado a renunciar a la presidencia de Bolivia en lo que él sostiene fue un golpe de Estado. Además, nueve exfuncionarios se refugiaron en la embajada mexicana en La Paz, que denunció hostigamiento por la “excesiva” vigilancia policial.
Avivando las tensiones, a fines del año pasado la presidenta, Jeanine Áñez, expulsó de su país a la embajadora de México y al cónsul español, luego de que el Gobierno mexicano denunció que autoridades bolivianas retuvieron los automóviles de funcionarios españoles que visitaron su residencia diplomática en La Paz.
“(El canciller) Marcelo Ebrard tiene la instrucción de que se haga valer el derecho de asilo”, dijo López Obrador el jueves en su rueda de prensa matutina. “No podemos flaquear en este asunto de dar protección a los perseguidos políticos que recibieron en nuestra embajada un asilo”.
“Si nosotros entregamos a estas personas estaríamos acabando con el derecho de asilo que para México es sagrado”, agregó. “Es una cuestión de principios”.
A pesar del impasse, el gobierno mexicano dijo el lunes que, al menos por ahora, no tiene intenciones de romper relaciones diplomáticas con Bolivia ni declarar persona non grata a su embajador en Ciudad de México, José Crespo.
Reencaminar las relaciones con España
Mientras tanto, la canciller Karen Longaric informó que el Gobierno de Áñez recibió el respaldo de los embajadores de la Unión Europea (UE), tras aclarar el impasse diplomático con España, durante una reunión con los representantes de ese organismo regional en Palacio Gobierno, en La Paz.
La jefa de la diplomacia boliviana explicó que convocó a los embajadores de la UE para comentar todos los hechos ocurridos el 27 de diciembre y todas las consideraciones que realizó el Gobierno boliviano para declarar personas no gratas a diplomáticos de España.
“Conté con la atención y la comprensión de todos los embajadores (sobre) el verdadero alcance de los hechos y finalmente el respaldo de todos y cada uno de los embajadores que representan los países miembros de la Unión Europea, respaldo al Gobierno constitucional de la señora Jeanine Áñez”, dijo a los periodistas.
Sobre funcionarios diplomáticos de España, además de México, pesan acusaciones y sospechas de intentar burlar a la Policía Boliviana para ayudar a salir del país a colaboradores del expresidente Evo Morales acusados por sedición, terrorismo y alzamiento armado, entre otros delitos.
Tras un polémico incidente en la residencia de México en La Paz, el Gobierno declaró personas no gratas a funcionarios diplomáticos españoles y mexicanos, y ordenó su salida del país por lesionar “gravemente” la soberanía y dignidad de Bolivia.
Asimismo, Longaric dijo que los representantes de los países miembros de la UE también expresaron su respaldo al Gobierno boliviano de transición por la política de pacificación y la celebración de elecciones a la brevedad posible.
Además, reiteró que ese incidente no afectó la relación bilateral de Bolivia y España, sino el Gobierno boliviano expresó su desconfianza en diplomáticos de ese país europeo, motivo por el que presentó la declaración de “persona no grata”.
“Este Gobierno jamás va a tomar una determinación extrema de esa naturaleza, simplemente la declaratoria ha sido retirar la confianza a un funcionario diplomático, lo que no implica afectar las relaciones con su país”, indicó.
En ese marco, anunció que se designará para España a un encargado de negocios para profundizar las relaciones bilaterales, ya que al Gobierno de transición no le compete elegir embajadores.