EPA reafirma que el glifosato no causa cáncer, pero conlleva riesgos ecológicos
La Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reafirmó el 30 de abril, de que el glifosato, el herbicida más popular del mundo, no representa un riesgo de cáncer para los usuarios, sin embargo identificó riesgos ecológicos. Como parte de esta...



La Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reafirmó el 30 de abril, de que el glifosato, el herbicida más popular del mundo, no representa un riesgo de cáncer para los usuarios, sin embargo identificó riesgos ecológicos.
Como parte de esta acción, la EPA continúa respaldando que no hay riesgos para la salud pública cuando se usa glifosato de acuerdo con su etiqueta actual y que el glifosato no es un carcinógeno.
“Los hallazgos científicos de la agencia sobre el riesgo para la salud humana son consistentes con las conclusiones de las revisiones científicas realizadas por muchos otros países y otras agencias federales”, señala el sitio especializado en agroindustria: www.agroavances.com.
Si bien la agencia no identificó los riesgos para la salud pública en la evaluación de riesgos para la salud humana de 2017, la evaluación ecológica identificó los riesgos ecológicos. Para abordar estos riesgos, la EPA propone medidas de manejo para ayudar a los agricultores a atacar los plaguicidas contra la plaga deseada, proteger a los polinizadores y reducir el problema de que las malezas se vuelvan resistentes al glifosato.
La EPA no ha encontrado riesgos para la salud pública por los usos registrados actuales del glifosato, dijo el administrador de la EPA, Andrew Wheeler.
“La acción propuesta de hoy incluye nuevas medidas de manejo que ayudarán a los agricultores a usar el glifosato de la manera más efectiva y eficiente posible, incluyendo la protección de los polinizadores. Esperamos los comentarios de los agricultores y otras partes interesadas para garantizar que los proyectos de medidas de gestión sean factibles, realistas y efectivos", dijo.
El secretario de Agricultura de EE.UU, Sonny Perdue dijo que, si se piensa alimentar a 10 mil millones de personas para el 2050, se necesitan todas las herramientas puestas a disposición, lo que incluye el uso del glifosato".
"El USDA aplaude la decisión de registro propuesta por la EPA, ya que se basa en la ciencia y es consistente con los hallazgos de otras autoridades reguladoras de que el glifosato no representa un riesgo carcinogénico para los humanos", señaló.
El glifosato es el herbicida más utilizado en la agricultura de los EE.UU. y se ha estudiado durante décadas. El glifosato se usa en más de 100 cultivos alimenticios, incluyendo maíz, soya, algodón, canola y remolacha azucarera resistentes al glifosato. Los usos no agrícolas incluyen áreas residenciales, áreas acuáticas, bosques, derechos de paso, ornamentales y césped.
Más cerca del país, en Brasil, un fallo de la justicia brasileña determinó suspender el uso del herbicida en la agricultura por sus posibles riesgos a la salud.
La Plataforma Bolivia Libre de Transgénicos y Plaguicidas (PBLTP) hizo el pedido el 2015 al Gobierno, la suspensión del uso del glifosato luego que el agroquímico fue declarado por la Organización Mundial de la Salud como posiblemente cancerígeno.
El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CICCA) advierte desde hace varios años, del creciente uso del glifosato, e incluso de agrotóxicos peores, que se venden sin tregua, control, ni pena.
“Este herbicida es obra de una de las transnacionales más polémicas y vituperadas del planeta, debido a sus experimentos con productos alimenticios, la Monsanto”, señala la posición del CIPCA.
El centro de estudios afirma que Monsanto modificó los genes de especies como el arroz, el maíz, el algodón y la soya para que sean resistentes al glifosato. “Así, cuando se fumiga estas plantaciones transgénicas, el agrotóxico mata toda hierba y plaga que las amenace, pero no a estos organismos modificados genéticamente”, afirma el documento titulado: “Bolivia, un país adicto al polémico glifosato”.
Probioma también advierte de presiones para que se homologuen estudios de otros países como Estados Unidos, Argentina y Brasil, para que el Comité Nacional de Bioseguridad (CNB) apruebe dos nuevos eventos de soya transgénica destinada a la producción de biocombustibles, lo que implica no acatar los acuerdos del protocolo de Cartagena e implicaría grandes riesgos para la salud de los bolivianos.
Tomado de ANF
Como parte de esta acción, la EPA continúa respaldando que no hay riesgos para la salud pública cuando se usa glifosato de acuerdo con su etiqueta actual y que el glifosato no es un carcinógeno.
“Los hallazgos científicos de la agencia sobre el riesgo para la salud humana son consistentes con las conclusiones de las revisiones científicas realizadas por muchos otros países y otras agencias federales”, señala el sitio especializado en agroindustria: www.agroavances.com.
Si bien la agencia no identificó los riesgos para la salud pública en la evaluación de riesgos para la salud humana de 2017, la evaluación ecológica identificó los riesgos ecológicos. Para abordar estos riesgos, la EPA propone medidas de manejo para ayudar a los agricultores a atacar los plaguicidas contra la plaga deseada, proteger a los polinizadores y reducir el problema de que las malezas se vuelvan resistentes al glifosato.
La EPA no ha encontrado riesgos para la salud pública por los usos registrados actuales del glifosato, dijo el administrador de la EPA, Andrew Wheeler.
“La acción propuesta de hoy incluye nuevas medidas de manejo que ayudarán a los agricultores a usar el glifosato de la manera más efectiva y eficiente posible, incluyendo la protección de los polinizadores. Esperamos los comentarios de los agricultores y otras partes interesadas para garantizar que los proyectos de medidas de gestión sean factibles, realistas y efectivos", dijo.
El secretario de Agricultura de EE.UU, Sonny Perdue dijo que, si se piensa alimentar a 10 mil millones de personas para el 2050, se necesitan todas las herramientas puestas a disposición, lo que incluye el uso del glifosato".
"El USDA aplaude la decisión de registro propuesta por la EPA, ya que se basa en la ciencia y es consistente con los hallazgos de otras autoridades reguladoras de que el glifosato no representa un riesgo carcinogénico para los humanos", señaló.
El glifosato es el herbicida más utilizado en la agricultura de los EE.UU. y se ha estudiado durante décadas. El glifosato se usa en más de 100 cultivos alimenticios, incluyendo maíz, soya, algodón, canola y remolacha azucarera resistentes al glifosato. Los usos no agrícolas incluyen áreas residenciales, áreas acuáticas, bosques, derechos de paso, ornamentales y césped.
Más cerca del país, en Brasil, un fallo de la justicia brasileña determinó suspender el uso del herbicida en la agricultura por sus posibles riesgos a la salud.
La Plataforma Bolivia Libre de Transgénicos y Plaguicidas (PBLTP) hizo el pedido el 2015 al Gobierno, la suspensión del uso del glifosato luego que el agroquímico fue declarado por la Organización Mundial de la Salud como posiblemente cancerígeno.
El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CICCA) advierte desde hace varios años, del creciente uso del glifosato, e incluso de agrotóxicos peores, que se venden sin tregua, control, ni pena.
“Este herbicida es obra de una de las transnacionales más polémicas y vituperadas del planeta, debido a sus experimentos con productos alimenticios, la Monsanto”, señala la posición del CIPCA.
El centro de estudios afirma que Monsanto modificó los genes de especies como el arroz, el maíz, el algodón y la soya para que sean resistentes al glifosato. “Así, cuando se fumiga estas plantaciones transgénicas, el agrotóxico mata toda hierba y plaga que las amenace, pero no a estos organismos modificados genéticamente”, afirma el documento titulado: “Bolivia, un país adicto al polémico glifosato”.
Probioma también advierte de presiones para que se homologuen estudios de otros países como Estados Unidos, Argentina y Brasil, para que el Comité Nacional de Bioseguridad (CNB) apruebe dos nuevos eventos de soya transgénica destinada a la producción de biocombustibles, lo que implica no acatar los acuerdos del protocolo de Cartagena e implicaría grandes riesgos para la salud de los bolivianos.
Tomado de ANF