Otro año financiando al imperio e hipotecando el futuro
El 2018 se caracterizó por ser la continuación de lo que fue y un preámbulo de lo que será: hacer crecer el PIB por cualquier medio, aumentando la recaudación y presión tributaria y la deuda externa para mantener el gasto público, mientras se cruza dedos para que suba el precio del...



El 2018 se caracterizó por ser la continuación de lo que fue y un preámbulo de lo que será: hacer crecer el PIB por cualquier medio, aumentando la recaudación y presión tributaria y la deuda externa para mantener el gasto público, mientras se cruza dedos para que suba el precio del petróleo.
Ello implicó un incremento del 3,5% en el presupuesto agregado y 2% en el consolidado, respecto al Presupuesto General del Estado (PGE) del 2017, dentro del cual se contemplaba un aumento del 0,34% de la inversión pública.
En el PGE 2018 también se tenía previsto subir la deuda externa hasta el 30% del PIB. Al 30 de septiembre de este año (último dato oficial disponible en la web del BCB), la cifra de deuda externa ascendía a 9.830 millones de dólares, equivalente al 24,1% del PIB, “muy por debajo del límite internacional de 50% definido por la CAN”.
Por otra parte, el dato del crecimiento del PIB, de 4,7% no convenció a muchos sectores, que ya no sólo cuestionan las cifras presentadas por el gobierno, la forma “insostenible” con que se alcanzó este crecimiento y su metodología de cálculo. Sino que incluso comenzaron a cuestionar el propio PIB como indicador del progreso y bienestar económico.
Bonos soberanos
Este año también debían emitirse nuevamente los bonos soberanos, por otros mil millones de dólares. Sin embargo, la intención no pudo materializarse aún. Por tanto, de los 9.830 millones de dólares de deuda actual, 2 mil millones corresponden a los bonos soberanos emitidos los años 2013, 2014 y 2017.
Por la última emisión de bonos soberanos (2017), Bolivia paga un interés de 4,5% anual a sus acreedores.
El proyecto de Ley del PGE 2019, en proceso de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional para su posterior promulgación por el Ejecutivo, vuelve a poner de manifiesto la intención de emitir nuevos bonos soberanos por otros mil millones de dólares. Así queda establecido en el parágrafo I del Artículo 11 de este proyecto de Ley.
De concretarse finalmente esta nueva emisión, la deuda por bonos alcanzaría los 3.000 millones de dólares, aumentando la deuda pública externa hasta cerca de 11 mil millones de dólares.
Impuestos
A lo largo del año fueron noticia diversas publicaciones de prensa y estudios académicos que mostraron que, especialmente tras la caída de los precios petroleros, la importancia de los impuestos internos bolivianos fue creciente, y que la presión tributaria para los contribuyentes es una de las más altas de la región.
Para 2019 se tiene planeado profundizar esta tendencia. El proyecto de PGE anuncia mayores ingresos tributarios, superiores en 3,6% que los de 2018, pasando de Bs. 47.403 millones a Bs. 49.118 millones.
Pero además, la Ley del PGE 2019 en su Disposición Adicional Cuarta, amplía la vigencia del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), que según la Ley 713 de 2015 debía fenecer el 31 de diciembre de 2018, hasta el 31 de diciembre de 2023, con una alícuota de 0,30%.
Justamente la alícuota del ITF fue aumentando a lo largo de los años: de 0,15% en 2015, a 0,20% en 2016, a 0,25% en 2017, a 0,30% en 2018 (Ley 713 de 2015).
Financiando al imperio
El 2018 tampoco mostró sorpresas respecto a la costumbre ininterrumpida de Bolivia como financiador del “imperio”, con tasas de retorno apenas superiores al 1% anual.
La Ley del PGE 2019 mantiene vigente exactamente las mismas disposiciones que en todos estos años permitieron aquello. Los datos y el marco legal serán presentados por este medio de comunicación a lo largo de los siguientes días y semanas.
3 HECHOS
Más gasto público con menores ingresos extraordinarios implicaron un crecimiento con déficit y mayor deuda externa. Con el anuncio de emitir nuevos bonos soberanos por mil millones de dólares, el 2019 se perfila como una continuación de esta tendencia. Habrá que esperar y ver si se concreta y aumenta la deuda hasta los 11 mil millones de dólares.
En los últimos años se vio un aumento de la presión tributaria al contribuyente boliviano. Para 2019 se estima un aumento de la recaudación impositiva y la extensión del ITF por cinco años más. Ante la bajada de ingresos por exportaciones y la falta de diversificación de las mismas, la apuesta se centra en los impuestos internos y en contratar deuda para mantener el gasto público que permita mostrar cifras altas del PIB.
El rol de Bolivia como financiador de las economías capitalistas desarrolladas, con magros retornos, continuará sin interrupción, tal como se viene dando desde hace 13 años. Analistas internacionales advierten que no se pudo cambiar el “chip neoliberal” que determina los destinos y criterios de uso de las RIN y otros recursos de la liquidez del Estado.
Ello implicó un incremento del 3,5% en el presupuesto agregado y 2% en el consolidado, respecto al Presupuesto General del Estado (PGE) del 2017, dentro del cual se contemplaba un aumento del 0,34% de la inversión pública.
En el PGE 2018 también se tenía previsto subir la deuda externa hasta el 30% del PIB. Al 30 de septiembre de este año (último dato oficial disponible en la web del BCB), la cifra de deuda externa ascendía a 9.830 millones de dólares, equivalente al 24,1% del PIB, “muy por debajo del límite internacional de 50% definido por la CAN”.
Por otra parte, el dato del crecimiento del PIB, de 4,7% no convenció a muchos sectores, que ya no sólo cuestionan las cifras presentadas por el gobierno, la forma “insostenible” con que se alcanzó este crecimiento y su metodología de cálculo. Sino que incluso comenzaron a cuestionar el propio PIB como indicador del progreso y bienestar económico.
Bonos soberanos
Este año también debían emitirse nuevamente los bonos soberanos, por otros mil millones de dólares. Sin embargo, la intención no pudo materializarse aún. Por tanto, de los 9.830 millones de dólares de deuda actual, 2 mil millones corresponden a los bonos soberanos emitidos los años 2013, 2014 y 2017.
Por la última emisión de bonos soberanos (2017), Bolivia paga un interés de 4,5% anual a sus acreedores.
El proyecto de Ley del PGE 2019, en proceso de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional para su posterior promulgación por el Ejecutivo, vuelve a poner de manifiesto la intención de emitir nuevos bonos soberanos por otros mil millones de dólares. Así queda establecido en el parágrafo I del Artículo 11 de este proyecto de Ley.
De concretarse finalmente esta nueva emisión, la deuda por bonos alcanzaría los 3.000 millones de dólares, aumentando la deuda pública externa hasta cerca de 11 mil millones de dólares.
Impuestos
A lo largo del año fueron noticia diversas publicaciones de prensa y estudios académicos que mostraron que, especialmente tras la caída de los precios petroleros, la importancia de los impuestos internos bolivianos fue creciente, y que la presión tributaria para los contribuyentes es una de las más altas de la región.
Para 2019 se tiene planeado profundizar esta tendencia. El proyecto de PGE anuncia mayores ingresos tributarios, superiores en 3,6% que los de 2018, pasando de Bs. 47.403 millones a Bs. 49.118 millones.
Pero además, la Ley del PGE 2019 en su Disposición Adicional Cuarta, amplía la vigencia del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), que según la Ley 713 de 2015 debía fenecer el 31 de diciembre de 2018, hasta el 31 de diciembre de 2023, con una alícuota de 0,30%.
Justamente la alícuota del ITF fue aumentando a lo largo de los años: de 0,15% en 2015, a 0,20% en 2016, a 0,25% en 2017, a 0,30% en 2018 (Ley 713 de 2015).
Financiando al imperio
El 2018 tampoco mostró sorpresas respecto a la costumbre ininterrumpida de Bolivia como financiador del “imperio”, con tasas de retorno apenas superiores al 1% anual.
La Ley del PGE 2019 mantiene vigente exactamente las mismas disposiciones que en todos estos años permitieron aquello. Los datos y el marco legal serán presentados por este medio de comunicación a lo largo de los siguientes días y semanas.
3 HECHOS
Más gasto público con menores ingresos extraordinarios implicaron un crecimiento con déficit y mayor deuda externa. Con el anuncio de emitir nuevos bonos soberanos por mil millones de dólares, el 2019 se perfila como una continuación de esta tendencia. Habrá que esperar y ver si se concreta y aumenta la deuda hasta los 11 mil millones de dólares.
En los últimos años se vio un aumento de la presión tributaria al contribuyente boliviano. Para 2019 se estima un aumento de la recaudación impositiva y la extensión del ITF por cinco años más. Ante la bajada de ingresos por exportaciones y la falta de diversificación de las mismas, la apuesta se centra en los impuestos internos y en contratar deuda para mantener el gasto público que permita mostrar cifras altas del PIB.
El rol de Bolivia como financiador de las economías capitalistas desarrolladas, con magros retornos, continuará sin interrupción, tal como se viene dando desde hace 13 años. Analistas internacionales advierten que no se pudo cambiar el “chip neoliberal” que determina los destinos y criterios de uso de las RIN y otros recursos de la liquidez del Estado.