Auditoría médica advierte que cirujano omitió protocolos en operación a Sebastián
El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, presentó este martes los resultados preliminares de la auditoría médica realizada a la cirugía del niño Sebastián (3), a quien se le extirpó un riñón sano el pasado miércoles en el Instituto Oncológico de Santa...



El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, presentó este martes los resultados preliminares de la auditoría médica realizada a la cirugía del niño Sebastián (3), a quien se le extirpó un riñón sano el pasado miércoles en el Instituto Oncológico de Santa Cruz. En el informe se encontró responsabilidad del cirujano Roger M., quien ya se encuentra preso.
“Esta hipótesis será confirmada o descartada mediante la auditoría medica del servicio respectivo, (pero) en la conclusión final preliminar se aprecia indicios de responsabilidad del cirujano, doctor M., por inobservancia a protocolos de seguridad para una cirugía”, informó Urenda.
Vea también: Extirpan por “equivocación” riñón sano a un niño con cáncer
De acuerdo a la conclusión de la auditoría realizada por el Servicio Departamental de Salud (Sedes), el cirujano Roger M. tiene responsabilidad de lo ocurrido durante el acto quirúrgico realizado el 5 de septiembre. El informe preliminar apunta al cirujano, quien el lunes fue aprehendido.
“En la responsabilidad del manejo del protocolo de la cirugía segura, si se hubieran llenado todos los ítems correspondientes no hubiera habido lugar a error. Justamente para eso es el formulario, es el protocolo de cirugía segura”, manifestó el secretario.
Vea también: Salud reconoce que el niño al que extirparon un riñón sano fue víctima de mala praxis
También explicó que fueron omitidos ítems de dicho documento previo al acto quirúrgico, además no se contaba con el material imagenológico, elemental para realizar una operación.
“No existe en el expediente el acta radiológica de la tomografía axial computarizada (TAC) que haya sido usada como referencia al interior del quirófano en el acto quirúrgico, todo material imagenológico es la referencia para poder operar, (y) en el expediente no se halla el CD y posiblemente (esté) en poder de la familia, o sea la familia tenía las imágenes que debieron ser usadas en quirófano”, observó.
Asimismo Urenda advirtió que “solo en un lugar del expediente se escribe `tumor en riñón izquierdo´, posteriormente se escribe como `tumor de Wilms´, por lo que es posible que el mencionado sitio haya sido erróneamente señalado llevando al error del médico”. Pero además de una inadecuada “marcación”, dijo que es posible la falta observancia del médico a los detalles que especificaban el lugar del tumor, hipótesis que deberán ser corroboradas con posteriores informes.
Otro dato relevante es que el médico cirujano no realizó un diagnóstico previo ni participó de evaluaciones realizadas al niño Sebastián antes de su operación. “El paciente es diagnosticado con un tumor de estadio cuatro (en julio) y no se evidencia que el doctor M. haya evaluado al paciente durante la primera intervención ni durante la última internación comprendida entre el 3 de septiembre y el día de la cirugía, evento adverso, propiamente dicho”.
Entonces la auditoría médica advirtió que “no hay evidencia de que se haya realizado la valoración médica” y “no se aprecia planificación hecha por el cirujano doctor M., de quien solo se evidencia su presencia en la ´Comisión de Tumores´ y el momento mismo de la cirugía, compartiendo el acto quirúrgico con la doctora Isis Y. como primera ayudante”.
Urenda concluyó señalando que el jefe cirujano es quien lleva la responsabilidad de una cirugía y se constituye en la cabeza del acto médico. “El médico debe estar plenamente seguro de que la cirugía que se va a realizar sea la que está indicada en la historia clínica o en el protocolo previo a la cirugía”, manifestó.
Añadió que “el único responsable del acto quirúrgico que se realiza en un hospital es el cirujano (…), si el cirujano contempla que faltan elementos en un hospital y aun así opera, él es el responsable; si observa que faltan documentos y aun así opera, él es el responsable. El cirujano está en todo su derecho y obligación de rechazar iniciar una cirugía, si considera que no está todo completo”, manifestó.
En julio el niño Sebastián fue diagnosticado con cáncer de riñón izquierdo. Tras un tratamiento de quimioterapia, el pasado miércoles se le practicó una operación, en la que se le extirpó el riñón sano y posteriormente se le tuvo que hacer una segunda intervención, para retirar el órgano dañado. Actualmente el niño está conectado a una máquina para someterlo a diálisis.
Este lunes el médico fue aprehendido y podría ser acusado por lesiones graves y gravísimas, tras el presunto acto de negligencia médica.
Tomado de ANF
“Esta hipótesis será confirmada o descartada mediante la auditoría medica del servicio respectivo, (pero) en la conclusión final preliminar se aprecia indicios de responsabilidad del cirujano, doctor M., por inobservancia a protocolos de seguridad para una cirugía”, informó Urenda.
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De acuerdo a la conclusión de la auditoría realizada por el Servicio Departamental de Salud (Sedes), el cirujano Roger M. tiene responsabilidad de lo ocurrido durante el acto quirúrgico realizado el 5 de septiembre. El informe preliminar apunta al cirujano, quien el lunes fue aprehendido.
“En la responsabilidad del manejo del protocolo de la cirugía segura, si se hubieran llenado todos los ítems correspondientes no hubiera habido lugar a error. Justamente para eso es el formulario, es el protocolo de cirugía segura”, manifestó el secretario.
Vea también: Salud reconoce que el niño al que extirparon un riñón sano fue víctima de mala praxis
También explicó que fueron omitidos ítems de dicho documento previo al acto quirúrgico, además no se contaba con el material imagenológico, elemental para realizar una operación.
“No existe en el expediente el acta radiológica de la tomografía axial computarizada (TAC) que haya sido usada como referencia al interior del quirófano en el acto quirúrgico, todo material imagenológico es la referencia para poder operar, (y) en el expediente no se halla el CD y posiblemente (esté) en poder de la familia, o sea la familia tenía las imágenes que debieron ser usadas en quirófano”, observó.
Asimismo Urenda advirtió que “solo en un lugar del expediente se escribe `tumor en riñón izquierdo´, posteriormente se escribe como `tumor de Wilms´, por lo que es posible que el mencionado sitio haya sido erróneamente señalado llevando al error del médico”. Pero además de una inadecuada “marcación”, dijo que es posible la falta observancia del médico a los detalles que especificaban el lugar del tumor, hipótesis que deberán ser corroboradas con posteriores informes.
Otro dato relevante es que el médico cirujano no realizó un diagnóstico previo ni participó de evaluaciones realizadas al niño Sebastián antes de su operación. “El paciente es diagnosticado con un tumor de estadio cuatro (en julio) y no se evidencia que el doctor M. haya evaluado al paciente durante la primera intervención ni durante la última internación comprendida entre el 3 de septiembre y el día de la cirugía, evento adverso, propiamente dicho”.
Entonces la auditoría médica advirtió que “no hay evidencia de que se haya realizado la valoración médica” y “no se aprecia planificación hecha por el cirujano doctor M., de quien solo se evidencia su presencia en la ´Comisión de Tumores´ y el momento mismo de la cirugía, compartiendo el acto quirúrgico con la doctora Isis Y. como primera ayudante”.
Urenda concluyó señalando que el jefe cirujano es quien lleva la responsabilidad de una cirugía y se constituye en la cabeza del acto médico. “El médico debe estar plenamente seguro de que la cirugía que se va a realizar sea la que está indicada en la historia clínica o en el protocolo previo a la cirugía”, manifestó.
Añadió que “el único responsable del acto quirúrgico que se realiza en un hospital es el cirujano (…), si el cirujano contempla que faltan elementos en un hospital y aun así opera, él es el responsable; si observa que faltan documentos y aun así opera, él es el responsable. El cirujano está en todo su derecho y obligación de rechazar iniciar una cirugía, si considera que no está todo completo”, manifestó.
En julio el niño Sebastián fue diagnosticado con cáncer de riñón izquierdo. Tras un tratamiento de quimioterapia, el pasado miércoles se le practicó una operación, en la que se le extirpó el riñón sano y posteriormente se le tuvo que hacer una segunda intervención, para retirar el órgano dañado. Actualmente el niño está conectado a una máquina para someterlo a diálisis.
Este lunes el médico fue aprehendido y podría ser acusado por lesiones graves y gravísimas, tras el presunto acto de negligencia médica.
Tomado de ANF