Ferrufino, ¿equilibrista o superviviente?
En entredicho desde el mismo día en que fue nombrado delegado presidencial, el exsubgobernador de O'Connor, su futuro sigue siendo una incógnita
El coordinador gubernamental en Tarija, Walter Ferrufino, no acompañó al vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, en su primera visita en solitario a la capital tarijeña. No solo eso, sino que Ferrufino armó su propia agenda paralela. Las alarmas han sonado.
En abril de este año, Ferrufino era casi un cadáver político después de varias apuestas que no le habían salido del todo bien. Pulseó hasta el final a comienzos del 2021 en busca de la nominación como candidato a la Gobernación que Evo Morales ya le había negado en el pasado. Su paso al costado para cederle el espacio a Álvaro Ruiz no le valió reconocimiento inmediato en el gobierno de Arce, que más bien incorporó a Ruíz después de la derrota en un cargo de poco brillo como el Viceministerio de Autonomías, pero de mucho roce, pues está en la sala de máquinas de la Presidencia.
Allí dicen que se gestó el movimiento de principios de año como una apuesta estratégica para Tarija y para el propio Ruiz. El año anterior el presidente Arce había optado por Marcelo Poma como su representante en el territorio en lo que fue otra apuesta arriesgada: Poma es muy conocido entre la población citadina opositora entre los que es muy impopular por encajar en el perfil de “migrante loteador”, perfil construido en los años de la lucha autonómica para señalar a los “enemigos de Tarija”, sin embargo, tampoco era popular entre las bases masistas autóctonas, es decir, los campesinos y gremiales locales que comparten taras racistas.
Con todo, Poma era un prolífico polemista muy habituado a ponerse frente a las cámaras, justo lo que creía necesitar Arce para un MAS Tarija en el que nunca han sobrado los voceros, precisamente porque las guerras intestinas en el movimiento han impedido que alguien hable por todos.
Poma flaqueó cuando se encrespó la lucha interna y tocó posicionarse entre evistas y arcistas, al fin y al cabo Evo lo promocionó y lo mandó incluso cinco años a España de alto funcionario diplomático cuando las cosas se le complicaron.
En el enroque apareció Walter Ferrufino, exsubgobernador de O’Connor y que desde muy joven empezó a despuntar en la política local provincial, es decir, la campesina – autóctona con todo su peso específico en el MAS Tarija, no siempre bien avenida con el MAS intercultural mayoritariamente migrante.
Muchos lo situaban en la vereda de Morales, pero en la práctica no le debe nada, pues ni lo eligió candidato nunca ni le ayudó en los tiempos en los que las subgobernaciones quedaron entrampadas. Morales hizo un a puesta específica por los municipios y por Álvaro Ruíz, quien hoy por hoy es el adalid de Arce en Tarija.
Por su enemistad con Ruíz y su más que probable rivalidad en los siguientes embates de la política, tampoco se le situaba del lado de Arce, pero alguien en la Presidencia consideró que empoderar de nuevo a Ferrufino era una jugada maestra para arrinconar al evismo acercando al MAS provincial a las organizaciones sociales del Pacto de Unidad, ya amarradas en el nivel nacional, y dejando con Evo solo a los muy ideologizados o aquellos con deudas pendientes.
Ferrufino es sin embargo un ente en sí mismo. No tiene demasiados enemigos ni demasiados amigos. Se maneja a la perfección con las élites políticas tarijeñas, incluyendo a Johnny Torres, Waldemar Peralta y demás y tiene favores por cobrar entre la mayoría de la plana que acompaño a Lino Condori, a quienes les dio cobijo en la caída.
Ni bien lo eligieron, los evistas lo señalaron de traidor y los arcistas, de estar tendiendo demasiados puentes con los otros. Ambos lo acusaron de ponerse de perfil y de estar jugando con unos frente a los otros.
¿Son estos los últimos pasos de Ferrufino en un puesto que asumió corriendo muchos riesgos? ¿O está en el punto exacto en el que deseaba estar? ¿Está jugando la corta o la larga? ¿Esperará a que el MAS lo convoque de candidato o querrá seguir la estela de otros ilustres campesinos chapacos que decidieron correr en solitario? ¿Será un Luis Alfaro 2.0 o le favorecerá que el MAS esté en demolición?
Sin duda muchas preguntas que aguardan por sus respuestas.