Rumbo al 7M
Las victorias de Óscar Montes
La estrategia de mostrarse primeros no le ha servido a Unidos, que puede perder la personería jurídica por difusión de encuestas. Una generación política – y tal vez la victoria del MAS - pende de la decisión de un juez electoral



Unidos se ha metido en un problema y sus estrategas no tienen muy clara la vía de salida. Primero lo ignoraron, después negaron la mayor, y finalmente apelaron a una suerte de conspiración terreno – celestial impulsada para impedir que el candidato Óscar Montes esté en la papeleta electoral el 7 de marzo de 2021, como ya se ausentó en 2015.
En Unidos nadie es principiante: no lo es Óscar Montes con tres victorias electorales en Cercado a sus espaldas; no lo es Mario Cossío, en política desde los 90; no lo es Johnny Torres, con centenar de batallas en el partido rosado; ni siquiera lo es César Mentasti, representante de Samuel Doria Medina, y qué decir de Lorgio Torres o Wilman Peña.
La alianza no responde a un perfil de agrupación moderna tumbada en las redes sociales, esperando que el algoritmo le dé buenos resultados o cargada de asesores hiperespecializados. Más bien es todo lo contrario, un grupo de políticos de raza, acostumbrados a manejar el discurso y muy hábiles en el territorio: inaugurar casas de campaña, festivales, premios, sorteos, chocolatadas, etc. Al contrario de lo que sucede con las oposiciones en otros lugares del país, Montes y compañía sí han logrado un roce con el sector popular que, al menos en el pasado, le ha dado buenos resultados en sus batallas electorales.
La estrategia
En Unidos, las decisiones las toman los políticos, concretamente los candidatos. Sí tienen responsables de áreas y sí tienen algunos asesores, pero por lo general, las decisiones las toma el líder, que, en todo caso, la consulta con los otros líderes de las otras fuerzas. El jefe de comunicación – dicen – redacta las notas de prensa y determina los lives, pero no impone una estrategia. Así dicen los que tal vez traten ahora de lavarse las manos de lo que puede ser una metida de pata antológica.
Hasta ahora, la campaña de Unidos tenía un perfil reconocible: Despliegue colorido al máximo – banderas, autos, casas de campaña hasta en el último rincón, etc. – y “primerear” en todo lo que se pueda.
El discurso costó un poco más de centrar, sobre todo tras la incorporación de Mario Cossío y Camino al Cambio, que mutiló todo lo que tiene que ver con la supuesta capacidad de conciliar mejor con el Gobierno nacional, en este caso de Luis Arce y también en lo que se refiere a la experiencia, pues el legado de Mario Cossío – variante al Chaco por lugares imposibles, Villa Olímpica millonaria, Susat, y el propio desarrollo autonómico, - tiene mucho que ver con lo que precisamente critica Unidos: hacer cosas que no corresponden a Tarija por el empeño ideológico y un mal diseño autonómico, sin embargo, con una sonrisa los candidatos insisten en que “sabemos cómo hacerlo” como el principal reclamo atractivo a su candidatura.
Después de patinar tres veces en redes sociales: Explicar que no odia al Chaco, explicar que los artistas no son solo para farras y explicar que no fue socio del MAS nunca, algunos asesores consideraron que era preciso un cambio de ritmo y tiraron de manual: para ganar hay que convencer de que se puede ganar, y decir que eres primero funciona.
Solo así se entiende que no solo Óscar Montes, que ya en la precampaña había deslizado datos de sus “encuestas internas”, sino los candidatos chaqueños como Juan Carlos Castillo, los voceros como Norman Lazarte y una lugarteniente de primera – y candidata a la Asamblea – como Delia García publicaran a la vez la misma encuesta de una consultora no autorizada en la que su candidato era primero o segundo en el Chaco, según la conveniencia a mostrar.
La víctima
Si el juez electoral determina la suspensión de la personería jurídica sería un triste final para una generación política que lleva años batallando en Tarija, aunque bien es cierto que la mayoría de los socios pidió a gritos la cancelación de la sigla del MAS por unos comentarios más ligeros de Luis Arce sin publicación de datos.
Si no lo hace, Unidos podrá alimentar esa parte del relato que habla de un Óscar Montes acosado por sus adversarios, rodeado por juicios de malversación e investigaciones de fortunas, de los 32 inmuebles, etc., que en su mayoría se han ido cayendo, salvo el fundamental.
En 2015 Montes fue también el elegido por los opositores al MAS para representar un frente único en Tarija. Acababa de cumplirse la campaña de 2014, donde precisamente Óscar Montes y Johnny Torres se habían desmarcado de la alianza de Unidad Demócrata para apoyar a Tuto Quiroga, que se quedó con un 9% y sirvió en bandeja la segunda mayoría de dos tercios al MAS.
Cuando se aireó el informe de la Unidad de Investigación de Fortunas, que hablaba de un patrimonio desmesurado y señalaba a sus hijas como testaferro, Montes decidió dar el paso al costado. Ni siquiera se habían inscrito las candidaturas. Quedarse fuera le costó, pues acabó peleando con prácticamente todos sus socios que seguían conservando poder.
Sus leales vuelven a agitar la teoría de la conspiración para anticipar un posible fallo fulminante que lo deje fuera, ahora bien, otro sector recuerda que la participación de Montes le conviene principalmente al MAS, que por primera vez ve la posibilidad de llegar al poder en Tarija a través de las ánforas.