Rumbo al 7M
La rebelión de la Paputsakis
Cansada de respaldar las decisiones de los “jefazos”, Paputsakis busca su propio camino en la política local



Es posible ganar una elección aunque la mayoría no sepa escribir tu nombre. Da fe el malogrado – políticamente – Pedro Pablo Kuczynski en Perú o los Kirchner en Argentina. En Bolivia le seguimos diciendo Carlos de Mesa a Carlos Mesa y Juan Ramón de la Quintana a Juan Ramón Quintana así que no le iba a ir mejor a Paputsakis, que al parecer se escribe así, porque lo escribe ella así. La confusión puede jugar a favor.
En Tarija se ha largado a la carrera electoral por el municipio Patricia Paputsakis, con su apellido griego ya adoptado en la iconografía chapaca, como los Dorakis, tradiciones migrantes, rojos, comunistas, servidores, las vueltas que da la vida, que diría aquel.
Paputsakis no llega a los 40, pero tiene una trayectoria de servicio y desengaño a sus espaldas. Como casi todos los que pasaron por la FUL, buscaron espacio en la política. No todos tenían los mismos padrinos, pero la cuestión no es empezar, sino mantenerse – diría Enrique Iglesias -.
En la 2009 – 2014 Paputsakis se convirtió en una de las diputadas más jóvenes de la Asamblea Plurinacional. Era la suplente de Víctor Hugo Zamora, hoy desaparecido, que a su vez era la cuota de UNIR en Convergencia. Cuando Zamora renunció para habilitarse como candidato a senador por el Partido Demócrata Cristiano en la 2014 – 2019 ejerció la titularidad que después le costaría caro.
Incrustada en la estructura de UNIR de Óscar Montes, fue postulada como concejal en 2015 en la lista que encabezaba Alfonso Lema y que llevaba por alcalde a Rodrigo Paz Pereira. A menos de una semana de la elección, su candidatura fue impugnada en base a una resolución sui géneris del TSE que decía que los parlamentarios ya no podían ser legislativos locales porque habían vivido más en La Paz que en su pago – la resolución fue después ilegalizada – y su espacio lo ocupó ni más ni menos que la esposa del alcalde saliente Óscar Montes, que para entonces ya había empezado a sospechar de las intenciones de Rodrigo Paz.
Paz la sumó en el ejecutivo como secretaria de Mujer y Familia, a la postre una oportunidad para ganar experiencia en la gestión pública más allá de lo legislativo. Cuando se desató la guerra entre Paz y Montes, no pudo ni elegir y acabó recibiendo ataques por casi todos los lados.
El proyecto de Primero la Gente nació medio muerto. Ni el alcalde quería hacer de vocero. Como otros, Paputsakis asumió el destino y hasta le tocó defender la apuesta por Jaime Paz en las elecciones de 2019, una apuesta que no casaba para nada con la formulación de la renovación política que se pretendía.
Después acabó siendo la ficha de Rodrigo Paz en la C40 con Carlos Mesa para las elecciones de 2019. Allí mismo se metió Chulo Torres para vislumbrar aún más del voto castigo al alcalde Paz. Lo tuvo, aunque ganó la circunscripción holgadamente. Nunca llegó a asumir el cargo ya todos saben por qué y en 2020 ya no repitió en las aspiraciones. Mucha agua corrió bajo el puente.
Siguiendo a los jefazos del momento, en una década Paputsakis ha sido UNIR, Convergencia, Partido Demócrata Cristiano, Primero la Gente y Comunidad Ciudadana. Ahora ha dicho basta.