Curvas y contracurvas
Así se gestiona una pandemia
Desde el 10 de marzo, Bolivia ha vivido situaciones difíciles, controvertidas, irrisorias, vergonzantes, surrealistas, indignantes y demás. Pero aún queda mucha pandemia.



El 10 de marzo se detectó el primer caso de Covid. El 11 de marzo el alcalde de Oruro suspendió las clases. El 11 de marzo en la tarde el ministro de Salud Aníbal Cruz dijo que era una medida precipitada. El 12 de marzo la Presidenta Jeanine Áñez suspendió las clases en todos los niveles y en todo el país.
El 17 de marzo empezó media cuarentena. El 22 de marzo cuarentena total. El 25 de marzo emergencia sanitaria. El 1 de junio se da por terminada la emergencia sanitaria. El 25 de marzo había 39 casos en 4 departamentos del país. El 31 de mayo había 9.982 en todos los departamentos del país.
El 26 de marzo el Ministerio de Hidrocarburos anuncia que comprará 100.000 pruebas rápidas para seguir la estrategia de otros países. El 27 dice que la paraliza porque la OMS no las recomienda. El 26 de marzo había 61 casos en el país.
El ministro del área dijo también el 27 de marzo que dotaría un laboratorio para Tarija en 48 horas. Luego aclaró que sería un poco más. Tardó casi cincuenta días. El mismo ministro dijo que la cuarentena de Áñez hasta el 30 de mayo había ahorrado al país dos millones de muertos. Suponemos que fue un error, pero ni lo aclaró.
A principios de abril un grupo de bolivianos buscavidas en Chile llegan a la frontera de Pisiga huyendo del virus y la crisis económica en el país transandino. El ministro de Defensa dice que no entra nadie. Al final entran, pero pasan dos semanas en carpas a 4.000 metros de altura. A la otra semana llega otro grupo en avión y se van directos a sus casas.
El 10 de abril, tras un mes de “silencio epidemiológico” en Oruro y cuando su alcalde ya planificaba su candidatura al olimpo de los políticos, aparece un positivo, y se muere. Era el número 9. A final de mes tenía 102. Luego se supo que habían realizado apenas una prueba diaria en los 30 días de cuarentena total.
El Gobierno pidió créditos. Y también recibió donaciones.
Áñez ofreció un bono de 400 para tercera edad, madres jóvenes y personas con discapacidad. Luego uno de 500 para escolares de colegios públicos. Luego también para colegios privados. Y luego un bono para todos.
El 20 de abril el Beni estalló y su silencio epidemiológico de 40 días se convirtió en 3.000 positivos. La mitad del personal de salud estaba contagiado. No había UTIS ni quien las manejara. Un mes después llegó un equipo de médicos voluntarios. Un mes y un día después, el Gobierno montó un operativo titulado “la madre de todos los encapsulamientos”. Media Bolivia TV que llegó para cubrir el superdespliegue acabó contagiado.
Áñez anunció el 1 de mayo un plan urgente de empleo para crear 600.000 puestos de trabajo y a 21 de junio no ha arrancado.
El 2 o 3 de mayo la hija de Jeanine Áñez celebró su cumpleaños en la casa presidencial a la que asistieron como invitados al menos la diputada Ginna Torrez y su hijo violando flagrantemente la cuarentena y dando un ejemplo ideal de lo que podía ser la “cuarentena dinámica” que unos días antes había anunciado, endosando ya las responsabilidades a los Gobernadores.
Torrez y su hijo llegaron además en un vuelo de la FAB que había usado la hija de Áñez para venir a hacer un acto solidario en Tarija que no era exactamente llevar a Torrez al cumpleaños. Torrez dijo que le prestaron el avión para llegar a la sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero luego se supo que no estuvo en la sesión. Pero todo bien.
Esos días de primeros de mayo también habló el Ministro Navajas sobre los 10.000 casos que “con suerte” se alcanzarían en ese mes. También que habría “muchos muertos”. Se acababa de aprobar la “cuarentena dinámica”. No dijo cómo intentaría evitar la cifra.
Luego vino lo de los respiradores. (Un largo silencio porque todos saben).
Un detalle: el juez que iba a cautelar a los sospechosos de lo de los respiradores (largo silencio de nuevo), entre ellos el Ministro Navajas, fue aprehendido sin orden judicial a las puertas de la audiencia, que se tuvo que postergar un día más. Luego quedó libre, pero como sería la cosa que no ha pasado nada más.
Diputados aprobó una Ley de alquileres para lo que dure la emergencia cuando ya había acabado la emergencia.
Oscar Ortiz anunció que se ampliaba el no pago de créditos hasta septiembre y luego resultó que era solo para no asalariados. Mil formas de arruinar una buena noticia.
Por el medio a alguien se le ocurrió aplazar las elecciones del 3 de mayo. Luego a alguien se le ocurrió hacerlas el 2 de agosto. Áñez dijo que mejor en septiembre como decía el TSE. Cuando el TSE las puso en septiembre dijo que mejor en octubre o noviembre y le pidió a Copa que presentara un informe de respaldo en tema de Salud. Copa le dijo que el Gobierno es quien debiera tener claro el informe, la estrategia de lucha y todo lo demás, y que al fin y al cabo el Gobierno era quien había levantado la emergencia el 1 de junio.
El Ministro Iván Arias negoció el retorno de los micros a El Alto. Luego hizo lo de Thanos. Luego autorizó vuelos departamentales. Luego lloriqueaba diciendo “algo estamos haciendo mal”. En la tarde autorizó el transporte de pasajeros interdepartamental entre Oruro y La Paz. Bueno, su viceministro.
El domingo 14 de junio el Beni sumó 8 casos positivos. Samuel Doria Medina, candidato a la Vicepresidencia, que ya habla como si el Gobierno fuera suyo y al que algunos llaman “kencha” dijo el lunes que la epidemia en el Beni ya había pasado. Ese día sumó 12. El miércoles sumó 134 y el jueves 198.
Pese a qué hay algunas poblaciones en pleno crecimiento del COVID-19, los datos reflejan que se llegó a la cima de la pandemia en el departamento del Beni, a partir de ahora irán decreciendo los casos de contagio y muerte por el virus.
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) June 15, 2020
Lo del Embajador Mostajo. (Silencio). Primero nadie sabía qué hacía, pero hablaba de compras y desaconsejaba todo. Luego dijo que se encargó de la estrategia. Cuando alguien le hizo caer en cuenta que su estrategia pasó de 27 casos a 10.000 y que no había los 500 respiradores prometidos, que no eran los de España, y que al final no eran 500, desapareció. La Canciller dijo no tener idea de donde estaba pero que había pedido permiso sin goce de haber. Luego él dijo que se “autodeclaró en comisión” y retornó a Estados Unidos donde se supone tiene sede su embajada. Declaró por los respiradores (silencio) por escrito. Ya no está en el país.
PD.- Esta edición se cierra los viernes tarde o los sábados temprano, por lo que no podemos asegurar que no haya pasado algún otro despropósito en estas últimas horas.