¿En qué piensan los partidos tarijeños?
¿Por qué en Tarija sí importan las elecciones subnacionales y en el resto del país lo dan todo en las nacionales? El análisis es complejo, pero evidente. Los partidos en Tarija guardan sus fichas más potentes para las elecciones departamentales, y cuando no lo hacen, es porque están...



¿Por qué en Tarija sí importan las elecciones subnacionales y en el resto del país lo dan todo en las nacionales? El análisis es complejo, pero evidente. Los partidos en Tarija guardan sus fichas más potentes para las elecciones departamentales, y cuando no lo hacen, es porque están desplegando una estrategia específica en las nacionales para que tenga un impacto en lo departamental dentro de seis meses.
Es el caso de Waldemar Peralta, joven y muy cercano al Gobernador Adrián Oliva, hábil en lo político y con formación en gestión que sin embargo ha cambiado su rol como secretario influyente por ser primer diputado plurinacional de Carlos Mesa por Tarija en la próxima legislatura, ya que según las encuestas, solo en el caso de que CC sacara los cuatro uninominales se quedaría fuera.
Es el caso también de Patricia Paputsakis, que siendo una estrella emergente dentro del Gobierno Municipal y el partido del Alcalde, Rodrigo Paz, ha decidido ceder su cargo al frente de la pionera Secretaría de la Familia para pelear la circunscripción 40 de la mano de Carlos Mesa y retornar a La Paz esta vez como asambleísta titular.
Pero también puede ser el caso de Daniela Rojas, una joven activista sin mayor experiencia ni proyección que el de su círculo más cercano que sin embargo ha optado por asumir el desafío de la mano de Óscar Montes y Óscar Ortiz.
E incluso puede ser el caso del insigne Henry Párraga, una institución dentro del MAS Tarija que nunca ha exigido demasiado y siempre ha sido de lo más orgánico, y que esta vez ha sido designado para combatir la C41.
Líneas y trampas
Los dos primeros responden a una estrategia alineada con sus líderes, los dos segundos tal vez a una trampa.
Es evidente que Adrián Oliva ha decidido medirse con una persona en las listas absolutamente mimetizado con su personalidad y su forma de gobernar. Más allá del apoyo a Carlos Mesa, Oliva no ha querido dejar a la interpretación personal quién es el aliado principal en Tarija y ha colocado a su mano derecha. Peralta, que siempre piensa en grande, ha aceptado el desafío. Uno de los problemas de Oliva en la gestión es su falta de voceros, siendo precisamente Peralta uno de los más acreditados. En el esquema está adelantar naves a lo nacional para dar mayor peso nacional a Oliva en la estrategia de reelección en marzo, pero evidentemente, todo pasa por una victoria.
En el caso de Patricia Paputsakis, que si bien es cierto no necesita de muchos padrinos luego de su trayectoria acumulada a pesar de su juventud, Rodrigo Paz ha apostado a capitalizar una victoria local que le de oxígeno en su carrera por la reelección al frente de la Alcaldía de Tarija y rompa una dinámica derrotista a la que sus decisiones y tiempos le han llevado. Rodrigo Paz se acerca a Mesa sin decirlo, y se aleja de los fantasmas del MAS. De hecho ha subido su tono de opositor a cuenta de los incendios y en el paro del 21 de agosto.
Por su parte, Paputsakis está cómoda en el rol que le ha tocado desempeñar, fortaleciendo su perfil en una disputa por la circunscripción que puede estar más dura de lo que parece. Paputsakis fue diputada y postuló a concejal en 2015, aunque fue relevada al final por la famosa resolución del TSE que impedía a los parlamentarios postular a cargos locales en una forzada interpretación de la norma de residencia como ya dejaron en claro los tribunales mucho después. Esa decisión, en cualquier caso, le ha permitido ganar experiencia como ejecutiva al frente de una secretaría complicada. Si gana, tendrá legitimidad para liderar; si pierde igualmente habrá dado un paso de gigante.
La apuesta con Daniela Rojas es mucho más intrincada. Una joven poco conocida por los votantes y que cuenta con una carta de presentación muy sectorializada: “activista”, algo que ni en redes acaba de quedar claro que es, asumió el reto de representar a UNIR de Óscar Montes en la alianza con Óscar Ortiz cuando ni siquiera Montes tiene claro cuánto quiere apoyar a Ortiz. Es una apuesta de riesgo para Rojas, que por otro lado da un meritorio salto fulgurante, pero que de ganar la convertiría de inmediato en una star system y que de perder, solo vendrá a ahondar en el concepto de “no renovación” que las fuerzas políticas vienen impulsando mientras dicen lo contrario. Una derrota de Rojas permitirá a aquellos que llevan toda la vida en política argumentar que la gente no quiere experimentos, cerrando puertas y dando palmaditas en las espaldas.
No se queda atrás la apuesta de Párraga, ilustre dirigente del MAS, uno de los que ha tragado “sapos” con honor, lo que le permitía también hablar claro donde se debía sobre la estrategia del MAS y sus invitados. Ahora le toca defender sus postulados en la primera línea en la complicada C41, a priori los barrios más obreros y humildes de Tarija donde en principio debería tener ventaja el Movimiento Al Socialismo. Si le sale bien, las tesis de lo orgánico y de elegir candidatos con legitimidad en el Movimiento quedará legitimada; si le sale mal, la próxima batalla por la configuración de las listas tendrá un claro denominador en forma de “invitado”.
En Tarija importa y mucho la elección subnacional, pero ganar o perder los nacional puede acabar por ordenarlo todo. El pulso ha comenzado.
Es el caso de Waldemar Peralta, joven y muy cercano al Gobernador Adrián Oliva, hábil en lo político y con formación en gestión que sin embargo ha cambiado su rol como secretario influyente por ser primer diputado plurinacional de Carlos Mesa por Tarija en la próxima legislatura, ya que según las encuestas, solo en el caso de que CC sacara los cuatro uninominales se quedaría fuera.
Es el caso también de Patricia Paputsakis, que siendo una estrella emergente dentro del Gobierno Municipal y el partido del Alcalde, Rodrigo Paz, ha decidido ceder su cargo al frente de la pionera Secretaría de la Familia para pelear la circunscripción 40 de la mano de Carlos Mesa y retornar a La Paz esta vez como asambleísta titular.
Pero también puede ser el caso de Daniela Rojas, una joven activista sin mayor experiencia ni proyección que el de su círculo más cercano que sin embargo ha optado por asumir el desafío de la mano de Óscar Montes y Óscar Ortiz.
E incluso puede ser el caso del insigne Henry Párraga, una institución dentro del MAS Tarija que nunca ha exigido demasiado y siempre ha sido de lo más orgánico, y que esta vez ha sido designado para combatir la C41.
Líneas y trampas
Los dos primeros responden a una estrategia alineada con sus líderes, los dos segundos tal vez a una trampa.
Es evidente que Adrián Oliva ha decidido medirse con una persona en las listas absolutamente mimetizado con su personalidad y su forma de gobernar. Más allá del apoyo a Carlos Mesa, Oliva no ha querido dejar a la interpretación personal quién es el aliado principal en Tarija y ha colocado a su mano derecha. Peralta, que siempre piensa en grande, ha aceptado el desafío. Uno de los problemas de Oliva en la gestión es su falta de voceros, siendo precisamente Peralta uno de los más acreditados. En el esquema está adelantar naves a lo nacional para dar mayor peso nacional a Oliva en la estrategia de reelección en marzo, pero evidentemente, todo pasa por una victoria.
En el caso de Patricia Paputsakis, que si bien es cierto no necesita de muchos padrinos luego de su trayectoria acumulada a pesar de su juventud, Rodrigo Paz ha apostado a capitalizar una victoria local que le de oxígeno en su carrera por la reelección al frente de la Alcaldía de Tarija y rompa una dinámica derrotista a la que sus decisiones y tiempos le han llevado. Rodrigo Paz se acerca a Mesa sin decirlo, y se aleja de los fantasmas del MAS. De hecho ha subido su tono de opositor a cuenta de los incendios y en el paro del 21 de agosto.
Por su parte, Paputsakis está cómoda en el rol que le ha tocado desempeñar, fortaleciendo su perfil en una disputa por la circunscripción que puede estar más dura de lo que parece. Paputsakis fue diputada y postuló a concejal en 2015, aunque fue relevada al final por la famosa resolución del TSE que impedía a los parlamentarios postular a cargos locales en una forzada interpretación de la norma de residencia como ya dejaron en claro los tribunales mucho después. Esa decisión, en cualquier caso, le ha permitido ganar experiencia como ejecutiva al frente de una secretaría complicada. Si gana, tendrá legitimidad para liderar; si pierde igualmente habrá dado un paso de gigante.
La apuesta con Daniela Rojas es mucho más intrincada. Una joven poco conocida por los votantes y que cuenta con una carta de presentación muy sectorializada: “activista”, algo que ni en redes acaba de quedar claro que es, asumió el reto de representar a UNIR de Óscar Montes en la alianza con Óscar Ortiz cuando ni siquiera Montes tiene claro cuánto quiere apoyar a Ortiz. Es una apuesta de riesgo para Rojas, que por otro lado da un meritorio salto fulgurante, pero que de ganar la convertiría de inmediato en una star system y que de perder, solo vendrá a ahondar en el concepto de “no renovación” que las fuerzas políticas vienen impulsando mientras dicen lo contrario. Una derrota de Rojas permitirá a aquellos que llevan toda la vida en política argumentar que la gente no quiere experimentos, cerrando puertas y dando palmaditas en las espaldas.
No se queda atrás la apuesta de Párraga, ilustre dirigente del MAS, uno de los que ha tragado “sapos” con honor, lo que le permitía también hablar claro donde se debía sobre la estrategia del MAS y sus invitados. Ahora le toca defender sus postulados en la primera línea en la complicada C41, a priori los barrios más obreros y humildes de Tarija donde en principio debería tener ventaja el Movimiento Al Socialismo. Si le sale bien, las tesis de lo orgánico y de elegir candidatos con legitimidad en el Movimiento quedará legitimada; si le sale mal, la próxima batalla por la configuración de las listas tendrá un claro denominador en forma de “invitado”.
En Tarija importa y mucho la elección subnacional, pero ganar o perder los nacional puede acabar por ordenarlo todo. El pulso ha comenzado.