Listas, dudas, resaca
A dos días de haber presentado las listas, las reacciones son las habituales. Nervios y dudas entre los que tuvieron entre manos las decisiones; dedos cruzados para aquellos que se juegan más que lo nacional; analistas haciendo números por barrios y calles; alivio para los que lograron su...



A dos días de haber presentado las listas, las reacciones son las habituales. Nervios y dudas entre los que tuvieron entre manos las decisiones; dedos cruzados para aquellos que se juegan más que lo nacional; analistas haciendo números por barrios y calles; alivio para los que lograron su objetivo.
El MAS ha peleado menos que de costumbre, más que nada porque llevaba un año peleando. Las proyecciones están tan malas en Tarija que nadie quiere asumir la responsabilidad, por lo que todos los sectores se declaran damnificados al mismo tiempo que declaran que empujarán en la misma dirección.
Este año, Evo Morales no ha metido invitados tan sonoros como Milcíades Peñaloza o Ignacio Soruco Grandchant, lo que no quiere decir que la lista no esté llena de invitados. Invitada es Patricia Serrano como primera senadora, ex directora de Aldeas y con perfil propio; pero también lo es el primer plurinominal, Walter Aguilera, que hace semanas se había “agarrado la pega” de senador por el acuerdo global de la Central Obrera con el MAS y finalmente acabó bajando a la diputación. Aguilera no había sido masista nunca, dicen los enojados, pero “ni modo”.
Mayor enojo hay en el Chaco con la enorme cuota dada a Carlos Brú, de la misma cuerda de Milcíades, y que no solo se ha puesto él como segundo senador sino que ha colocado a su colaboradora Jaqueline Gutiérrez en el segundo curul plurinacional. La 43 se la quedó el bloque del ejecutivo José Quecaña, mientras que las otras provincias y el alcalde de Yacuiba se quedaron sin nada. Ramiro Vallejos que se hizo masista a los cuatro meses de ser electo sobre la espalda de Wilman Carodoz, se despachó a gusto contra las listas, lo que con probabilidad le pasará factura en marzo.
Por las uninominales también han quedado dolidos en O´Connor, pues entendían que la 42 les tocaba ahora a ellos luego de la gestión de la bermejeña Nelly Lenz, que además no cumplió los objetivos previstos con la modificación de la Ley del 45%.
Respecto a las dos de Cercado, la elección de Claribel Subia en la 40, que el año anterior ganaron contra pronóstico Ignacio Soruco y Sonia Condori, no ha acabado de caer bien a todos; mientras que la de Henry Párraga si cuenta con un mínimo de respaldo.
Oposición en carrera
A nadie se le escapa que la lucha por las nacionales tiene en Tarija un segundo componente importante, que es el de la batalla por las subnacionales. Tarija es tal vez el único departamento donde realmente hay interés en la Gobernación, y eso se nota.
Una victoria del MAS podría acabar por derribar uno de esos mitos falsos repetidos mil veces: “El MAS no gana en Tarija”. Dos veces lo hizo en 2009 y 2014 en las nacionales. No así en las subnacionales. Pero los estrategas del MAS ya han hecho lo suficiente como para sembrar el hartazgo de nadar contracorriente, algo que llegaría a su zénit en la convocatoria de 2020.
De momento, se mantienen listas separadas de opositores, un dato que esta vez será más difícil de olvidar si el MAS vuelve a ganar como sucedió en 2014.
La lista de Carlos Mesa se ha llenado de políticos experimentados y con más de una sorpresa. La primera senadora acabó siendo Zoya Zamora, guardiana de las siglas del FRI, y el primer plurinacional Waldemar Peralta, uno de los hombres más cercanos a Adrián Oliva, al final aliado referente en la región. Los dos son políticos preparados y curtidos en mil batallas, de generaciones muy distintas, y que vienen a matizar el discurso inicial, tal vez demasiado timorato, de Comunidad Ciudadana.
Para acabar de cuadrar, Wilman Cardozo se metió de segundo senador y habrá pelea Brú – Cardozo, un mano a mano que lleva años demorándose por distintas razones.
En las uninominales ha habido revolución. Patricia Paputsakis ha dado un paso al frente y ha aceptado la invitación de Carlos Mesa al margen de lo que el alcalde Rodrigo Paz, líder de Primero la Gente y del que en principio forma parte la también secretaria de Mujer y Familia.
Mientras tanto, el bloque de Bolivia Dice No se ha lanzado con mucha euforia inicial y con un padrinazgo controvertido. Tanto a Marcela Guerrero – primera diputada plurinominal – como a Diego Navarro – uninominal por la circunscripción 41 – se les reconocen vínculos formales con el UNIR de Óscar Montes, quien a su vez negó que fuera a poner candidatos en las listas, y a su vez, que acompañaría la campaña hasta el final. Montes ha negado por activa y por pasiva que se haya borrado de la campaña, pero a la presentación de candidatos no apareció ni él ni nadie de UNIR; ni una bandera.