Los amigos de Evo lo proclaman presidente
El presidente Evo Morales ya es el candidato en Tarija para las elecciones de 2019. Ya lo era para todo el país, pero ahora lo es también en Tarija. Sus amigos, reunidos todos en la entrega de la carretera Entre Ríos Palos Blancos, así lo proclamaron. La entrega de la vía el pasado jueves...



El presidente Evo Morales ya es el candidato en Tarija para las elecciones de 2019. Ya lo era para todo el país, pero ahora lo es también en Tarija. Sus amigos, reunidos todos en la entrega de la carretera Entre Ríos Palos Blancos, así lo proclamaron.
La entrega de la vía el pasado jueves se convirtió en una especie de pasarela de la moda neoyorquina masista en el que no cabía un alfiler, cada cual exhibía sus credenciales. Lo importante era hacerse ver, arrancar al menos un guiño, una sonrisa del Presidente, algo con lo que poder codear al de al lado y sentirse más jefe que los demás.
Lo dijo el vicepresidente Álvaro García Linera en su discurso de la sesión de Honor del 15 de Abril en la Asamblea Legislativa. “En Tarija pelean por todo, los del mismo partido, todos quieren tener razón”. Nada más que agregar.
En la vía Entre Ríos Palos Blancos se reunió la plana mayor.
Estaba el senador Milcíades Peñaloza, el amigo de Óscar Montes, el empresario exitoso y a quien Morales nombró comandante en jefe para esta gestión. No pudo seguramente rendir informe detallado, pues las huestes están bastante dispersas. Las ausencias en los actos de las efemérides habían desatado rumores de deserción, pero parece que todavía.
Estaba la presidenta de la Asamblea Sara Armella que ha tomado el poder de la Federación Campesina y apunta maneras de líder con gestión limpia y talante dialogante. No es la mejor amiga del presidente pero le toca por protocolo estar cerca. La conexión de base le ayuda, pero a la vez, le perjudica. Tal vez pudo informar de los que le serruchan el piso.
No estaba Álvaro Ruíz, el jefe de los alcaldes de Bolivia, aspirante confeso a la nominación y varias veces negado desde las altas esferas. Su conexión con Milcíades no es la mejor: solo puede quedar uno. Lo oficial es que estaba en una reunión en La Paz.
Si estaba su sucesora en la jefatura de los alcaldes de Tarija, Gladys Alarcón, que le gusta ejercer el poder y no piensa guardar ausencias en sus ambiciones. Alarcón también quiere estar en el número 1 o 2. No es que solo la usen para polarizar con Armella.
Estaba también el Gobernador del Chaco José Quecaña, que seguramente quiere seguir siéndolo y que le resultaba un buen día para lucirse porque no estaba el siempre “favorito” de Morales, Carlos Brú, ahora viceministro. Lo que le pasa a Quecaña es que su humor es más de tú a tú y lo de los discursos le trafuca, como cuando dijo que la democracia era respetar lo que se decía en las urnas y lo otro dictaduras.
Estaban todos los alcaldes del Chaco. Todos. Y los que no eran del Chaco.
Estaba el diputado Ignacio Soruco, que ha bajado el perfil luego de prometer licitaciones a diestro y siniestro, como la de la planta, sin que se materialicen.
Estaba el jefe de los subgobernadores, Walter Ferrufino, al que sí le van este tipo de escenarios y aprovechó para decirle al presidente que él no es un “molestoso” del 45%, que respetaba las conquistas del Chaco, cuyos votos necesitará si es que acaba siendo candidato, y dijo que había entendido que el lío había que apuntárselo al Gobernador, pero no sabía bien como.
Estaba Johnny Torres, subgobernador de Cercado, desatando todas las lenguas viperinas, sobre todo las que le consideran el “único opositor”. Unos dicen que aplaudía cuando le dijeron que siguiera hasta 2025. Otros que no se oía. Torres ya dijo que apoyaba a Goni y con eso ya no es masista.
Estaba la presidenta de la Brigada Parlamentaria Jaqueline Mendieta, empeñada en demostrar que tiene criterio propio, aunque este sea hacer oídos sordos a las instrucciones del Evo y seguir removiendo la herida de la redistribución de regalías.
Hasta aquí son 7 jefes, solo institucionales, porque también estaban todos los de las organizaciones sociales, indígenas, juventudes, etc…
También estaba Lino Condori, el ex Gobernador, quien quiere ser candidato. Dicen que no lo saludó. O muy poco.
Más temprano que tarde conoceremos las notas que hizo el presidente sobre el evento. O tal vez no. La cuestión es que ya hay candidato para Tarija.
La entrega de la vía el pasado jueves se convirtió en una especie de pasarela de la moda neoyorquina masista en el que no cabía un alfiler, cada cual exhibía sus credenciales. Lo importante era hacerse ver, arrancar al menos un guiño, una sonrisa del Presidente, algo con lo que poder codear al de al lado y sentirse más jefe que los demás.
Lo dijo el vicepresidente Álvaro García Linera en su discurso de la sesión de Honor del 15 de Abril en la Asamblea Legislativa. “En Tarija pelean por todo, los del mismo partido, todos quieren tener razón”. Nada más que agregar.
En la vía Entre Ríos Palos Blancos se reunió la plana mayor.
Estaba el senador Milcíades Peñaloza, el amigo de Óscar Montes, el empresario exitoso y a quien Morales nombró comandante en jefe para esta gestión. No pudo seguramente rendir informe detallado, pues las huestes están bastante dispersas. Las ausencias en los actos de las efemérides habían desatado rumores de deserción, pero parece que todavía.
Estaba la presidenta de la Asamblea Sara Armella que ha tomado el poder de la Federación Campesina y apunta maneras de líder con gestión limpia y talante dialogante. No es la mejor amiga del presidente pero le toca por protocolo estar cerca. La conexión de base le ayuda, pero a la vez, le perjudica. Tal vez pudo informar de los que le serruchan el piso.
No estaba Álvaro Ruíz, el jefe de los alcaldes de Bolivia, aspirante confeso a la nominación y varias veces negado desde las altas esferas. Su conexión con Milcíades no es la mejor: solo puede quedar uno. Lo oficial es que estaba en una reunión en La Paz.
Si estaba su sucesora en la jefatura de los alcaldes de Tarija, Gladys Alarcón, que le gusta ejercer el poder y no piensa guardar ausencias en sus ambiciones. Alarcón también quiere estar en el número 1 o 2. No es que solo la usen para polarizar con Armella.
Estaba también el Gobernador del Chaco José Quecaña, que seguramente quiere seguir siéndolo y que le resultaba un buen día para lucirse porque no estaba el siempre “favorito” de Morales, Carlos Brú, ahora viceministro. Lo que le pasa a Quecaña es que su humor es más de tú a tú y lo de los discursos le trafuca, como cuando dijo que la democracia era respetar lo que se decía en las urnas y lo otro dictaduras.
Estaban todos los alcaldes del Chaco. Todos. Y los que no eran del Chaco.
Estaba el diputado Ignacio Soruco, que ha bajado el perfil luego de prometer licitaciones a diestro y siniestro, como la de la planta, sin que se materialicen.
Estaba el jefe de los subgobernadores, Walter Ferrufino, al que sí le van este tipo de escenarios y aprovechó para decirle al presidente que él no es un “molestoso” del 45%, que respetaba las conquistas del Chaco, cuyos votos necesitará si es que acaba siendo candidato, y dijo que había entendido que el lío había que apuntárselo al Gobernador, pero no sabía bien como.
Estaba Johnny Torres, subgobernador de Cercado, desatando todas las lenguas viperinas, sobre todo las que le consideran el “único opositor”. Unos dicen que aplaudía cuando le dijeron que siguiera hasta 2025. Otros que no se oía. Torres ya dijo que apoyaba a Goni y con eso ya no es masista.
Estaba la presidenta de la Brigada Parlamentaria Jaqueline Mendieta, empeñada en demostrar que tiene criterio propio, aunque este sea hacer oídos sordos a las instrucciones del Evo y seguir removiendo la herida de la redistribución de regalías.
Hasta aquí son 7 jefes, solo institucionales, porque también estaban todos los de las organizaciones sociales, indígenas, juventudes, etc…
También estaba Lino Condori, el ex Gobernador, quien quiere ser candidato. Dicen que no lo saludó. O muy poco.
Más temprano que tarde conoceremos las notas que hizo el presidente sobre el evento. O tal vez no. La cuestión es que ya hay candidato para Tarija.