Los fragmentos de un discurso que nadie escuchó
No resultará sencillo entender por qué las siguientes partes del discurso presidencial no fueron destacadas y ni siquiera reproducidas por ningún medio de comunicación. Probablemente, esa omisión, con el tiempo, se vuelva una reiterada reflexión para analistas de diversas especialidades y...



Políticas de Estado
“(…) Hermanas y hermanos, yo quiero ser muy sincero. Cuando los compañeros economistas, engeniiieros y otros me proponían planes de Gobierno, yo les respondía que, sea como sea, tenía que haber tres cosas: una economía productiva, educación de calidad y salud, que beneficien a todos los bolivianos y bolivianas. De eso creo que cualesquiera se da de cuenta.
Si nos contentábamos a recibir lo del gas y tirar la plata, ahorita estaríamos no sabiendo cómo decirles que se viene una crisis para los bolivianos. Tendríamos que estar como disimulando, mareándoles con cifras de plata y de carreteras. El menistro Arce tendría que estar haciéndose el kelli, el gil, como dicen algunos compañeros. (Risas)
Pero, fuera de broma, sería una vergüenza, sería indignante para el país. Cualesquiera diría: ´¡Cómo con tanta plata no han sabido prepararse para cuando ya no haya gas o bajen los precios!´.
Pero, hermanas y hermanos, por primera vez en la historia, repito, por primera vez en la historia, hemos construido una base económica, como dicen los compañeros economistas, anti cíclica. Nuestra economía tiene defensas para adaptarse a cambios y no dependemos de uno o dos recursos naturales. Confío en que con esta base económica diversificada ya no habrá más crisis como la de la UDP o la que trajo Gonzalo Sánchez de Lozada (aplausos).
(…) Les decía hermanos y hermanas, tenemos una economía diversificada. Aprovecho aquí para saludar a los hermanos de las organizaciones de productores de alimentos orgánicos, a los hermanos de las procesadoras de frutas, a las nuevas asociaciones de industriales exportadores, a los empresarios del turismo comunitario. Un aplauso, por favor (…)
Decirles, con mocho orgullo, que hoy Bolivia produce más del 90 por ciento de sus alimentos y, en pocos años más, esperamos tener plena soberanía alimentaria…(aplausos, aclamación)
Educación y salud
(…) Hermanos y hermanas…En salud y educación, a mí me dolía mucho, lo que pasaba en los hospitales públicos. Ver gente en la puerta del Hospital General de La Paz, ver las colas de enfermos de noche en el San Juan de Dios en Tarija. En Santa Cruz, camillas viejas, quirófanos en mal estado, sin ambulancias. Realmente era una tragedia… Ahora, más bien, todos los hospitales públicos han sido reconstruidos o remodelados y hemos impuesto un servicio con calidad humana para todos los bolivianos e bolivianas… (aplausos, vítores)
Hermanos y hermanas, hay inversiones que no son para propaganda electoral, para mostrar en el presente, pero sirven mucho más que otras. Otros gobiernos pensaban que apoyar a la educación era construir y construir escuelas. Yo pregunto: ¿de qué sirve construir y construir escuelas si los docentes son mal preparados, mal pagados, mal equipados y encima no están en sistema que apunte a la calidad y a la productividad?
Si hubiéramos querido sólo posar con obritas, mostraríamos escuelitas por aquí y por allá, pero hemos apostado a una revolución educativa, Lo hemos hecho sin ceder ante sindicatos corruptos, roscas universitarias, ni ante empresarios que lucran con la educación. Ya se ven los cambios, hay indicadores que muestran que tenemos mejores profesionales, mejores técnicos …y la mayoría está trabajando en las nuevas industrias e instituciones de nuestra economía productiva. Antes, la mayoría del país era contrabandista, médicos andaban conduciendo taxis, ingenieros poniendo negocitos de ventas…Estoy seguro, hermanos y hermanas, ¡vamos a vencer el desempleo y el subempleo! (aplausos, vítores, aclamaciones).
Madre Tierra
(…) Debo reconocer, hermanos y hermanas, que case me han hecho meter la pata, como se dice. Por poquito, unos malos consejeros casi me hacen invertir en una planta nuclear, otros querían que gastemos la plata, que recuperamos con la nacionalización, en represas gigantes. Todo era contra el medio ambiente, contra la Madre Tierra, contra la Pachamama. Más bien que reaccionamos a tiempo. Como ustedes saben, estamos apostando a renovar nuestra matriz energética con energías alternativas. Igual, hemos iniciado el proyecto nacional para erradicar el cultivo de transgénicos en el país. Sabemos que todo eso responde a intereses imperialistas, supracapitalistas contra los que estamos totalmente hermanos. Quiero decirles, hay grande admiración en el mundo por lo que estamos haciendo los bolivianos… (aplausos y vitores)
(…) Hermanas y hermanos, todo eso es fruto de un manejo minucioso de los recursos del gas. Quiero contarles, y el no me va a desmentir, el Menistro Arce quería que toda nuestra plata se la prestemos a los bancos del exterior. Yo hasta sabía que de esos préstamos, por charlitas bajo la mesa, surge mucha corrupción. Que eso hacían el Goni, el Tuto y otros con la gente del Banco Central. Pero el Menistro insistía, como cuando alguien tiene su segundina (Risas). Al final cedió como de mala gana, y yo le dije que si no, que se vaya. Es que la banca mundial es el imperio mismo compañeros, no vamos a entregarle nuestra plata del gas a ellos. Hay que ver lo que están haciendo en el mundo con la plata de otros (aplausos durante dos minutos)…
Justicia
(…) Quiero decirles a los hermanos tarijeños que seremos inflexibles para que los responsables de la anterior gestión de la Gobernación rindan cuentas ante la justicia. Acá los compañeros me decían que no era el Fino, que es sonsito, que andaba mamado todo el rato…Otros decían que el “Barrabás” se lo llevaba a sus casas de chicas. Que el otro se ha robado y ha puesto su periódico y canal Tantaluz… No sé. Pero lo que han hecho con Tarija no tiene nombre y van a tener que pagar compañeros y compañeras (aplausos, vítores, pedidos de re re re elección, himno, etc)….
Son algunos de los fragmentos del discurso que ningún medio estatal ni privado reprodujo. Son los fragmentos de un discurso que nadie en Bolivia escuchó, pero que millones de bolivianos hubiesen querido escuchar con júbilo. Lo peor, son los fragmentos de un discurso que en buena medida pudo haber sido realidad este 6 de agosto, pero que no lo será por, probablemente, varias décadas o siglos más. Al parecer, nuevamente, perdimos la oportunidad de romper con la recurrencia fatal.