2015, entre fantasmas y puñaladas
2015 ha supuesto un cambio en el tablero político tarijeño de tamaño considerable y de consideraciones todavía impredecibles. Con la elección del 29 de marzo y la posterior segunda vuelta del 3 de mayo se puso fin al gobierno interino de Lino Condori Aramayo e inició la gestión de un joven...
2015 ha supuesto un cambio en el tablero político tarijeño de tamaño considerable y de consideraciones todavía impredecibles. Con la elección del 29 de marzo y la posterior segunda vuelta del 3 de mayo se puso fin al gobierno interino de Lino Condori Aramayo e inició la gestión de un joven Adrián Oliva respaldado con un 45 por ciento en primera vuelta y un 60 por ciento en segunda gracias al apoyo del campesino y disidente del MAS Luis Alfaro. 2015 ha sido para el MAS una pesadilla constante, a la constatación de que Lino Condori y su gobernación interina alcanzada hace cinco años por estas fechas ha supuesto un quiebre definitivo con su base natural, la pérdida de credibilidad en el mensaje de cambio ha dejado al Movimiento Al Socialismo tarijeño transformado en un partido sin identidad definida donde sus gestores de siempre, como Julia Ramos, han acabado en la cárcel acusados de corrupción mientras que los puestos de salida y cargos institucionales los han acaparado una serie de tránsfugas y conversos de clases acomodadas en Tarija.Mientras tanto, la oposición a Evo Morales y a Lino Condori en Tarija logró un pacto inédito bajo la fórmula de Unidad Departamental Autonomista (UD-A) en la que estaban todos menos Óscar Montes, quien inicialmente era favorito a la silla de Gobernación y acabó embarrando su proyecto entre ambiciones de unos y presiones de otros. Sus 15 años en la Alcaldía de Tarija le dieron para sumar más enemigos que adeptos y el sueño se frustró. Adrián Oliva logró sumar los apoyos luego de una carrera que empezó como un sprint en agosto de 2014 con Vanguardia Integración y acabó siendo una carrera de fondo y paciencia.La estrategia de Oliva y los jóvenes de Vanguardia dio sus frutos ante la carencia de liderazgos claros en el resto de fuerzas y sobre todo por la firme alianza a fuego firmada con Wilman Cardozo para cortejar el Chaco. Montes lo niega pero la negativa del chaqueño a plegarse a otra alternativa que intentó el propio Jhonny Torres en un viaje exprés a Yacuiba, publicitado por televisión en las fechas de pre campaña acabó por decantar la balanza. El propio Jhonny Torres se acabó sumando a UD-A luego de varios titubeos en los que llegó a presentar un domingo su candidatura en solitario (con el MNR) a la Gobernación para acabar al día siguiente en la lista de UD-A a la subgobernación de Cercado, sin duda una concesión muy jugosa y que ganó sin apenas despeinarse.La confección de listas también trajo quebraderos de cabeza en el MAS, donde se asestó la puñalada más perfecta en la espalda de Carlos Cabrera, el ex Rector y favorito en todas las encuestas en las que todavía aparecía como candidato del MAS luego de cinco años de letargo tras haber sido derrotado por la mínima por Mario Cossío en 2010 acabó KO el mismo martes de Carnaval. Cabrera renunció a su cargo de Decano en la Universidad Juan Misael Saracho un día después de que se registrara su candidatura en el Tribunal Electoral. En plenas navidades de 2014 ya un sector del MAS sembraba el rumor por todas las redacciones de prensa. Nadie hizo el “favor” de modificar la fecha de registro de la renuncia en la UAJMS pese a que sus gestores de entonces eran aliados del régimen. El propio Evo Morales anunció por televisión ese martes que estaba buscando nuevo candidato en Tarija, antes incluso de telefonear a Cabrera.El sustituto en la lista fue un inédito Pablo Canedo, considerado en las antípodas ideológicas y sociales del MAS pero que, ungido en un miércoles de ceniza, se dispuso con entusiasmo a expiar sus pecados en su propia penitencia acelerada. Una cuaresma de transformación que no le alcanzó para lograr los objetivos pero si para forzar una segunda vuelta que pocos esperaban. El factor sorpresa no jugó a su favor, como una gran cantidad de la militancia que se sintió nuevamente traicionada con la elección de candidato y se vengó con la misma moneda desde la desmovilización y filtración de audios y videos indiscriminadamente.El MAS logró una mayoría en la Asamblea Legislativa, que hasta la fecha no sabe en que emplear, y también en la mayoría de municipios y provincias, que lo propio. Logrados esos objetivos la segunda vuelta quedó vista para sentencia en pocos días pues más bien los aliados se empeñaron en ello; todavía no se entiende el fin que perseguía un Marcelo Poma desquiciado en la sala del Tribunal Electoral que llenó de agravios a sus miembros y fue desalojado dejando una de las fotos del año y que, por su show, puso en entredicho el resultado de las ánforas que ya para entonces se sabía que habían determinado una segunda vuelta. Tampoco se entiende porque nadie se acercó a Luis Alfaro, tercera fuerza con un significativo 14 por ciento capaz de dar mayorías y más bien se le cubrió con los mismos insultos y descalificaciones dejando en imposible un acercamiento.Alfaro se fue con Oliva que abrió las puertas de UD-A a cambio de un significativo número de carteras en el futuro gobierno y desatando la ira de los aliados originales, que no querían ni ver a uno de los verdugos de Mario Cossío compartiendo con ellos mesa y mantel. Aun hoy cuestionan esa alianza pese a que decantó la elección. Luis Pedraza, vocero de la parte más dura de Camino al Cambio y en la práctica portavoz del propio Cossío no dudó en cargar con todas sus fuerzas contra Adrián Oliva y sus decisiones, la primera a apenas tres semanas de formar gobierno. Lejos de retractarse ha profundizado en las críticas por los posteriores acercamientos de Oliva a Evo Morales o por su tibieza en la campaña por el NO en el próximo referéndum. La erosión interna está dando resultados y se espera tanto un cambio de actitud como uno de gobierno en las próximas fechas.Y es que pese al festival de puñaladas, 2015 ha sido sobre todo un año de fantasmas con el barril de petróleo en caída libre y la economía tiritando. Un fantasma que ha servido para justificar casi todas las decisiones en el departamento conscientes de que la plata se guarda en La Paz y lo que llega apenas alcanza y en la que pareciera que conseguir más pasara por cortejar al gobierno como si el manejo dependiera de la discrecionalidad y no de la fuerza del argumento y la necesidad. Por si faltara algo, 2016 viene, de momento, peor.
Desamores en la Alcaldía
Una de las reacciones post electorales que más han sorprendido este año ha sido el teórico enfriamiento en la relación entre Rodrigo Paz Pereira, el nuevo y más votado alcalde de Tarija y Óscar Montes Barzón, el hegemónico antecesor, del mismo partido, y que dejó la silla después de tres legislaturas y centenares de obras. Sorprendió a muchos, pese a que se había escrito previamente sobre ello, sobre todo por el enfrentamiento abierto interpretado a cuenta del Congreso del partido Unidos Para Renovar, un instrumento que tanto Montes como Paz habían calificado como una mera herramienta transitoria para alcanzar los objetivos políticos y que posteriormente carecía de vida orgánica. UNIR incluso realiza un acto simbólico de guardar la bandera del partido e izar la de Tarija para que no quepan dudas. Sin embargo, Montes intentó liderar UNIR convocando un Congreso no reconocido por el Tribunal para desplazar de la presidencia a su “amigo” Francisco Rosas, cercano a Paz en esta nueva etapa.El primer acto hostil de Montes hacia Paz se registró apenas unos días antes de la elección, con la sustitución en las listas de concejales de Patricia Paputsakis, inhabilitada como tantos por la disposición que impedía a diputados acceder a cargos locales, por su propia esposa. Unos y otros discrepan sobre cómo se consultó este movimiento. En el propio Consejo Municipal se han registrado hostilidades en algunos tratamientos de ley.No era de extrañar para nadie que Paz Pereira, una vez asumido el mando, tomaría las decisiones que considerara pertinentes, algo que afecta tanto a las dinámicas de funcionamiento como al personal en espacios clave, pero algo no acabó de gustar en el entorno del ex alcalde.El intento de tomar el poder desde el partido, para forzar una especie de tutorización de la nueva gestión fue abortada desde el TED. Posteriores conversaciones han intentado cerrar la herida pero por el momento sigue ahí, abierta y con dolor.
Cómo se ganó y se perdió el Chaco
La región chaqueña ha sido la que ha experimentado más transformaciones en la última década gracias a lo abultado de su chequera en esta última etapa a partir de la nacionalización y sobre todo de la Ley que adjudica de forma directa a sus cuentas el 45 por ciento de las regalías que se cobran en el departamento. En esta década nació y murió la experiencia política más controvertida en el país, un Poder Autonómico Nacional (PAN) que logró aglutinar a cantidad de cuadros de los partidos en descomposición (MNR, MIR, ADN, etc) para ponerlos a trabajar sobre una idea común. En el PAN cohabitaban desde Rubén Vaca y Carlos Brú hasta Wilman Cardozo y básicamente, decían, buscaban lo mejor para el Chaco. En ese contexto y con esa ideología, el PAN hizo caer a Mario Cossío con su apoyo a las mociones del MAS en la Asamblea en 2010 y desde ese prisma, los electos en los municipios y secciones no dudaron en buscar una alianza con el presidente Evo Morales. Lorgio Torres fue el primero en jurar, detrás vinieron Ermás Pérez, Carlos Brú y Ruben Vaca; el PAN ya era una idea frustrada partida por la mitad con Wilman Cardozo tirando para el otro lado y acusando de corrupción y un largo etcétera de agravios a sus ex correligionarios.En ese contexto se llegó a la elección y el pueblo castigó los desmanes de sus autoridades más allá de la atribución interesada del éxito a Wilman Cardozo. Lo cierto es que el poder quedó repartido y la región se volvió multicolor, la alcaldía de Yacuiba se fue para UD-A y la sección para el MAS que también aguantó en Caraparí pero no en la alcaldía que la intercambió por la de Villa Montes donde concurrieron hasta 12 fuerzas diferentes; a más, ISA se quedó con la subgobernación villamontina.Seis meses después casi nada pasa por el Chaco, preocupados todavía por intentar racionalizar una estructura construida en base a la lluvia de millones que ya no volverá. Mientras tanto, su Estatuto aguarda porque parece que a pocos les interesa implementar.