Operación Paracaídas o cómo no dejar el poder

Ya habíamos visto aterrizar a algunos de los personeros emblemáticos de la gestión del ex gobernador Lino Condori en algunas trincheras más o menos visibles; los más en la Asamblea Legislativa Departamental con un plantel de asesores que incluye incluso al ex presidente de la Institución. Vimos a Sandra Gutiérrez, que no solo “brilló” como secretaria de Justicia en la Gobernación de Lino sino que escaló hasta la cabeza del Ministerio desde el viceministerio donde recaló tras la reestructuración post-Condorvía, asumir como supersecretaria de la Subgobernación de Yacuiba, un cargo similar al que ejerce en la vecina Caraparí Román Yépez.Hay más, pero uno ha llamado particularmente la atención. Ramón Vilca asumió el martes como nuevo director regional del Ministerio de Trabajo en Tarija, lugar donde ya ejerció como funcionario años atrás. La noticia saltó un poco antes del mediodía amargándole el almuerzo a más de uno.Vilca ha sido durante cuatro años y medio uno de los principales colaboradores de Lino Condori, dentro de su círculo de confianza más íntimo aunque él ha negado varias veces que su relación con Condori fuera anterior a su propio nombramiento en la Dirección de Recursos Humanos. Aparentemente, Vilca fue avalado inicialmente por un sector de las Bartolinas Sisas aunque su resistencia en el cargo la logró por méritos propios. Vilca se atrincheró en una de las oficinas más codiciadas de la Gobernación y se dedicó a apagar fuegos y quizá a encender algunos. Más allá de las acusaciones de “tráfico de pegas”, de las que salió indemne como suele pasar en estos casos, y de las más graves acusaciones de “acoso sexual”, de las que siempre resulta difícil de probar, Vilca logró aguantar los cuatro años y medio junto a Condori, convirtiéndose en uno de los tres “magníficos intocables”. Solo el secretario ejecutivo Roberto Ruíz, el de Economía Grover Pereira y él mismo completaron la gestión en primera línea. Seguramente fue esa primera línea la que mejor jugó a su favor; Vilca fue de los pocos habituales en salir a la plaza y a los medios a defender la gestión de Condori mientras que otros ilustres del partido y del gobierno optaban por esconder la cabeza como el avestruz.Eso o la poderosa información que acumulaba le sirvió de salvavidas más de una vez, de hecho Vilca fue cesado según declaró el propio Lino Condori en conferencia de prensa, pero días después volvió al cargo sin mediar mayor explicación. Ni siquiera desapareció cuando apareció como décimo candidato a la Asamblea Departamental en las listas de diciembre y que le hubieran obligado a renunciar. Vilca siguió en primera línea administrando los contratos del personal y a él se le atribuye la penúltima maniobra post electoral en la que se intentó, Asamblea mediante, convertir a todos los consultores en contratos a dos semanas de que Lino Condori desapareciera del cargo. Ahora, Vilca se pone al frente de la institución que regula y media y ampara todo lo que tiene que ver con contrataciones y despidos, convenios y afiliaciones en el departamento de Tarija, un departamento que, como bien sabe, depende en gran medida de los puestos de trabajo que ofrece la Gobernación para mantener altos índices de empleabilidad. Algunas malas lenguas dicen que desde el ministerio de Trabajo intentará proteger las pegas que ya no podrá administrar desde la Gobernación y que corren evidente riesgo. Quizá, sin embargo, las altas instituciones que trabajan en Tarija buscan nomás mejorar su competencia con altos ex funcionarios de la eficiente y transparente Gobernación de Lino Condori. Quizá aparezca algún ex director de Comunicación dirigiendo el Canal 7 en Tarija, aunque parece difícil con el nuevo emporio mediático que se ha montado en el departamento. Quizá aparezca algún ex secretario o ex gerente de Setar dirigiendo la Termoeléctrica del Sur. Quizá aparezca algún ex secretario de Hacienda al frente del Banco Unión. Quién sabe.