Un nuevo tiempo
Se acabó el periodo electoral pero lo que ya ha quedado claro es que la legislatura no va a ser ni aburrida ni tranquila. Este fin de semana las autoridades electas han tomado sus cargos y después de meses de transición, esperemos no se tomen demasiado tiempo en hacerse al cargo.En el...
Se acabó el periodo electoral pero lo que ya ha quedado claro es que la legislatura no va a ser ni aburrida ni tranquila. Este fin de semana las autoridades electas han tomado sus cargos y después de meses de transición, esperemos no se tomen demasiado tiempo en hacerse al cargo.En el departamento de Tarija los desafíos se tienen identificados desde hace años, el problema de los recursos, coyuntural todavía, no puede servir de excusa. UD-A y Adrián Oliva han prometido que en los primeros 100 días, esos que se dan como de gracia mediática y política para ver por donde corre el galgo harán gran cantidad de reformas que marquen un nuevo ritmo; lo que no significa una carta blanca hasta septiembre.Tampoco se espera que estos 100 días se tomen solamente para investigar lo que queda, que a tenor de los antecedentes y los patéticos intentos de vulnerar lo establecido puede resultar aterrador; de lo contrario nadie entiende estas últimas prisas para colocar a los “mejores amigos” en la plantilla o para descuartizar Servicios Eléctricos de Tarija.En el país las cosas tampoco van a ser plácidas, toca correr. El TSE ya se ha derrumbado y tal cual se ponga en pie será momento de afrontar nuevos retos. Lo que inquieta más es la forma en la que se ha actuado en el tema policial, eclipsado por la fuga de Martín Belaunde Lossio, finalmente localizado y puesto en Perú, como se tenía previsto aunque de unas formas no contempladas. Por el camino cayó Hugo Moldiz y sobre todo, el plan para reestructurar la institución verdeolivo y liberarla al fin de las lacras que la amordazan. Carlos Romero ya ha advertido que el plan queda congelado.Se abre un nuevo tiempo para Tarija y para el país. Ojalá se entierren las viejas mañas.