Protegidas; de proteger
El concepto de área protegida está cada vez más devaluado en Bolivia, y no es de extrañar en un país donde la autoridad se diluye hasta la mínima expresión a los ojos de todo el mundo.
Ejemplos sobran. Lo extraño es que a estas alturas del partido se levante el veto sobre las pocas áreas protegidas para algo tan peligroso como la actividad hidrocarburífera, todo en medio de una semana especialmente caliente, con el TSE derrumbándose y un Martín Belaunde haciendo rodar cabezas de ministros. La sociedad civil todavía se está organizando para advertir hasta donde llega el alcance de esta medida.