Asambleístas, a esperar la lotería
La primera legislatura semi autónoma del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija ha puesto de manifiesto la importancia capital de la entidad legislativa.



La Asamblea Departamental ya no es un mero instrumento de consulta, sino un pesado aparato, quizá demasiado burocrático, pero que pretende transparentar la gestión y sobre todo, evitar “cazicadas” del gobernador de turno, particularmente si no logra mayoría absoluta. Esa que critican los opositores en el nivel nacional pero que advierten necesaria en el nivel departamental por aquellos caprichos del enfoque.A la Asamblea no se le dio la importancia suficiente, al menos por todas las bancadas en 2010 y luego salió el premio gordo. Un asambleísta electo tiene un 3,3 por ciento de posibilidades de acabar siendo Gobernador interino en el caso de que se de alguno de los supuestos contemplados en la Ley Marco de Autonomías que, con sus retoques constitucionales, se reducen a muerte o inhabilitación permanente por enfermedad o sentencia ejecutoriada. Cierto es que dependiendo quien gane la silla de Gobernador, los asambleístas sumarán más o menos posibilidades a lo largo de los cinco años de la legislatura.La misión de la Asamblea Legislativa Departamental en la próxima legislatura va a ser capital, no sólo porque va a tocar desarrollar el Estatuto Autonómico en su plenitud, lo que supone empezar a implementar planes departamentales de Salud, de Educación y de otros muchos servicios básicos que realmente identifiquen a Tarija como el departamento más rico de Bolivia y no el de con más ricos de Bolivia. A la Asamblea le va a tocar también consolidar un plan productivo independiente a los hidrocarburos que contemple la petroquímica y otras iniciativas. En definitiva, mucho trabajo. Ninguno de los partidos ha definido todavía sus candidatos a la Asamblea Legislativa, pero se espera que se definan nombres que aporten y mucho y que la 2015-2020 se convierta en una legislatura altamente política. En el MAS se da casi por hecho que Marcelo Poma seguirá en el hemiciclo, pero que además se sumarán algunos de los “perdedores” en la carrera preelectoral, como Jorge Blacud y posiblemente Walter Ferrufino, que necesita crecer en lo departamental para contar con más opciones al futuro.Entre los seguidores de Óscar Montes, Johnny Torres parece llamado a liderar la bancada, aunque el alcalde no querrá prescindir de su “fontanero” particular, Francisco Rosas, y posiblemente Patricia Paputsakis, una de las políticas jóvenes con más proyección. En Bien Común se espera el retorno de su líder, Fernando Barrientos, a la arena política legislativa mientras que en el entorno de Adrián Oliva, Echart podría ser la baza junto a las experimentadas asambleístas de Camino al Cambio Sara Cuevas y María Lourdes Vaca.