Lino, game over
El gobernador interino de Tarija, Lino Condori ha puesto fecha de caducidad a su mandato. El 29 de marzo de 2014 habrá acabado la “aventura”, aunque todavía le quedarán unos días de interinidad, a la que ya se ha acostumbrado, hasta que entregue los poderes al entonces sí, un Gobernador...



Hasta hace más o menos tres semanas, Lino Condori y su equipo próximo seguía “pechando” por tener alguna oportunidad en la baraja de Evo Morales. Hasta el secretario ejecutivo Roberto Ruíz, uno de los principales operadores de “la otra estrategia” lo mantenía artificialmente entre las especulaciones para no cargar todavía las tintas sobre “el tapado” Carlos Cabrera o el “más tapado” Milciades Peñaloza, que se mueven por aquel lado de la mesa.
Hace dos semana a Lino Condori lo dejaron caer estrepitosamente, ningún representante del Gobierno compareció en el acto inaugural de la Feria ExpoSur, lo que pretendía fuera su lanzadera. Hoy, Condori certificó su defunción política en una breve conferencia, sin colaboradores cercanos a su alrededor ni siquiera alguien que le acercara un kleenex. La soledad ya se escenificó en su reciente visita a Salta teóricamente acompañando al presidente Evo Morales pero que se las pasó peleando con guardias de seguridad que le cerraban el paso y vehículos oficiales que arrancaban sin él.
Condori de récordLino Condori ostenta desde ya un récord difícil de alcanzar: tres años y once meses de gestión interina, más si logra acabar su gestión hasta el 29 de marzo. Ni en sus mejores sueños, el ex zafrero, ex alcalde de Yunchará y electo asambleísta por ese municipio que pasa por ser uno de los más pequeños del país, hubiera soñado alcanzar el trono en el que se ha sentado en estos largos cuatro años. Condori fue el designado luego de que la pinza MAS – PAN pusiera al gobernador electo Mario Cossío camino de Paraguay luego de su destitución aplicando unos artículos de la Ley Marco de Autonomías hoy expulsados del Código Penal.
En estos tres años y once meses, a Lino Condori le han dicho casi de todo, y no sólo los opositores. La letanía de la “Gobernación sin sueños” que explotó el vicepresidente Álvaro García Linera en pleno festejo del 15 de abril fue el punto más alto a críticas que ya habían realizado los ministros César Navarro o Luis Arce Catacora sobre la gestión. Condori ha patentado una particular forma de gestionar, atomizando el presupuesto y repartiéndolo por todas las provincias a modo de gran kermesse donde los más avivados han logrado aprovechar más y los menos, menos. El objetivo era incrementar la ejecución, y vaya que lo han conseguido. El papel todo lo aguanta.
Lino Condori dejará la gobernación sin ningún proyecto de impacto que lleve su firma, su nombre no aparecerá ni en la placa de la Avenida Ecológica, ni en la de la Villa Olímpica, ni en la del Materno Infantil, ni en el Oncológico, ni en las presas ni en ninguna de las carreteras fundamentales. Nada se ha avanzado sustantivamente en casi cuatro años y eso que no se inventó nada nuevo.
La Condorvía de Condori y la maldición de los prefijos.Cuando Condori pase a ser un ex, su nombre seguirá siendo de los habituales en los Tribunales de Justicia merced a media docena de denuncias que todavía deben aclararse. El talón de Aquiles, los proyectos carreteros. La Iscayachi – Copacabana, la Copacabana – Yunchará, la Bermejo – San Antonio y la decisión de rescindir los contratos de la vía al Chaco son objeto de polémica y monumentos a la desidia, pero por encima de todos: La Condorvía, esa vía que atraviesa el Abra del Cóndor entre Junacas y Piedra Larga y que los ingenieros bautizaron antes de que se descubriera el escandaloso sobreprecio. De 30 millones de dólares a 48 en apenas un año como por obra de magia, misma magia que se ha utilizado para hacer desaparecer toda clase de investigación, y los contratos.
Condori cede el pulso el mismo día que el presidente ha ratificado las gestiones de sus homólogos en Pando y Chuquisaca. Esta vez, sus asesores le asesoraron bien a diferencia de los últimos 47 meses. Condori se va, pero ellos pretenden quedarse.