Geopolítica del Sur
Luces y sombras en la cumbre de los Brics en Río de Janeiro
Brasil busca fortalecer una visión multipolar pese a la actual inestabilidad global. La ausencia de Xi Jinping genera dudas, aunque la inclusión de seis nuevos países refuerza su peso internacional



La Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, que ocurre en un momento de fragilidad e inestabilidad global, puede demostrar entre este domingo y el lunes una fortaleza suficiente que le permita consolidar la visión de un mundo multipolar. Sin embargo, tanto desde la derecha como inclusive desde la izquierda, hay quienes siembran sospechas sobre eventuales resultados sin proyección a futuro. Hay factores que parecen inducir la incertidumbre y una de las causas principales es la ausencia del presidente de China, Xi Jinping, que será sustituido por el primer ministro Li Qiang. Desde un ángulo opuesto, se opta por destacar la importancia clave de las 6 nuevas naciones que pasaron a ser miembros plenos de este bloque.
“Al BRICS le faltaba una mayor representación y acaba de adquirirla al sumar a los países árabes, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Indonesia, Egipto, Irán y Etiopía” señaló Celso Amorim, ex canciller brasileño y actual asesor especial en política internacional del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. “Esta alianza nació con la propuesta de fortalecer la cooperación entre los países del sur global y que a lo largo de estos años ha tratado de construir una alternativa”, agregó. No es un dato menor, para el diplomático, el regreso de Lula al Palacio del Planalto (en enero de 2023). “Ese es un factor que se debe mencionar porque significó el retorno de Brasil a una proactividad muy grande”, subrayó.
El embajador Mauricio Lyrio, coordinador brasileño de los Brics, da un valor muy especial a este grupo de naciones emergentes: “Creo que el mensaje principal es el siguiente: en un momento de tantas crisis internacionales y de conflictos, que aumentan año a año, no es poco el hecho de contar con un bloque de países que reafirman el poder de la diplomacia, de la cooperación, de la acción conjunta y de trabajar para resolver los problemas de la población y de no generar más destrucción”.
De acuerdo a su enfoque, si bien la cuestión geopolítica es muy importante, hay otras urgencias como la promoción del desarrollo social y económico, y la protección del medio ambiente. Entonces, el esfuerzo brasileño es poner estos temas en el centro de la agenda”.
Ese es, también, el encuadre del presidente Lula da Silva. Tal como expresó esta mañana, en el Foro Empresarial de los BRICS, su gobierno decidió desde un inicio poner el énfasis “en las estrategias comerciales, la seguridad alimentaria, la transición energética, la descarbonización, la economía digital, así como el financiamiento y la inclusión financiera”. Recordó, en ese contexto, que en 2024 los BRICS registraron una expansión promedio del 4%. mientras el mundo occidental crecía un 3,3%. "Y este año continuaremos a un ritmo más acelerado, gracias a la incorporación de países socios e invitados. Vamos consolidando al bloque como un polo unificador de economías muy dinámicas".
En su discurso, pronunciado delante de unos 300 empresarios de la industria, apostó a los BRICS como arma contra “el resurgimiento del proteccionismo”. Subrayó, enfático, que “corresponde a las naciones emergentes defender el comercio multilateral y reformar la arquitectura financiera internacional”.
También destacó las “complementaciones entre los miembros del grupo" y aseguró que “nuestros países pueden liderar un nuevo modelo de desarrollo basado en la agricultura sustentable, en la industria verde y la bioeconomía". "Tenemos el 33% de la tierra cultivable y representamos el 42% de la producción agrícola mundial”. El líder brasileño está convencido que el Foro Empresarial y la Cumbre de los Brics “aportarán soluciones. En lugar de barreras, nosotros promovernos la integración. Contra la indiferencia construimos la solidaridad”, enfatizó.
Entre los críticos de la actual situación de los BRICS figura un economista de renombre, Paulo Nogueira Batista. Atribuyó la ausencia de Xi Jinping “a un descontento por parte de China con las tendencias del gobierno de Lula, que opta por la cercanía con el G7 y su proximidad con India. No estoy seguro, pero me he preguntado si el gobierno brasileño hizo lo suficiente para convencer al presidente de China de la necesidad de su presencia”. Esa “timidez brasileña” se debería a la existencia de sectores dentro de Brasil “que tienen una preferencia especial por Estados Unidos”.