Informe de la ONU
Costo real de las catástrofes supera los $us 2.3 billones
La atención sanitaria, la educación y el empleo son cada vez más perturbados por las emergencias, lo que aumenta la deuda nacional y ralentiza la recuperación, sobre todo en los países ya vulnerables



Un informe de la ONU reveló que los costos directos reales de las catástrofes superan los 2.3 billones de dólares, al tener en cuenta los gastos en cascada y el daño a ecosistemas.
“Hemos estado subestimando e inframidiendo crónicamente el efecto de los desastres en nuestro sistema global y en el progreso hacia el desarrollo sostenible”, afirmó Jenty Kirsch-Wood, experta de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).
El coste de los fenómenos meteorológicos extremos no se mide únicamente en infraestructuras destruidas, sino también en años perdidos de salud, educación y oportunidades.
De acuerdo con el Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres 2025, la carga de este coste y la deuda que genera recaen desproporcionadamente en los países en desarrollo.
La atención sanitaria, la educación y el empleo son cada vez más perturbados por las emergencias, lo que aumenta la deuda nacional y ralentiza la recuperación, sobre todo en los países ya vulnerables.
Esto ha contribuido a “una respuesta humanitaria insostenible e insoportable”, añadió Kirsch-Wood, mientras los países se enfrentan a crisis climáticas cada vez más frecuentes y graves.
Según la UNDRR, las pérdidas financieras por catástrofes se han duplicado en las dos últimas décadas.
El nuevo informe de la agencia expone cómo la comunidad internacional puede colaborar para realizar inversiones sostenibles que aumenten la resiliencia ante futuros desastres y alivien la presión sobre las finanzas públicas.
De acuerdo con los expertos, casi 240 millones de personas fueron desplazadas internamente por desastres entre 2014 y 2023.
El documento también presenta estudios de casos y recomendaciones políticas sobre cómo las inversiones en resiliencia pueden ayudar a detener el creciente coste económico de las catástrofes, reducir las necesidades humanitarias y hacer aún más eficaces los escasos recursos de ayuda internacional.
El informe pide un cambio en las prioridades de inversión mundial para invertir lo que denomina “una espiral destructiva de desastres, deuda y subdesarrollo”.
A la vez, insta a los países y a los inversores a integrar la resiliencia en todos los niveles de la planificación del desarrollo, señalando que cada dólar invertido en la reducción del riesgo puede producir rendimientos económicos.
América Latina y el Caribe es cada vez más vulnerable a la escalada del efecto de los desastres, pero sigue careciendo de fondos suficientes para aumentar su resiliencia, según el estudio.