Pulso en Venezuela
Tensión y dudas marcaron la previa de la asunción de Maduro
Reapareció Corina Machado en una marcha menos nutrida de lo esperado y tras denunciar su detención, quedó en libertad. Los llamados a la rebelión militar no han hecho mella
La tensión volvió el jueves a las calles de Venezuela, en la víspera de que este viernes el presidente Nicolás Maduro tome posesión por un tercer mandato de seis años, mientras la oposición reclama que quien asuma el cargo sea Edmundo González.
Tras reaparecer, como había prometido, en la manifestación contra el régimen de ayer en Caracas, mucho más discreta de lo previsto, la líder opositora María Corina Machado habría sido detenida “violentamente” y posteriormente “liberada”, según informó su partido, Vente Venezuela.
“Saliendo de la concentración en Chacao, Caracas, María Corina Machado fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”, se leía en la cuenta oficial de X del partido político de Machado.
Antes de este tuit distintas fuentes, como la organización Human Rights Watch (HRW) habían confirmado la detención. Edmundo González también lo confirmó al mismo tiempo que pedía que fuera liberada, pero pronto circuló un críptico video de Machado en el que parecía dejar algún mensaje: “se me cayó mi bolsito azul en la calle”, pero afirmaba que estaba en libertad. Después circuló la versión de que le obligaron a grabar algunos videos.
Machado había llegado a la manifestación en Caracas cuando ya hacía horas que los opositores estaban concentrados. Tras un discurso de diez minutos desde lo alto de un vehículo, se dispuso a abandonar el lugar en una moto, como pasajera, tal y como había llegado.
Tras informarse de la supuesta detención, el paradero de Machado era una incógnita. Edmundo González exigió su inmediata liberación desde República Dominicana, última etapa de la gira latinoamericana que ha realizado en los últimos días, desde pretendía emprender su retorno a Venezuela para asumir la presidencia que el chavismo le niega.
La última vez que Machado había sido vista en público fue hace 133 días, el 28 de agosto, también durante una manifestación convocada un mes después de las elecciones presidenciales del 28 julio, en las que González se proclamó ganador, aunque el CNE atribuye la victoria a Maduro.
En este contexto, hace tiempo que la izquierda latinoamericana democrática se viene desmarcando del chavismo, aunque algunos mandatarios progresistas aún mantenían puentes con el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El colombiano Gustavo Petro era quizás el más cercano. Hasta ayer, cuando anunció que no asistirá en Caracas a la tercera toma de posesión de Maduro.
Tras los polémicos comicios, Petro, junto al brasileño Lula y al mexicano López Obrador –relevado por Claudia Sheinbaum–, intentaron convencer a Maduro de que mostrara las actas electorales que confirmarían su victoria, reconociera el triunfo del opositor Edmundo González o convocara nuevas elecciones con garantías. Nada de eso sucedió, y ninguno de los tres viajará a Caracas ni está dispuesto a legitimar la tercera presidencia de Maduro. Tampoco Gabriel Boric, mucho más crítico, ni Luis Arce, que se presumía aliado.
Maduro anunció la detención de siete supuestos “mercenarios” –dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos– que pretendían cometer actos “terroristas”, y que se suman a los 125 extranjeros –dos de ellos españoles– encarcelados por el chavismo acusados de desestabilizar al régimen.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, amenaza con “neutralizar” cualquier avión que ingrese sin autorización en el espacio aéreo venezolano, en alusión al anunciado retorno de Edmundo González, que podría viajar mañana a Caracas acompañado de una decena de expresidentes latinoamericanos.