Inminente posesión de Donald Trump
Canadá, Groenlandia, Panamá y el Golfo: Trump lo quiere todo
El futuro presidente de Estados Unidos sigue con su retórica imperialista y anexionista: ayer sugirió el uso de la fuerza o la presión económica para lograr sus objetivos y decidió “renombrar” el Golfo de México
En su mayor declaración imperialista desde que ganó las elecciones, el futuro mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido que podría hacer uso de la fuerza militar y la presión económica para lograr la anexión de Groenlandia y el control efectivo del canal de Panamá, ha insistido en su ambición de que Canadá se convierta en el 51º Estado de su país y ha anunciado que renombrará el golfo de México como "golfo de América".
En una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), el republicano ha respondido a la pregunta sobre si descarta el uso de acciones militares y económicas para hacer cumplir su pretensión expansionista en Panamá y Groenlandia. “Los necesitamos por razones de seguridad económica. No me voy a comprometer a eso. Podría ocurrir que tengamos que hacer algo”, ha respondido.
Hace dos semanas, el magnate sugirió que quiere comprar Groenlandia y ayer su hijo aterrizó en la isla. El gobierno de Dinamarca, del que depende el territorio autónomo, ha declinado hacer comentarios por lo que considera una “visita privada”, pero su primera ministra, Mette Frederiksen, ha insistido en que la isla “no está en venta, ni lo estará en el futuro”, aunque el primer ministro groenlandés Múte Egede, insinuó en su discurso de Año Nuevo la posibilidad de activar el referéndum de independencia que contempla un acuerdo del 2009.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre los océanos Atlántico y Ártico. Está cubierta en un 80% por una capa de hielo y alberga una gran base militar estadounidense. En la actualidad, tiene unos 57.000 habitantes y destaca por su riqueza en petróleo, gas natural y recursos minerales. Desde 1814, es un territorio perteneciente a Dinamarca, que le otorgó la autonomía en 1979 y esta se convirtió en casi absoluta en el 2008, cuando el gobierno danés transfirió la mayor parte de las competencias al gobierno local.
Canal de Panamá
En cuanto al Canal de Panamá, ha dicho que “es vital para nuestro país, pero está siendo operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión”, ha añadido, en referencia al acuerdo que alcanzó el presidente Jimmy Carter en 1977 por el que devolvió el control del canal al país latinoamericano y que Trump considera un “error histórico".
El republicano cree que el país debe retomarlo debido al “alto coste” que impone en sus tarifas a los barcos estadounidenses. Su ambición también pretende evitar que el paso caiga en las “manos equivocadas”, es decir, bajo el control chino, que ha ganado en la última década influencia económica en la región.
Además, Trump dijo que Canadá debería convertirse en el “51º Estado” de EE.UU. y se refirió a su primer ministro como “Gobernador Justin Trudeau”. Ayer, después del anuncio de su dimisión, insistió en esa idea: “A mucha gente en Canadá le encanta ser el Estado número 51. Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subvenciones que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau lo sabía y dimitió. Si Canadá se fusionara con Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían muchísimo, y estarían totalmente a salvo de la amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente”.
Estrategias
Aunque Trump ya había hablado de esto, ayer dio su indicación más clara de que podría usar la fuerza y la presión económica para ello. En otra publicación en Truth Social, aseguró entonces que “la propiedad y el control de Groenlandia es una absoluta necesidad” de Estados Unidos “por motivos de Seguridad Nacional y libertad alrededor del mundo”. Varios congresistas republicanos han expresado su escepticismo con respecto a estos ambiciosos planes del magnate, que tomará posesión en apenas dos semanas.