Tragedia aérea
Miedo a volar en Corea tras la tragedia de Jeju Air
Con un país traumatizado más allá del accidente se extiende la idea del peligro de los 737 y provoca un alud de cancelaciones
Choi Sang-Mok, presidente interino y primer ministro de Corea del Sur desde hace tres días, ha estrenado el cargo con el peor escenario posible: 179 muertos y un avión estrellado en uno de los aeropuertos del país. No es una cifra equivalente a las 269 personas que murieron a bordo de un Boeing 747 de Korean Air en 1983. Aquel jumbo fue derribado hace 41 años por un caza soviético al saber que volaba sobre una zona restringida de Rusia. Esa localización geográfica hace que el desastre del avión de Jeju Air del pasado día 29 sea el peor accidente aéreo sucedido en suelo surcoreano.
El jefe de Estado ha ordenado que, de inmediato, “todo el sistema de aviación comercial del país sea revisado”, sin concretar qué es lo que hay que revisar y paralelamente las autoridades de aviación civil del país planean una revisión de seguridad en todos los aparatos de la misma serie que el accidentado, el modelo -800 del Boeing 737.
Estas medidas responden a la alarma social que ha provocado el accidente en unos tiempos, además, en los que Corea del Sur está teniendo una crisis institucional importante y hay una desconfianza generalizada con el sistema. Tras el accidente del Boeing, y casi de inmediato, se sucedió una cascada de cancelaciones. Entre el domingo y el lunes se cancelaron 68.000 billetes entre vuelos nacionales e internacionales, según la agencia AFP, que cita a responsables de la compañía como fuente de dicha información.
El aparato accidentado realizó 13 vuelos en 48 horas
La cancelación de viajes responde a una fijación que ha corrido como la pólvora indicando que Jeju Air es una compañía que exprime al máximo a sus tripulaciones y a sus aviones. Al rastrearse su matrícula y operaciones, se ha sabido que el aparato accidentado realizó 13 vuelos en 48 horas, pues además de las actividades regulares programadas, el avión fue fletado por un operador turístico para llevar a sus clientes en un paquete que incluye vuelo y cinco noches de hotel en Bangkok, Tailandia, ocupando casi 10 horas de actividad entre la ida y el regreso.
Vuelos Entre el domingo y el lunes se cancelaron 68.000 billetes entre vuelos nacionales e internacionales, según la agencia AFP
Los argumentos de que los aviones de esta compañía de bajo coste tienen demasiada actividad es una teoría que en las últimas horas se ha extendido entre la sociedad y se ha incrementado cuando horas después del accidente, otro avión de la compañía quedó en tierra y sus pasajeros fueron reubicados en otro aparato gemelo. Los viajeros de ese vuelo fueron informados de que ese trasvase era debido a que el avión original tenía problemas precisamente con su tren de aterrizaje. Una treintena de pasajeros renunciaron a volar.
Las nítidas imágenes del accidente se han quedado en la retina de los surcoreanos y parte de la población está viviendo intensamente, por lo menos en estas primeras horas, un miedo por viajar, tengan o no argumentos claros. Es cierto que la compañía propiedad de una corporación privada y el gobierno local de la isla de Jeju está volando más que nunca en este periodo de fin de año, sumando los vuelos puramente vacacionales a los que se operan todo el año. Sin embargo, en el lado técnico, estos aviones están sometidos a todas las inspecciones que obliga la KOCA, la Oficina de Aviación Civil de Corea, supervisora de la seguridad aérea de ese país.
Dependiente del ministerio de transportes del país, esta agencia está a cargo de vigilar por el mantenimiento de las aeronaves, actividad y descanso de los tripulantes de las aeronaves y ser la garante de la seguridad en la operativa de aeropuertos. Tiene gran prestigio entre las agencias internacionales, aunque probablemente lo sucedido estos días, tanto en los aviones como en tierra, le haga ser aún más exigente en la supervisión y como es habitual tras un accidente se corregirán posibles errores, de haberlos, para que no vuelvan a suceder. De momento, el primer paso va a ser un análisis y revisión exhaustiva de los aviones 737-800 registrados en el país, de las operaciones de Jeju Air y, a medida que avance la investigación, se moverán más piezas si fuera necesario.
La autoridad surcoreana tiene registradas y autorizadas actualmente once compañías de aviación comercial. Cuatro de ellas vuelan a España: Tway Air, Asiana Airlines, Premia Air y Korean Air. Dos de estas y tres más vuelan el 737-800. Tendrán inspecciones.