Hieles, mieles y promesas pendientes
La 'motosierra' de Milei cumple un año en Argentina
Los seguidores de Milei incluso justifican los insultos con los que el mandatario suele atacar a sus adversarios, con el argumento de que es su "estilo"
El economista Javier Milei cumple su primer aniversario como presidente de Argentina con altos niveles de popularidad y convertido en un nuevo e inesperado líder de la ultraderecha.
Una de las promesas más importantes de Milei fue bajar la inflación, y cumplió
Cuando Milei asumió, abundaron los vaticinios pesimistas y las dudas sobre el tiempo que podría permanecer en el cargo, ya que era un personaje mediático que solo había ejercido un par de años como político "profesional".
Dirigentes, analistas y periodistas de todos los signos aseguraron que las crisis del presidente serían inmediatas, profundas y harían tambalear a su Gobierno, en un país acostumbrado a la inestabilidad política.
Pero nada de ello ocurrió. Un año más tarde, Milei supera el 50 % de aprobación después de aplicar un drástico ajuste del gasto público. Incluso ha logrado que varios de sus proyectos más polémicos sean avalados por un Congreso en el que no tiene mayorías parlamentarias, más el respaldo de gran parte de los gobernadores y el fortalecimiento de su partido, La Libertad Avanza.
La conducción y solidez política del mandatario ha sorprendido tanto como su llegada al poder.
Nada le ha hecho mella: ni el abrupto aumento de la pobreza, que pasó del 40,1 % al 52,9 % en tiempo récord; y de la indigencia, que se duplicó al pasar del 9,3 % al 18,1 %; ni los escandalosos despidos de ministros y funcionarios de primer nivel que ya suman decenas en tan poco tiempo. Tampoco lo minó la pelea con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien ya ni siquiera se habla, ni el descontento de algunos sectores que siguen encabezando protestas contra su Administración.
Los seguidores de Milei incluso justifican los insultos con los que el mandatario suele atacar a sus adversarios, con el argumento de que es su "estilo".
Desde su campaña y a lo largo de su primer año de Gobierno el presidente argentino insistió en que el duro e histórico ajuste del gasto público lo pagaría "la casta", es decir, la clase "privilegiada y corrupta".
Sin embargo, diversos estudios aseguran que la mayor parte del ajuste se basa en recortes a las jubilaciones y a las universidades públicas, mientras que implican la paralización de la obra pública.
Entre otras de sus promesas, Milei aseguró que dolarizaría la economía, cerraría el Banco Central, terminaría con las restricciones del mercado cambiario (conocidas como "cepo") y eliminaría los controles de precios desde el primer día de su Gobierno, además de que descalificó al peso como un "excremento" y ofreció cortarse un brazo antes que aumentar impuestos.
Un año más tarde, la economía no se dolarizó, el Banco Central se fortaleció, el "cepo" sigue tan vigente como las revisiones de precios y ahora Milei presume que el peso es la moneda que más se valorizó con respecto al dólar. Además, aumentó el impuesto a la compra de moneda y repuso el controvertido gravamen a las ganancias.
En 2023, Argentina registró una inflación récord de 211,4 %. El incesante aumento del costo de vida generaba un clima de permanente incertidumbre económica y social.
Por eso, una de las promesas más importantes de Milei fue bajar la inflación, y cumplió.