Rusia y EEUU: El debilitamiento de las relaciones y las traiciones
A lo largo de los años Rusia dio varios pasos para establecer unas relaciones de respeto y confianza con Estado Unidos, pero se enfrentó al rechazo y la violación de todos los acuerdos existentes.
Esta semana el primer ministro de la India, Narendra Modi, viajó a Moscú para una visita de dos días, durante la cual se reunió con Vladímir Putin. Durante sus interacciones, aparte de discutir cuestiones de importancia bilateral e internacional, el presidente ruso reveló a Modi cómo Estado Unidos intentó desmantelar la industria nuclear de Rusia en la década de 1990.
Acceso a las instalaciones nucleares rusas
Tras el colapso de la Unión Soviética, en el marco de uno de los acuerdos entre Rusia y Estados Unidos, expertos estadounidenses comenzaron a visitar regularmente las instalaciones nucleares rusas, entre ellas instalaciones militares.
"Cerca de las empresas que producían combustible para armas nucleares se construyó un edificio en el que vivían permanentemente representantes del Gobierno de EE.UU. Iban todos los días a trabajar a esas plantas donde se producía combustible para armas nucleares. Allí tenían un escritorio con una bandera de EE.UU. Ese era el nivel de confianza que Rusia tenía en nuestros socios", relató.
El jefe de la corporación estatal rusa Rosatom, Alexéi Lijachov, que acompañaba a los mandatarios mientras asistían a una exposición sobre energía atómica, indicó que en las instalaciones militares los especialistas estadounidenses tenían la oportunidad de ver "cuántas armas, qué tipo de armas, qué tipo de tecnología se estaban fabricando". No obstante, las intenciones de acercar a Rusia y EE.UU. no recibió el mismo impulso positivo por parte de Washington.
Posteriormente, casi inmediatamente después de ganar las elecciones presidenciales en 2000, Putin prohibió el acceso de extranjeros a las instalaciones nucleares rusas y prometió preservar y desarrollar la industria nuclear del país.
Se trata de uno de los muchos casos de comportamiento no amistoso hacia Rusia por parte de Washington, que, a pesar de sus declaraciones y promesas sobre cooperación y desarrollo de relaciones mutuamente beneficiosas, tomó un rumbo hostil en las relaciones entre Occidente y el país euroasiático.
Búsqueda de cooperación a pesar de todo
El rumbo de la política exterior de Rusia siguió encaminado a desarrollar una asociación estratégica con Occidente. Moscú discutió activamente con EE.UU. y la Unión Europea la posibilidad de crear un nuevo sistema de seguridad global que eliminaría el riesgo de guerras en el futuro.
En ese momento incluso se discutió la posibilidad de que Rusia ingresara en la OTAN. Moscú consideró varias veces la posibilidad de unirse a la alianza, pero cada vez su solicitud fue rechazada. Además, Putin propuso a EE.UU. cooperar en el ámbito de seguridad antimisiles, una propuesta que tampoco fue apoyada. Decenas de reuniones y negociaciones con líderes occidentales no surtieron efecto.
Vladímir Putin anunció las contradicciones acumuladas el 10 de febrero de 2007, en su discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich. "Para el mundo moderno, un modelo unipolar no solo es inaceptable, sino también completamente imposible", afirmó entonces el presidente, y propuso comenzar a reformar el orden mundial moderno.
No obstante, sus propuestas no fueron escuchadas, y más aún, la retórica de Occidente hacia Rusia se endureció drásticamente y se dirigió hacia el objetivo de debilitar y, en última instancia, provocar el colapso de Rusia.
Promesas rotas
Uno de las violaciones más graves y conocidas de los acuerdos entre Rusia y EE.UU. ha sido la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas, algo que para Moscú supone una grave amenaza para su seguridad. En 1990, el entonces presidente de EE.UU., George H. W. Bush, y los líderes de Alemania, Francia y Reino Unido prometieron al mandatario de la URSS, Mijaíl Gorbachov, que la OTAN no se expandiría hacia el este. Sin embargo, el compromiso no se documentó en ningún acuerdo firmado y, a continuación, se produjeron varias olas de expansión del bloque militar.
Paralelamente, EE.UU. seguía apoyando separatismo y el terrorismo en el Cáucaso Norte ruso. A pesar de las peticiones de Moscú de detener este tipo de acciones, Estados Unidos y sus satélites siguieron proporcionando apoyo político, informativo, financiero e incluso militar a los grupos terroristas del Cáucaso. Asimismo, Occidente aumentó su apoyo a los regímenes antirrusos en el espacio postsoviético, lo que ya en 2008 condujo a la guerra en Georgia y en 2014 al golpe de Estado en Ucrania.
Desacuerdos
Uno de las violaciones más graves y conocidas de los acuerdos entre Rusia y EE.UU. ha sido la progresiva expansión de la OTAN
Occidente rechazó las propuestas rusas
En diciembre de 2021, Occidente cruzó la línea roja y rechazó las propuestas rusas para llegar a un acuerdo sobre las garantías de seguridad en Europa, sin aceptar la petición de Moscú de que Ucrania se mantenga fuera de bloques militares.
No obstante, unos documentos recientemente desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU. indican que las autoridades estadounidenses ya en 1994 empezaron a planear en secreto el ingreso de Ucrania en la OTAN. "Debe mantenerse la posibilidad de que Ucrania y los Estados bálticos ingresen a la OTAN; no debemos enviarlos a una zona gris o a una esfera de influencia rusa", señala uno de los documentos.