Conflicto en Europa del Este
La guerra no cesa: Zelenski ordena más fortificaciones
Putin ordenó aumentar las tropas rusas en activo en 170.000 efectivos de sus Fuerzas Armadas y reforzar la ofensiva en Ucrania
Después de meses sin cambios significativos en el frente de batalla, y con el invierno encima, la guerra entre Rusia y Ucrania ha llegado a una situación en la que aguantar las posiciones parece una estrategia aconsejable. En ese sentido se podría entender la orden del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de construir nuevas fortificaciones para hacer frente a las ofensivas rusas.
La decisión ucraniana llegó unas horas antes de que Vladimir Putin ordenara por decreto aumentar en 170.000 hombres las tropas rusas en activo. De este modo, la dotación de personal de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia será de 2.2209.130 personas, de las que 1.320.000 son militares.
Zelenski dio estas instrucciones el jueves, durante la visita que hizo al frente de batalla, y por la noche lo anunció a todo el país en su habitual discurso nocturno. “En todas las zonas principales debemos intensificar y acelerar la construcción de estructuras”, explicó.
Ucrania intenta prepararse para un invierno difícil en el que Rusia quiere recuperar la iniciativa en todo el frente. De hecho, Moscú dice que ya la ha tomado. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró ayer que sus tropas “avanzan en todas las direcciones” y ha mejorado sus posiciones en todos los sectores del frente. “Nuestros militares actúan de un modo profesional y decidido, ocupan posiciones más ventajosas y amplían las zonas de control en todos los sectores. Continuaremos llevando a cabo la defensa activa, incrementando el potencial combativo de las Fuerzas Armadas, basándonos en las experiencias de la operación militar especial”, aseguró en una reunión con la plana mayor del Ejército ruso.
La contraofensiva ucraniana, lanzada en verano después de meses de preparativos, se ha quedado estancada en el sur y en el este, y no parece que vaya a haber avances significativos. Desde el otoño son, en cambio, las fuerzas rusas las que disponen de recursos para lanzar ataques.
Ninguno de los dos bandos habla nunca de sus propios fracasos o de sus bajas. Shoigú aseveró ayer que Ucrania “ha perdido 125.000 efectivos y 16.000 máquinas de combate durante medio año” de una contraofensiva que, según él, ha fracasado.
El último que habló de las bajas rusas fue el secretario general de la OTAN. Jens Stoltenberg cifró el miércoles las pérdidas rusas en “cientos de aviones, miles de tanques y más de 300.000 efectivos”, entre muertos y heridos, desde el inicio de la actual contienda, cuando en febrero de 2022 el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó a sus tanques y soldados intervenir en el país vecino. La cifra es similar a la que dio el Ejército ucraniano a finales de octubre.
A las puertas del invierno Ucrania se ha topado con la tozuda realidad. En una entrevista con la agencia AP, Zelenski admitía ayer que Ucrania no ha logrado los resultados que esperaban de su contraofensiva. Cuando el entrevistador le pregunta si está satisfecho con los resultados de la contraofensiva, Zelenski dijo: “Mire, no nos estamos retirando, estoy satisfecho. Estamos en guerra con el segundo ejército en el mundo, estoy contento (...). Queríamos resultados más rápidos. Desde este punto de vista, desgraciadamente no hemos logrado los resultados deseados. Y eso es un hecho”.
Explicó, además, que Ucrania no ha recibido todas las armas necesarias de los aliados occidentales y que el tamaño de sus Fuerzas Armadas no permite avanzar rápidamente.
Zelenski dio a entender que la llegada del frío obliga a tomar nuevas decisiones y adoptar una estrategia para adaptarse. “El invierno en su conjunto es una nueva fase de la guerra”, señaló. Su orden para fortalecer el frente con construcciones defensivas forma parte de la preparación de Ucrania para los próximos meses.