Nuevo tiroteo
Otros tres muertos por la violencia armada en EEUU
Murray precisó que aproximadamente a las 3:30, hora local, un individuo entró en un establecimiento de Circle K y comenzó a disparar
Tres personas fallecieron en un tiroteo reportado este martes en el condado de Yakima, Washington, mientras Estados Unidos sufre por los muertos y heridos tras recientes ataques con armas de fuego.
Según el jefe de policía de esa urbe, Matt Murray, el sospechoso de la última balacera está prófugo, y lo describió como “una persona peligrosa y aleatoria, por lo que existe un gran riesgo para la comunidad”.
En una conferencia de prensa este martes, el agente comentó que investigan los motivos de la tragedia.
Murray precisó que aproximadamente a las 3:30, hora local, un individuo entró en un establecimiento de Circle K y comenzó a disparar.
En una publicación en las redes sociales, la policía indicó que el “presunto sospechoso de homicidio es Jarid Haddock, un residente de Yakima de 21 años”, detalló la televisora.
Solo en lo que va de 2023 hasta hoy, Estados Unidos registró 39 tiroteos masivos (aquellos en los que al menos cuatro personas reciben disparos, excluyendo al atacante), 1.56 casos al día, o como promedio un acto de violencia armada cada 24 horas, precisó la organización Gun Violence Archive.
Siete personas murieron el lunes y otra resultó herida en dos balaceras relacionadas en la ciudad costera de Half Moon Bay, en California.
También en ese estado el pasado fin de semana 11 personas fallecieron y nueve presentaron lesiones en otro tiroteo masivo en la ciudad de Monterey Park.
Hubo conmoción además el 16 de enero cuando cuatro generaciones de una familia, entre ellos un bebé, fueron ultimadas en una ejecución similar a la de un cártel.
En esta jornada el presidente Joe Biden insistió en la prohibición de las armas de asalto en la nación norteña e instó al Senado y a la Cámara Baja del Congreso a actuar con rapidez para una normativa que restrinja esos artefactos letales.
En junio de 2022 el mandatario firmó un proyecto de ley bipartidista sobre seguridad de las armas, que refuerza los controles de antecedentes para los compradores de entre 18 y 21 años, pero no establece impedimentos para los rifles de asalto, presentes en los tiroteos más mortíferos de la nación.