Crisis migratoria
Exigen a Colombia atender a desplazados y migrantes
León Fredy Muñoz representante a la Cámara del Congreso (parlamento bicameral) por el Partido Verde, señaló que el Gobierno de Iván Duque desmintió la crisis migratoria



Políticos, periodistas y organizaciones sociales exigieron ayer al gobierno de Colombia atender la situación crítica de más de cuatro mil desplazados en Ituango y más de 10 mil migrantes en Necocli.
De acuerdo con las autoridades de Necocli, hay cerca de 10 mil personas estancadas, la mayoría de ellos vienen de países asiáticos y africanos, que tienen como fin llegar a Estados Unidos una vez que atraviesen Centroamérica.
En el municipio de Necoclí, en la costa noroccidental del golfo de Urabá, departamento de Antioquia, está la única empresa que brinda el servicio de transporte marítimo hacia Capurganá, en la frontera colombo-panameña, y ya no da abasto para atender la alta demanda.
León Fredy Muñoz representante a la Cámara del Congreso (parlamento bicameral) por el Partido Verde, señaló que el Gobierno de Iván Duque desmintió la crisis migratoria.
Sin embargo, dijo, la administración de Duque 'desconoce la realidad' porque 'no sale del palacio de Nariño por miedo a la rechifla'.
Por su parte, el director de la publicación Vorágine, José Guarnizo, aseguró que en Necoclí tiene lugar la peor crisis migratoria que ha vivido el Urabá en los últimos años.
Haitianos, personas de países africanos y asiáticos están represados y sufriendo en esta costa y de esto se están lucrando algunos gracias a la indiferencia del Estado, advirtió.
Denunció que la migración no es un delito y el gobierno de Iván Duque como el de Panamá no han permitido pasos humanitarios para evitar el tráfico de migrantes.
'Es obvio decirlo, pero nadie pierde el gozo de esos derechos por estar en un país extranjero. Esta es una frontera olvidada, como muchas en Colombia. Y si ellos salieron de esos países es porque se vieron obligados a hacerlo', enfatizó.
Por otro lado, desde el miércoles 21 de julio, la población campesina comenzó el éxodo fundamentalmente hacia el casco urbano de Ituango, donde muchas de las familias, en medio de la pandemia de la Covid-19 pernoctan en el piso, sin suficientes alimentos ni elementos de aseo, ropas, entre otros artículos de primera necesidad.
Los campesinos desplazados huyen atemorizados por la criminalidad de grupos paramilitares que se disputan los territorios.
De acuerdo con el Movimiento Ríos Vivos, 'lo que sucede en Ituango es un claro proceso de destierro sistemático. Las instituciones han sido incapaces de brindar atención digna para la población, salvaguardar la vida, evitar el desplazamiento y proteger los bienes privados de las familias que temen por su seguridad'.