Advierten hostilidad contra defensores de DDHH en Perú
Un experto de Naciones Unidos (ONU) advirtió hoy que en Perú agentes del Estado y sectores sociales conservadores criminalizan y estigmatizan a quienes defienden los derechos humanos y abogan por las comunidades. En un informe sobre esa situación el Relator Especial de la ONU sobre la...
Un experto de Naciones Unidos (ONU) advirtió hoy que en Perú agentes del Estado y sectores sociales conservadores criminalizan y estigmatizan a quienes defienden los derechos humanos y abogan por las comunidades.
En un informe sobre esa situación el Relator Especial de la ONU sobre la Situación de los Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de la ONU, Michel Forst, constató sobre el terreno que las amenazas y ataques contra esos activistas se repiten en las regiones de Cajamarca, Piura, Cusco, Ucayali y Madre de Dios. Forst verificó en un recorrido de dos semanas por el país que los activistas de derechos humanos 'sufren de criminalización, acoso judicial, estigmatización, intimidación y uso excesivo de la fuerza policial durante las protestas sociales', según la representación de la ONU en Perú.
El informe celebra la adopción por el Estado peruano del Protocolo para garantizar la protección de defensores de Derechos Humanos y otras medidas con el mismo fin y alentó al Gobierno a asignar a su aplicación recursos humanos y financieros y asegure la plena participación de las instituciones estatales y regionales. Pese a los esfuerzos oficiales, anota, esos defensores siguen en peligro, sobre todo quienes protegen la tierra, los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas.
“La creciente presión sobre los recursos naturales hace que los defensores y defensoras de derechos humanos corran un gran riesgo de ser afectados por agentes no estatales, como empresas y redes delictivas”, dijo Forst.
Agregó que quienes abogan por los derechos sexuales y reproductivos y los derechos de las personas de diversas opciones sexuales, también enfrentan ataques de grupos conservadores y religiosos. Además, los periodistas que revelan escándalos de corrupción también son blanco de ataques', advirtió el experto tras reunirse con unos 450 defensores de derechos humanos de varias regiones, de los cuales el 40 por ciento eran mujeres.
Quienes defienden esos derechos son calificados por sectores conservadores como “terroristas”, “feminazis”, “criminales” o “antidesarrollo”. “Me preocupa que los funcionarios del Estado, las empresas privadas y los medios de comunicación no entiendan realmente quiénes son los defensores y defensoras de derechos humanos.
En un informe sobre esa situación el Relator Especial de la ONU sobre la Situación de los Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de la ONU, Michel Forst, constató sobre el terreno que las amenazas y ataques contra esos activistas se repiten en las regiones de Cajamarca, Piura, Cusco, Ucayali y Madre de Dios. Forst verificó en un recorrido de dos semanas por el país que los activistas de derechos humanos 'sufren de criminalización, acoso judicial, estigmatización, intimidación y uso excesivo de la fuerza policial durante las protestas sociales', según la representación de la ONU en Perú.
El informe celebra la adopción por el Estado peruano del Protocolo para garantizar la protección de defensores de Derechos Humanos y otras medidas con el mismo fin y alentó al Gobierno a asignar a su aplicación recursos humanos y financieros y asegure la plena participación de las instituciones estatales y regionales. Pese a los esfuerzos oficiales, anota, esos defensores siguen en peligro, sobre todo quienes protegen la tierra, los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas.
“La creciente presión sobre los recursos naturales hace que los defensores y defensoras de derechos humanos corran un gran riesgo de ser afectados por agentes no estatales, como empresas y redes delictivas”, dijo Forst.
Agregó que quienes abogan por los derechos sexuales y reproductivos y los derechos de las personas de diversas opciones sexuales, también enfrentan ataques de grupos conservadores y religiosos. Además, los periodistas que revelan escándalos de corrupción también son blanco de ataques', advirtió el experto tras reunirse con unos 450 defensores de derechos humanos de varias regiones, de los cuales el 40 por ciento eran mujeres.
Quienes defienden esos derechos son calificados por sectores conservadores como “terroristas”, “feminazis”, “criminales” o “antidesarrollo”. “Me preocupa que los funcionarios del Estado, las empresas privadas y los medios de comunicación no entiendan realmente quiénes son los defensores y defensoras de derechos humanos.