Reino Unido: aprueban ley que evita un Brexit duro
La Cámara de los Lores del Parlamento británico ratificó ayer una ley que obliga al primer ministro, Boris Johnson, a buscar un acuerdo con la Unión Europea (UE) antes de concretar el Brexit el 31 de octubre próximo. La legislación había sido aprobada el miércoles pasado con carácter...
La Cámara de los Lores del Parlamento británico ratificó ayer una ley que obliga al primer ministro, Boris Johnson, a buscar un acuerdo con la Unión Europea (UE) antes de concretar el Brexit el 31 de octubre próximo.
La legislación había sido aprobada el miércoles pasado con carácter urgente por la Cámara de los Comunes, por lo que ahora solo falta que la reina Isabel II suscriba el documento el lunes próximo para que entre en vigor.
El texto establece que Johnson deberá pedir a la UE una nueva prórroga para el Brexit, a menos que consiga negociar con el bloque un nuevo tratado de retirada antes del 19 de octubre.
La urgencia en la tramitación del documento obedeció a la decisión del gobernante conservador de suspender el Parlamento a partir de la semana próxima, y hasta el 14 de octubre, día en que el Ejecutivo tiene previsto anunciar una nueva agenda legislativa.
Johnson considera, sin embargo, que la ley lastra su capacidad para negociar un nuevo pacto con la UE, aunque este viernes anunció que está decidido a conseguir un acuerdo para sacar al país de la alianza, cuando asista al Consejo Europeo que tendrá lugar en Bruselas los días 17 y 18 del mes próximo.
Tras apuntar que ‘prefiere estar muerto en una zanja’ antes de pedir un nuevo aplazamiento, el primer ministro propuso el miércoles al Parlamento adelantar para mediados de octubre las elecciones generales previstas para mayo de 2022.
La moción fue rechazada en la Cámara de los Comunes, pero Johnson anunció que la volverá a presentar a votación el lunes próximo, a pesar de que la oposición ya anunció que no se dejará convencer.
Los enemigos políticos del gobernante, encabezados por el Partido Laborista, consideran que la anticipación de los comicios solo podrá ser tenida en cuenta una vez que la amenaza de un divorcio en malos términos con la UE haya sido eliminada.
El Brexit debió entrar en vigor el 31 de marzo pasado, después que el 52 por ciento de los británicos votó a favor de abandonar la UE en el referendo de junio de 2016.
La negativa del Parlamento británico a respaldar el tratado de retirada firmado por la entonces primera ministra Theresa May con sus pares europeos obligó, sin embargo, a posponer dos veces la salida, pactada primero para abril y luego para octubre, forzando su renuncia.
El principal obstáculo es una salvaguarda introducida por la UE para evitar el establecimiento de una frontera dura entre ambas Irlandas, y que obligaría al territorio británico a continuar rigiéndose por las leyes aduanales y comerciales del bloque.
La legislación había sido aprobada el miércoles pasado con carácter urgente por la Cámara de los Comunes, por lo que ahora solo falta que la reina Isabel II suscriba el documento el lunes próximo para que entre en vigor.
El texto establece que Johnson deberá pedir a la UE una nueva prórroga para el Brexit, a menos que consiga negociar con el bloque un nuevo tratado de retirada antes del 19 de octubre.
La urgencia en la tramitación del documento obedeció a la decisión del gobernante conservador de suspender el Parlamento a partir de la semana próxima, y hasta el 14 de octubre, día en que el Ejecutivo tiene previsto anunciar una nueva agenda legislativa.
Johnson considera, sin embargo, que la ley lastra su capacidad para negociar un nuevo pacto con la UE, aunque este viernes anunció que está decidido a conseguir un acuerdo para sacar al país de la alianza, cuando asista al Consejo Europeo que tendrá lugar en Bruselas los días 17 y 18 del mes próximo.
Tras apuntar que ‘prefiere estar muerto en una zanja’ antes de pedir un nuevo aplazamiento, el primer ministro propuso el miércoles al Parlamento adelantar para mediados de octubre las elecciones generales previstas para mayo de 2022.
La moción fue rechazada en la Cámara de los Comunes, pero Johnson anunció que la volverá a presentar a votación el lunes próximo, a pesar de que la oposición ya anunció que no se dejará convencer.
Los enemigos políticos del gobernante, encabezados por el Partido Laborista, consideran que la anticipación de los comicios solo podrá ser tenida en cuenta una vez que la amenaza de un divorcio en malos términos con la UE haya sido eliminada.
El Brexit debió entrar en vigor el 31 de marzo pasado, después que el 52 por ciento de los británicos votó a favor de abandonar la UE en el referendo de junio de 2016.
La negativa del Parlamento británico a respaldar el tratado de retirada firmado por la entonces primera ministra Theresa May con sus pares europeos obligó, sin embargo, a posponer dos veces la salida, pactada primero para abril y luego para octubre, forzando su renuncia.
El principal obstáculo es una salvaguarda introducida por la UE para evitar el establecimiento de una frontera dura entre ambas Irlandas, y que obligaría al territorio británico a continuar rigiéndose por las leyes aduanales y comerciales del bloque.