Reinicia la huelga contra proyecto minero en Perú
Con marchas de miles de trabajadores se reanudó ayer en la sureña ciudad Arequipa un paro general contra un proyecto minero, mientras la mayor central obrera inició una jornada nacional de lucha que apoya a esa protesta. Obreros de la construcción recorrieron la segunda ciudad del país -a...
Con marchas de miles de trabajadores se reanudó ayer en la sureña ciudad Arequipa un paro general contra un proyecto minero, mientras la mayor central obrera inició una jornada nacional de lucha que apoya a esa protesta.
Obreros de la construcción recorrieron la segunda ciudad del país -a mil 25 kilómetros al sur de aquí- en respaldo a la provincia de Islay, parte de la región de Arequipa, que cumplió cinco semanas en demanda de nulidad de la licencia de construcción del proyecto Tía María.
El paro reiniciado ayer en la capital regional fue suspendido para dar paso a las celebraciones de la fundación de la ciudad y la Federación de Trabajadores de Arequipa y otras organizaciones sociales aseguran que continuará hasta que el reclamo se atienda.
Los manifestantes coreaban el lema 'agro sí, mina no', emblema de la protesta de las poblaciones del entorno del proyecto de la transnacional Southern Copper Corporation, que temen que este arruine la próspera agricultura de la zona.
El alcalde de la ciudad de Arequipa, Omar Candia, ajeno a la protesta, llamó al presidente Martín Vizcarra a dejar sin efecto el proyecto por su inviabilidad en las actuales condiciones, para poner fin al conflicto, tercero en una década y que en sus dos versiones anteriores dejó un saldo de seis civiles y un policía muertos.
La protesta de Islay se inició después que en julio pasado el gobierno otorgara la licencia de construcción del proyecto, asegurando que este no podría comenzar sin contar con la llamada licencia social, es decir la aceptación de la población.
Ante la magnitud de la reacción social y ante apelaciones legales contra la licencia, esta fue suspendida por el Consejo Nacional de Minería, al que el presidente Vizcarra debe apurar en aras de una pronta solución, según el alcalde Candia.
El gobierno es objeto de presiones de Southern -que amenazó con acciones legales por la suspensión-, la Confederación de Empresarios (Confiep) y políticos y medios de prensa neoliberales, para que dé luz verde al proyecto, descalificado por diversos informes técnicos que dan la razón a los pobladores.
En la misma jornada, la Confederación General de Trabajadores (CGTP) comenzó una jornada nacional de Lucha cuya primera demanda es la nulidad del proyecto Tía María y el rechazo a las decisiones oficiales económicas y laborales de carácter neoliberal, entre otros puntos.
Un llamado conjunto a la protesta, difundido por la CGTP y la Asamblea Nacional de los Pueblos, criticó al gobierno por ceder a las presiones de la Confiep.
Obreros de la construcción recorrieron la segunda ciudad del país -a mil 25 kilómetros al sur de aquí- en respaldo a la provincia de Islay, parte de la región de Arequipa, que cumplió cinco semanas en demanda de nulidad de la licencia de construcción del proyecto Tía María.
El paro reiniciado ayer en la capital regional fue suspendido para dar paso a las celebraciones de la fundación de la ciudad y la Federación de Trabajadores de Arequipa y otras organizaciones sociales aseguran que continuará hasta que el reclamo se atienda.
Los manifestantes coreaban el lema 'agro sí, mina no', emblema de la protesta de las poblaciones del entorno del proyecto de la transnacional Southern Copper Corporation, que temen que este arruine la próspera agricultura de la zona.
El alcalde de la ciudad de Arequipa, Omar Candia, ajeno a la protesta, llamó al presidente Martín Vizcarra a dejar sin efecto el proyecto por su inviabilidad en las actuales condiciones, para poner fin al conflicto, tercero en una década y que en sus dos versiones anteriores dejó un saldo de seis civiles y un policía muertos.
La protesta de Islay se inició después que en julio pasado el gobierno otorgara la licencia de construcción del proyecto, asegurando que este no podría comenzar sin contar con la llamada licencia social, es decir la aceptación de la población.
Ante la magnitud de la reacción social y ante apelaciones legales contra la licencia, esta fue suspendida por el Consejo Nacional de Minería, al que el presidente Vizcarra debe apurar en aras de una pronta solución, según el alcalde Candia.
El gobierno es objeto de presiones de Southern -que amenazó con acciones legales por la suspensión-, la Confederación de Empresarios (Confiep) y políticos y medios de prensa neoliberales, para que dé luz verde al proyecto, descalificado por diversos informes técnicos que dan la razón a los pobladores.
En la misma jornada, la Confederación General de Trabajadores (CGTP) comenzó una jornada nacional de Lucha cuya primera demanda es la nulidad del proyecto Tía María y el rechazo a las decisiones oficiales económicas y laborales de carácter neoliberal, entre otros puntos.
Un llamado conjunto a la protesta, difundido por la CGTP y la Asamblea Nacional de los Pueblos, criticó al gobierno por ceder a las presiones de la Confiep.