May critica absolutismo y polarización política
La dimitente primera ministra británica, Theresa May, dedicó ayer uno de sus últimos discursos públicos antes de abandonar el cargo la semana próxima, a criticar el absolutismo y la polarización en la política local y global. La inhabilidad de combinar principios con pragmatismo y...
La dimitente primera ministra británica, Theresa May, dedicó ayer uno de sus últimos discursos públicos antes de abandonar el cargo la semana próxima, a criticar el absolutismo y la polarización en la política local y global.
La inhabilidad de combinar principios con pragmatismo y llegar a acuerdos cuando es necesario parece haber llevado nuestro discurso político en el camino equivocado, aseveró la gobernante conservadora en la sede del Real Instituto de Asuntos Internacionales en esta capital.
De acuerdo con May, quien se abstuvo de mencionar a algún político o país por su nombre, ese derrotero conduce a un tipo de absolutismo en el que se piensa que con solo establecer los puntos de vista lo suficientemente alto y por un tiempo prolongado, uno se saldrá con la suya, o que movilizar la facción propia es más importante que sumar a los demás.
Alertó además que esa tendencia no es exclusiva de la política británica, sino que prevalece a nivel mundial, y se observa en el fortalecimiento de los partidos de extrema derecha y de extrema izquierda en Europa y otras partes.
Lo vemos en la naturaleza cada vez más adversa de las relaciones internacionales, donde algunos solo ven que un país gana cuando el otro pierde, enfatizó.
May alertó que los movimientos populistas también han abrazado la política de la división, al culpar a los enemigos de sus propios problemas y ofrecer soluciones aparentemente fáciles.
Al hacer esto, promueven una polarización que ve al mundo a través del prisma de 'ellos' y 'nosotros', un prisma de ganadores y perdedores, donde los acuerdos y la cooperación son considerados una señal de debilidad, no de fortaleza, arremetió.
El nombre del nuevo líder conservador y primer ministro será anunciado el 23 de julio.
La inhabilidad de combinar principios con pragmatismo y llegar a acuerdos cuando es necesario parece haber llevado nuestro discurso político en el camino equivocado, aseveró la gobernante conservadora en la sede del Real Instituto de Asuntos Internacionales en esta capital.
De acuerdo con May, quien se abstuvo de mencionar a algún político o país por su nombre, ese derrotero conduce a un tipo de absolutismo en el que se piensa que con solo establecer los puntos de vista lo suficientemente alto y por un tiempo prolongado, uno se saldrá con la suya, o que movilizar la facción propia es más importante que sumar a los demás.
Alertó además que esa tendencia no es exclusiva de la política británica, sino que prevalece a nivel mundial, y se observa en el fortalecimiento de los partidos de extrema derecha y de extrema izquierda en Europa y otras partes.
Lo vemos en la naturaleza cada vez más adversa de las relaciones internacionales, donde algunos solo ven que un país gana cuando el otro pierde, enfatizó.
May alertó que los movimientos populistas también han abrazado la política de la división, al culpar a los enemigos de sus propios problemas y ofrecer soluciones aparentemente fáciles.
Al hacer esto, promueven una polarización que ve al mundo a través del prisma de 'ellos' y 'nosotros', un prisma de ganadores y perdedores, donde los acuerdos y la cooperación son considerados una señal de debilidad, no de fortaleza, arremetió.
El nombre del nuevo líder conservador y primer ministro será anunciado el 23 de julio.