ONU: hace falta una tregua humanitaria en Libia
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló que urge una tregua humanitaria temporal en Libia para permitir la asistencia de emergencia y el paso voluntario de civiles. Los colegas humanitarios informan que la escalada de violencia en Trípoli y sus alrededores...
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló que urge una tregua humanitaria temporal en Libia para permitir la asistencia de emergencia y el paso voluntario de civiles.
Los colegas humanitarios informan que la escalada de violencia en Trípoli y sus alrededores provocaron el desplazamiento de unas tres mil 400 personas que huyen de los combates, detalló.
Además, este escenario impide que los servicios de emergencia lleguen a las víctimas y a los civiles, recalcó Dujarric.
Los recientes enfrentamientos afectan áreas residenciales y un número desconocido de civiles no puede huir de esos lugares, incluidos, los heridos, alertó el vocero.
En tanto, la coordinadora humanitaria para Libia, María Ribeiro, recordó a todas las partes sus obligaciones legales en virtud del derecho internacional humanitario de garantizar la seguridad de los civiles y su infraestructura.
Además, indicó que la escalada de violencia en la capital libia y sus alrededores ocasiona el desplazamiento de miles de personas, impiden el acceso de los servicios de emergencia a los heridos y otros civiles, y daña los tendidos eléctricos.
El encargado de la misión de apoyo de Naciones Unidas en Libia, Ghassan Salamé, permanece en Trípoli, donde ese equipo continúa su trabajo. Esta mañana, se reunió con el jefe del Consejo Presidendial, Fayez Serraj, con quien habló sobre cómo la ONU puede ayudar en esta difícil coyuntura.
Las fuerzas del general Khalifa Haftar, que lidera el llamado Ejército Nacional Libio en control del este del país, intensificaron el domingo su ofensiva sobre Trípoli, donde tiene la sede el Gobierno reconocido internacionalmente, indican reportes de prensa.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los fallecidos debido a los recientes bombardeos hay dos médicos que estaban atendiendo a los civiles en Trípoli.
'Es inaceptable que el personal sanitario sea un objetivo en los conflictos armados', destacó el director regional de la OMS, Ahmed Al Mandhari.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, sigue muy de cerca la situación y mantiene la oferta de trabajar 'para facilitar una solución política que unifique las instituciones libias'.
Guterres visitó Libia el pasado jueves y viernes como parte de una gira por el norte de África, que incluyó Egipto y Túnez.
El titular de Naciones Unidas se mostró muy preocupado por la situación en esa nación petrolera y enfatizó que no hay solución militar al conflicto en Libia y solo mediante el diálogo se podrán resolver los problemas del país.
A pesar de los acuerdos de paz firmados en Marruecos en diciembre de 2015, Libia sigue sumida en el caos y la violencia desde 2011, cuando una intervención militar de la OTAN propició el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi.
En la nación petrolera del norte de África continúan las pugnas por el poder y el accionar de milicias, entre ellas grupos considerados terroristas, mientras aumenta la criminalidad y el tráfico de personas y armas.
Todo esto ha generado un colapso en la economía, la infraestructura y la seguridad.
Los colegas humanitarios informan que la escalada de violencia en Trípoli y sus alrededores provocaron el desplazamiento de unas tres mil 400 personas que huyen de los combates, detalló.
Además, este escenario impide que los servicios de emergencia lleguen a las víctimas y a los civiles, recalcó Dujarric.
Los recientes enfrentamientos afectan áreas residenciales y un número desconocido de civiles no puede huir de esos lugares, incluidos, los heridos, alertó el vocero.
En tanto, la coordinadora humanitaria para Libia, María Ribeiro, recordó a todas las partes sus obligaciones legales en virtud del derecho internacional humanitario de garantizar la seguridad de los civiles y su infraestructura.
Además, indicó que la escalada de violencia en la capital libia y sus alrededores ocasiona el desplazamiento de miles de personas, impiden el acceso de los servicios de emergencia a los heridos y otros civiles, y daña los tendidos eléctricos.
El encargado de la misión de apoyo de Naciones Unidas en Libia, Ghassan Salamé, permanece en Trípoli, donde ese equipo continúa su trabajo. Esta mañana, se reunió con el jefe del Consejo Presidendial, Fayez Serraj, con quien habló sobre cómo la ONU puede ayudar en esta difícil coyuntura.
Las fuerzas del general Khalifa Haftar, que lidera el llamado Ejército Nacional Libio en control del este del país, intensificaron el domingo su ofensiva sobre Trípoli, donde tiene la sede el Gobierno reconocido internacionalmente, indican reportes de prensa.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los fallecidos debido a los recientes bombardeos hay dos médicos que estaban atendiendo a los civiles en Trípoli.
'Es inaceptable que el personal sanitario sea un objetivo en los conflictos armados', destacó el director regional de la OMS, Ahmed Al Mandhari.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, sigue muy de cerca la situación y mantiene la oferta de trabajar 'para facilitar una solución política que unifique las instituciones libias'.
Guterres visitó Libia el pasado jueves y viernes como parte de una gira por el norte de África, que incluyó Egipto y Túnez.
El titular de Naciones Unidas se mostró muy preocupado por la situación en esa nación petrolera y enfatizó que no hay solución militar al conflicto en Libia y solo mediante el diálogo se podrán resolver los problemas del país.
A pesar de los acuerdos de paz firmados en Marruecos en diciembre de 2015, Libia sigue sumida en el caos y la violencia desde 2011, cuando una intervención militar de la OTAN propició el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi.
En la nación petrolera del norte de África continúan las pugnas por el poder y el accionar de milicias, entre ellas grupos considerados terroristas, mientras aumenta la criminalidad y el tráfico de personas y armas.
Todo esto ha generado un colapso en la economía, la infraestructura y la seguridad.