Theresa May lucha por mantener el control del Brexit
La primera ministra británica, Theresa May, reconoció el lunes que aún no consigue el apoyo suficiente para su propuesta sobre cómo sacar a Reino Unido de la Unión Europea, mientras miembros de su propio partido pedían su dimisión y el Parlamento maniobraba para arrebatar el control del...



La primera ministra británica, Theresa May, reconoció el lunes que aún no consigue el apoyo suficiente para su propuesta sobre cómo sacar a Reino Unido de la Unión Europea, mientras miembros de su propio partido pedían su dimisión y el Parlamento maniobraba para arrebatar el control del Brexit al gobierno.
En uno de los momentos más importantes para el país en al menos una generación, los políticos estaban inmersos en una vorágine y, casi tres años después del referéndum sobre la membresía de Reino Unido en la UE, aún no está claro cómo, cuándo o si se llevará a cabo el Brexit.
En un momento de evidente debilidad de May, sus ministros insistían uno tras otro en que la mandataria sigue al timón y negaban estar implicados o conocer un supuesto complot para exigirle una fecha para dejar el cargo.
En medio del caos, no estaba claro si o cuándo May volvería a proponer al Parlamento el acuerdo de divorcio al que llegó con la UE. La iniciativa fue rechazada por los legisladores con un margen 149 votos el 12 de marzo y de 230 votos el 15 de enero.
“Es con gran pesar que he llegado a la conclusión de que tal como están las cosas, todavía no hay suficiente apoyo en la Cámara de los Comunes para volver a presentar el acuerdo para una tercera votación”, dijo May a los miembros del Parlamento.
La semana pasada, la UE acordó postergar la fecha de salida original, del 29 de marzo, debido al punto muerto en Londres. Ahora, Reino Unido dejará la UE el 22 de mayo si el acuerdo de May es aprobado por el Parlamento esta semana. Si no, tiene hasta el 12 de abril para esbozar sus planes.
May se negó a renunciar a que su acuerdo se apruebe eventualmente, señalando que las alternativas eran desagradables y que no había evidencia de una mayoría en el Parlamento para nada, excepto para evitar una salida abrupta “sin acuerdo”.
“A menos que esta Cámara lo acepte, un ‘no acuerdo’ no sucederá. No debe haber un ‘no al Brexit’”, dijo May.
En uno de los momentos más importantes para el país en al menos una generación, los políticos estaban inmersos en una vorágine y, casi tres años después del referéndum sobre la membresía de Reino Unido en la UE, aún no está claro cómo, cuándo o si se llevará a cabo el Brexit.
En un momento de evidente debilidad de May, sus ministros insistían uno tras otro en que la mandataria sigue al timón y negaban estar implicados o conocer un supuesto complot para exigirle una fecha para dejar el cargo.
En medio del caos, no estaba claro si o cuándo May volvería a proponer al Parlamento el acuerdo de divorcio al que llegó con la UE. La iniciativa fue rechazada por los legisladores con un margen 149 votos el 12 de marzo y de 230 votos el 15 de enero.
“Es con gran pesar que he llegado a la conclusión de que tal como están las cosas, todavía no hay suficiente apoyo en la Cámara de los Comunes para volver a presentar el acuerdo para una tercera votación”, dijo May a los miembros del Parlamento.
La semana pasada, la UE acordó postergar la fecha de salida original, del 29 de marzo, debido al punto muerto en Londres. Ahora, Reino Unido dejará la UE el 22 de mayo si el acuerdo de May es aprobado por el Parlamento esta semana. Si no, tiene hasta el 12 de abril para esbozar sus planes.
May se negó a renunciar a que su acuerdo se apruebe eventualmente, señalando que las alternativas eran desagradables y que no había evidencia de una mayoría en el Parlamento para nada, excepto para evitar una salida abrupta “sin acuerdo”.
“A menos que esta Cámara lo acepte, un ‘no acuerdo’ no sucederá. No debe haber un ‘no al Brexit’”, dijo May.