Ministro francés pide diálogo con los “chalecos amarillos”
El primer ministro francés, Edouard Philippe, llamó ayer sábado a reanudar el diálogo con el movimiento de los “chalecos amarillos” tras manifestaciones en todo el país, y prometió que el presidente Emmanuel Macron anunciará medidas. “El diálogo ha comenzado y debe continuar”,...



El primer ministro francés, Edouard Philippe, llamó ayer sábado a reanudar el diálogo con el movimiento de los “chalecos amarillos” tras manifestaciones en todo el país, y prometió que el presidente Emmanuel Macron anunciará medidas.
“El diálogo ha comenzado y debe continuar”, dijo Philippe en una breve declaración retransmitida por televisión. “Hay que tejer de nuevo la unidad nacional”, añadió, desde el ministerio del Interior.
“El presidente hablará y propondrá medidas para nutrir el diálogo”, dijo. Estas medidas, “espero permitan a toda la Nación francesa reunirse y estar a la altura de los desafíos que ya están aquí y que seguirán planteándose en los años que vienen”, apuntó.
Philippe expresó también su “admiración” por las fuerzas del orden que “hicieron respetar la ley frente a individuos que no vinieron a expresar sus opiniones, sino a menudo para enfrentarse, provocar y a veces saquear”.
“La vigilancia y la movilización siguen siendo necesarias porque en París y en algunas ciudades provinciales todavía hay alborotadores en acción y por lo tanto es necesario expresarse con gran cautela”, subrayó, poco antes de las 20:00 (19:00 GMT).
Unas 125.000 personas se manifestaron en Francia ayer sábado, indicó a su lado el ministro del Interior, Christophe Castaner. La policía detuvo a 1.385 personas, agregó.
Antecedentes
Manifestantes antigubernamentales se enfrentaron a la policía francesa en París ayer sábado, lanzando proyectiles, incendiando autos y destrozando tiendas y restaurantes en el cuarto fin de semana de disturbios que sacudió la autoridad del presidente Emmanuel Macron.
La policía utilizó gas lacrimógeno, cañones de agua y caballos para atacar a los manifestantes en las calles desde los Campos Elíseos, pero se encontraron con menos violencia que hace una semana, cuando la capital fue testigo de los peores hechos de violencia desde los disturbios estudiantiles de 1968.
Al caer la noche de ayer el ministro del Interior, Christophe Castaner, refirió que había alrededor de 10.000 manifestantes en París al atardecer y unos 125.000 en todo el país.
Burdeos, Lyon, Toulouse y otras ciudades también vieron grandes enfrentamientos entre manifestantes y policías ayer.
“La situación está ahora bajo control”, dijo Castaner en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro Edouard Philippe.
Dijo que unos 120 manifestantes y cerca de 20 policías habían resultado heridos en todo el país. Más de 1.000 personas fueron arrestadas, 620 de ellas en París, luego de que la policía descubrió martillos y bates de béisbol, que consideraron potenciales armas.
“El diálogo ha comenzado y debe continuar”, dijo Philippe en una breve declaración retransmitida por televisión. “Hay que tejer de nuevo la unidad nacional”, añadió, desde el ministerio del Interior.
“El presidente hablará y propondrá medidas para nutrir el diálogo”, dijo. Estas medidas, “espero permitan a toda la Nación francesa reunirse y estar a la altura de los desafíos que ya están aquí y que seguirán planteándose en los años que vienen”, apuntó.
Philippe expresó también su “admiración” por las fuerzas del orden que “hicieron respetar la ley frente a individuos que no vinieron a expresar sus opiniones, sino a menudo para enfrentarse, provocar y a veces saquear”.
“La vigilancia y la movilización siguen siendo necesarias porque en París y en algunas ciudades provinciales todavía hay alborotadores en acción y por lo tanto es necesario expresarse con gran cautela”, subrayó, poco antes de las 20:00 (19:00 GMT).
Unas 125.000 personas se manifestaron en Francia ayer sábado, indicó a su lado el ministro del Interior, Christophe Castaner. La policía detuvo a 1.385 personas, agregó.
Antecedentes
Manifestantes antigubernamentales se enfrentaron a la policía francesa en París ayer sábado, lanzando proyectiles, incendiando autos y destrozando tiendas y restaurantes en el cuarto fin de semana de disturbios que sacudió la autoridad del presidente Emmanuel Macron.
La policía utilizó gas lacrimógeno, cañones de agua y caballos para atacar a los manifestantes en las calles desde los Campos Elíseos, pero se encontraron con menos violencia que hace una semana, cuando la capital fue testigo de los peores hechos de violencia desde los disturbios estudiantiles de 1968.
Al caer la noche de ayer el ministro del Interior, Christophe Castaner, refirió que había alrededor de 10.000 manifestantes en París al atardecer y unos 125.000 en todo el país.
Burdeos, Lyon, Toulouse y otras ciudades también vieron grandes enfrentamientos entre manifestantes y policías ayer.
“La situación está ahora bajo control”, dijo Castaner en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro Edouard Philippe.
Dijo que unos 120 manifestantes y cerca de 20 policías habían resultado heridos en todo el país. Más de 1.000 personas fueron arrestadas, 620 de ellas en París, luego de que la policía descubrió martillos y bates de béisbol, que consideraron potenciales armas.