Perú: en suspenso referendo y posible cierre del Congreso
La pronta aprobación de tres reformas políticas y del referendo planteado por el Gobierno para consagrarlas, quedó en suspenso en Perú, en medio de versiones sobre la cercana posibilidad de disolución del parlamento. El partido neoliberal Fuerza Popular (FP), mayoritario en el Congreso de...
La pronta aprobación de tres reformas políticas y del referendo planteado por el Gobierno para consagrarlas, quedó en suspenso en Perú, en medio de versiones sobre la cercana posibilidad de disolución del parlamento.
El partido neoliberal Fuerza Popular (FP), mayoritario en el Congreso de la República, negó el compromiso de procesar con celeridad las reformas y la consulta, para que se realice el 9 de diciembre, coincidiendo con la segunda vuelta de las elecciones regionales.
En ese contexto, diversas fuentes señalaron que el presidente Martín Vizcarra estaría dispuesto a llevar el conflicto suscitado con FP hasta las últimas consecuencias, si no honrara el tácito compromiso, lo que acrecienta la posibilidad de la disolución del órgano legislativo.
La líder de FP, Keiko Fujimori, declaró que el referendo está en manos del Congreso, mientras una de sus integrantes, Rosa Bartra, dijo que la consulta ciudadana no es prioridad del parlamento y corresponde al Jurado Electoral.
Ante el desdén que revoca el compromiso contraído el miércoles último en el debate en el que el primer ministro, César Villanueva, pidió la confianza del pleno, expresada mediante la celeridad de las reformas y el referendo, y la misma le fue concedida en una votación en la que FP, otrora monolítico, se dividió.
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, comunicó al presidente Vizcarra que le había sido otorgada la confianza en relación a las líneas generales de Gobierno, sin mencionar las reformas ni la consulta ciudadana.
Sin embargo, ante la vaguedad de la comunicación, el mismo Salaverry reemplazó ayer esa comunicación por otra en la que informa al mandatario que fue aprobada la confianza solicitada al pleno por Villanueva, en una exposición que planteó plazos e incluyó el referendo. Según la Constitución, si el parlamento niega su confianza dos veces al gabinete ministerial, el presidente queda facultado para clausurarlo, que ya se la negó a otro gabinete en la primera etapa de la presente administración, cuando era presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Ello abre la posibilidad del cierre del parlamento, sobre lo cual el semanario Hildebrandt en sus 13, publica hoy un informe que cita fuentes cercanas al entorno gubernamental.
‘El presidente, amparándose en la Constitución, está evaluando el cierre definitivo del Congreso, si es que no hay resultados antes del 4 de octubre’, afirma la publicación, aunque diversas fuentes aseguran que FP y aliados menores maniobran para cuestionar la legalidad de esa acción constitucional.
El mandatario dio por seguro que el parlamento cumplirá con aprobar las tres reformas pendientes, no reelección de congresistas, control de financiamiento a los partidos y restablecimiento del Senado y que el referendo es ineludible.
Fundamentó esa convicción, además, en el apoyo social a esas medidas, que se expresó en encuestas y marchas de repudio al parlamento y continuarán en los próximos días.
En el fragor del debate, Keiko Fujimori acusó al presidente de buscar objetivos golpistas, ante lo cual Vizcarra se abstuvo de contestarle.
El partido neoliberal Fuerza Popular (FP), mayoritario en el Congreso de la República, negó el compromiso de procesar con celeridad las reformas y la consulta, para que se realice el 9 de diciembre, coincidiendo con la segunda vuelta de las elecciones regionales.
En ese contexto, diversas fuentes señalaron que el presidente Martín Vizcarra estaría dispuesto a llevar el conflicto suscitado con FP hasta las últimas consecuencias, si no honrara el tácito compromiso, lo que acrecienta la posibilidad de la disolución del órgano legislativo.
La líder de FP, Keiko Fujimori, declaró que el referendo está en manos del Congreso, mientras una de sus integrantes, Rosa Bartra, dijo que la consulta ciudadana no es prioridad del parlamento y corresponde al Jurado Electoral.
Ante el desdén que revoca el compromiso contraído el miércoles último en el debate en el que el primer ministro, César Villanueva, pidió la confianza del pleno, expresada mediante la celeridad de las reformas y el referendo, y la misma le fue concedida en una votación en la que FP, otrora monolítico, se dividió.
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, comunicó al presidente Vizcarra que le había sido otorgada la confianza en relación a las líneas generales de Gobierno, sin mencionar las reformas ni la consulta ciudadana.
Sin embargo, ante la vaguedad de la comunicación, el mismo Salaverry reemplazó ayer esa comunicación por otra en la que informa al mandatario que fue aprobada la confianza solicitada al pleno por Villanueva, en una exposición que planteó plazos e incluyó el referendo. Según la Constitución, si el parlamento niega su confianza dos veces al gabinete ministerial, el presidente queda facultado para clausurarlo, que ya se la negó a otro gabinete en la primera etapa de la presente administración, cuando era presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Ello abre la posibilidad del cierre del parlamento, sobre lo cual el semanario Hildebrandt en sus 13, publica hoy un informe que cita fuentes cercanas al entorno gubernamental.
‘El presidente, amparándose en la Constitución, está evaluando el cierre definitivo del Congreso, si es que no hay resultados antes del 4 de octubre’, afirma la publicación, aunque diversas fuentes aseguran que FP y aliados menores maniobran para cuestionar la legalidad de esa acción constitucional.
El mandatario dio por seguro que el parlamento cumplirá con aprobar las tres reformas pendientes, no reelección de congresistas, control de financiamiento a los partidos y restablecimiento del Senado y que el referendo es ineludible.
Fundamentó esa convicción, además, en el apoyo social a esas medidas, que se expresó en encuestas y marchas de repudio al parlamento y continuarán en los próximos días.
En el fragor del debate, Keiko Fujimori acusó al presidente de buscar objetivos golpistas, ante lo cual Vizcarra se abstuvo de contestarle.