Rusia califica sanciones de EEUU como draconianas
Rusia calificó el jueves como draconiana la nueva ronda de sanciones estadounidenses, las que provocaron una caída del rublo a mínimos de dos años y una mayor venta de activos por temores de que Moscú estuviera envuelto en una espiral de sanciones interminables. Moscú ha estado intentando...



Rusia calificó el jueves como draconiana la nueva ronda de sanciones estadounidenses, las que provocaron una caída del rublo a mínimos de dos años y una mayor venta de activos por temores de que Moscú estuviera envuelto en una espiral de sanciones interminables.
Moscú ha estado intentando con éxito dispar mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2016, y la elite política rusa calificó rápidamente como una victoria la cumbre del mes pasado entre el mandatario estadounidense y Vladimir Putin.
Pero ese triunfalismo inicial rápidamente se evaporó y algunos legisladores estadounidenses comenzaron a criticar el trato deferente de Trump con Putin en la cita y su fracaso para confrontar al líder ruso por la supuesta intromisión de Moscú en la política de Estados Unidos, lo que en definitiva desencadenó en las nuevas sanciones.
El Departamento de Estado estadounidense anunció el miércoles que impondrá nuevas sanciones a fines de mes después de determinar que Moscú utilizó un agente nervioso contra un ex espía ruso y su hija en Reino Unido, algo que Moscú niega. En una rápida reacción, el Kremlin dijo que las sanciones estadounidenses eran totalmente ilegales y hostiles.
Las nuevas sanciones se concretarán en dos tramos. El primero, que apunta a las exportaciones estadounidenses de productos sensibles relacionados con la seguridad nacional, tiene grandes excepciones y muchos de los ítems que cubre ya han sido prohibidos por restricciones previas. Sin embargo, el segundo tramo, activado después de 90 días si Moscú no entrega “garantías confiables” de que ya no usará armas químicas y permitirá inspecciones in situ por parte de Naciones Unidas u otros grupos internacionales de observadores, es más grave.
Moscú ha estado intentando con éxito dispar mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2016, y la elite política rusa calificó rápidamente como una victoria la cumbre del mes pasado entre el mandatario estadounidense y Vladimir Putin.
Pero ese triunfalismo inicial rápidamente se evaporó y algunos legisladores estadounidenses comenzaron a criticar el trato deferente de Trump con Putin en la cita y su fracaso para confrontar al líder ruso por la supuesta intromisión de Moscú en la política de Estados Unidos, lo que en definitiva desencadenó en las nuevas sanciones.
El Departamento de Estado estadounidense anunció el miércoles que impondrá nuevas sanciones a fines de mes después de determinar que Moscú utilizó un agente nervioso contra un ex espía ruso y su hija en Reino Unido, algo que Moscú niega. En una rápida reacción, el Kremlin dijo que las sanciones estadounidenses eran totalmente ilegales y hostiles.
Las nuevas sanciones se concretarán en dos tramos. El primero, que apunta a las exportaciones estadounidenses de productos sensibles relacionados con la seguridad nacional, tiene grandes excepciones y muchos de los ítems que cubre ya han sido prohibidos por restricciones previas. Sin embargo, el segundo tramo, activado después de 90 días si Moscú no entrega “garantías confiables” de que ya no usará armas químicas y permitirá inspecciones in situ por parte de Naciones Unidas u otros grupos internacionales de observadores, es más grave.