Juez Moro impide que diez gobernadores visiten a Lula
El juez federal Sergio Moro negó la autorización para que 10 gobernadores que se encuentran en la ciudad de Curitiba puedan visitar al ex presidente de Brasil LuizInácio Lula da Silva. En un despacho, Moro indicó que el ex dignatario podrá recibir visitas solo los miércoles ‘a fin de...
El juez federal Sergio Moro negó la autorización para que 10 gobernadores que se encuentran en la ciudad de Curitiba puedan visitar al ex presidente de Brasil LuizInácio Lula da Silva.
En un despacho, Moro indicó que el ex dignatario podrá recibir visitas solo los miércoles ‘a fin de no inviabilizar el adecuado funcionamiento’ de la Superintendencia de la Policía Federal, donde desde el pasado sábado éste comenzó a cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión.
Privilegio
Ningún otro privilegio fue concedido, sostuvo Moro, quien al librar sorpresivamente la orden de prisión el jueves último dijo que Lula permanecería recluido en una sala especial de la Superintendencia ‘en razón de la dignidad del cargo ocupado’, y separado de los demás presos, sin riesgo para su integridad moral o física.
Sin embargo, el Diario del Centro del Mundo (DCM) denunció poco antes de que el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) se pusiera a disposición de la justicia que uno de sus periodistas tuvo acceso a detalles del lugar vendido por Moro ‘como algo que no es’, el cual - en realidad - resulta casi una de las celdas llamada ‘solitaria’.
Está hecha para maltratar a las personas, dijo una fuente de la policía a DCM y detalló que todo allí es precario, está aislada del resto del edificio y ubicada en el cuarto piso, cuando los elevadores llegan solo hasta el tercer nivel.
La información fue corroborada por el columnista del diario digital Brasil 247 Paulo Moreira Leite, quien remarcó que desde su llegada a Curitiba ‘Lula fue privado del indispensable convivio con otros prisioneros, posiblemente el elemento más importante para asegurar alguna estabilidad intelectual y emocional a toda persona encarcelada’.
Señaló además que las ‘solitarias’ son utilizadas como norma para castigar delitos cometidos en el interior del sistema carcelario, y quienes son confinados allí permanecen entre 10 y 30 días, conforme a la gravedad de la falta.
‘El problema es que eso no tiene sentido en el caso de Lula, para quien la celda solitaria ya estaba reservada antes de su llegada a Curitiba’, remarcó Moreira Leite.
En un despacho, Moro indicó que el ex dignatario podrá recibir visitas solo los miércoles ‘a fin de no inviabilizar el adecuado funcionamiento’ de la Superintendencia de la Policía Federal, donde desde el pasado sábado éste comenzó a cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión.
Privilegio
Ningún otro privilegio fue concedido, sostuvo Moro, quien al librar sorpresivamente la orden de prisión el jueves último dijo que Lula permanecería recluido en una sala especial de la Superintendencia ‘en razón de la dignidad del cargo ocupado’, y separado de los demás presos, sin riesgo para su integridad moral o física.
Sin embargo, el Diario del Centro del Mundo (DCM) denunció poco antes de que el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) se pusiera a disposición de la justicia que uno de sus periodistas tuvo acceso a detalles del lugar vendido por Moro ‘como algo que no es’, el cual - en realidad - resulta casi una de las celdas llamada ‘solitaria’.
Está hecha para maltratar a las personas, dijo una fuente de la policía a DCM y detalló que todo allí es precario, está aislada del resto del edificio y ubicada en el cuarto piso, cuando los elevadores llegan solo hasta el tercer nivel.
La información fue corroborada por el columnista del diario digital Brasil 247 Paulo Moreira Leite, quien remarcó que desde su llegada a Curitiba ‘Lula fue privado del indispensable convivio con otros prisioneros, posiblemente el elemento más importante para asegurar alguna estabilidad intelectual y emocional a toda persona encarcelada’.
Señaló además que las ‘solitarias’ son utilizadas como norma para castigar delitos cometidos en el interior del sistema carcelario, y quienes son confinados allí permanecen entre 10 y 30 días, conforme a la gravedad de la falta.
‘El problema es que eso no tiene sentido en el caso de Lula, para quien la celda solitaria ya estaba reservada antes de su llegada a Curitiba’, remarcó Moreira Leite.
Apoya al periodismo independiente
Tienes acceso libre a 200 notas al mes. Para tener acceso ilimitado y muchos beneficios más adquiere tu Suscripción Digital. Comienza tu prueba gratis ahora
¿Ya estás suscrita/o? No olvides iniciar sesión
Acceder
Si te interesa una suscripción corporativa o institucional llámanos al (+591) 78259007
