Argentina y la involución

El escenario está más abierto desde la irrupción de Javier Milei, pero también por las dificultades del peronismo post kirchnerista de afianzar un rumbo propio

Con cierto desorden y desconcierto, Argentina avanza hacia sus elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, que distan un mundo de lo que en Bolivia se organizó en 2019 en las que solo pudieron votar los afiliados a cada partido y que solo tenían intención de legitimar a candidatura de Evo Morales pese a perder el referéndum de 2016.

Probablemente ni tanto ni tan poco. En Argentina se están planteando ya una reforma del sistema porque al final se convierte en una primera vuelta anticipada que da demasiadas pistas y condiciona demasiado la campaña, aunque este año el escenario sea un poco más complejo entre los principales contendientes.

Este 12 de agosto se definirán los candidatos de los diferentes frentes, el 22 de octubre será la elección y se prevé una segunda vuelta en el caso de que no se alcance el 50% o el 40% con más de diez puntos de ventaja sobre el segundo.

La elección del 12 de agosto debe desvelar varias incógnitas que atormentan sobre todo a la derecha del PRO reunida en Juntos por el Cambio, que es la continuación del Cambiemos de Mauricio Macri pero sin Macri, pero también al peronismo en todas sus versiones y, por supuesto, al ya no tan genuino Javier Milei.

La primera es que compiten dos candidatos pesos pesados en la derecha como la exministra Patricia Bullrich y el alcalde capitalino Horacio Rodríguez Larreta, una más famosa por su legado de mano dura, el otro por planteamientos más liberales en lo económico y que pondrán en dificultades a los electores de esa tendencia a la hora de elegir.

La segunda es saber qué alcance real tendrá la propuesta de Milei y su La Libertad Avanza, que no compite contra nadie en la interna pero que se medirá por primera vez como alternativa a la derecha tradicional buscando un puesto en la segunda vuelta. Se trata de Milei contra la suma de Bullrich y Larreta.

La tercera tiene que ver precisamente con el peronismo y su prudencia después de cuatro años muy difíciles con la pandemia y, de nuevo, con la inflación. El post kirchnerismo no ha funcionado y Cristina ha tenido que jugar papeles clave en la gestión. El consenso pasa por Massa, aunque finalmente no será el candidato único, pues el ícono popular y joven del peronismo, Juan Grabois, finalmente concurre a la cita con el propósito de no asustar demasiado a los más jóvenes, que fácilmente pueden migrar a opciones más a la izquierda que se han mostrado estables en los últimos años. La apuesta probable es que Milei se imponga para agitar el miedo al extremista con el moderado Massa en una segunda vuelta que sería casi imposible, según los sondeos, de ganarle a Bullrich o Larreta, aunque tampoco deben descuidarse del justicialismo provincial, que pisa fuerte y puede amargarles incluso la segunda plaza.

El escenario está interesante para los que lo vemos desde fuera pero la Argentina se juega mucho en esta cita. También América Latina. El riesgo de involución está más latente que nunca.

DESTACADO.- Milei y su La Libertad Avanza no compite contra nadie en la interna pero se medirá por primera vez como alternativa a la derecha tradicional


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