El (nuevo) engaño de Margarita

El pozo anunciado viene a succionar del mismo reservorio ya estudiado y del que supuestamente se probó su conectividad, por lo que no corresponde una “actualización”

De entrada pareció un error involuntario, una negligencia de aquellas en las que suelen incurrir los voceros apasionados del Presidente o aquellos que le escriben los discursos de oídas, sin saber muy bien de qué estaba hablando y que solo tienen por premisa dar buenas noticias y nada más.

Luis Arce se desplazó hace un par de semanas a inaugurar la puesta en marcha de un pozo de desarrollo del bloque Margarita-Huacaya, unido por la voluntad de Repsol y el Gobierno en 2012, esencialmente para ahorrar costos a la petrolera española, y que venía a ser el Margarita 10. Se trataba de un pozo ordinario, contemplado desde hace una década en los planes presentados a YPFB y cuyos resultados no han sorprendidos al mundo, como lo hizo hace no tanto (en 2013) el Margarita 6, que de inicio producía casi 6 millones de metros cúbicos y fue récord de Sudamérica, sino que se trata de un pozo más bien “normalito”.

El factor anunciado -75 para Tarija y 25 para Chuquisaca – fue una vulgar patraña que nunca se aplicó, pues se consideró que solo un reservorio era compartido

Concretamente el Margarita 10 va a producir 3 millones de metros cúbicos. Inicialmente los voceros oficiales marearon la cosa hablando de miles y de pies cúbicos, como para que sonara a más, pero apenas duró un par de días. En cualquier caso, el nuevo aporte de gas se va a hacer sobre unas reservas ya perfectamente probadas y consolidadas desde hace más de una década, pues no incorpora ningún nuevo reservorio.

El asunto no pasaría de anécdota si no hubiera de fondo una intención manifiesta de cambiar las reglas del juego con las que muy a disgusto se viene jugando desde 2012. Las reglas del reparto de regalías entre Tarija y Chuquisaca que se establecieron merced a un factor de distribución tramposo que se estableció bajo presión y por empeño del Gobierno – y complicidad de las autoridades tarijeñas del momento - en su azarosa estrategia política para tomar el departamento de la capital

El nuevo pozo está ubicado al norte de la formación, es decir, en territorio de Chuquisaca, pero hace ya una década que la misma YPFB desterró ese concepto de territorialidad precisamente atendiendo a que el reservorio era el mismo y daba igual por donde se succionara, que estuviera la boca al sur o al norte, acabaría saliendo todo. O así lo explicaron entonces.

Por otro lado, el factor anunciado -75 para Tarija y 25 para Chuquisaca – fue una vulgar patraña que nunca se aplicó, pues solo uno de los tres reservorios es compartido y es de donde succionan los pozos, y es sobre ese reservorio que se aplica el factor específico correspondiente, y que es más próximo al 55-45.

Dicho esto, ¿qué sentido tiene actualizar el factor de distribución si nada ha cambiado? Es evidente que algo buscan agitando unos rescoldos que siempre están a flor de piel y, dados los antecedentes, nada invita a pensar bien. Urge que todas las organizaciones tarijeñas estén listas para el desafío que se viene, porque el gas sigue siendo palanca imprescindible para el desarrollo tarijeño, pero más importante aún es hacer valer la verdad por encima de todas las cosas.

 


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