Santa Cruz Pujante

Buscar las mejores formas para armonizar este desarrollo, para que todos los sectores e instituciones puedan apoyarlo, generando sinergias positivas para el país, es el gran desafío

Santa Cruz celebra hoy los 211 años de su primer grito libertario inmersa en el enésimo debate sobre su identidad, su pujanza y sus necesidades de largo plazo, todavía dándole vueltas a aquellos dichos del otrora presidente, luego candidato y finalmente líder de la oposición, Carlos Mesa, cuando apreció que la estrechez de miras de sus élites le impedían ser aún más potencia; pero también a las razones que han llevado al MAS a cambiar el discurso racializado original por una convivencia interesada que parece gustar a todos.

No es la coyuntura política más sencilla de los últimos años ni mucho menos. Los Demócratas de Rubén Costas, que capitalizaron la lucha por la autonomía, se han diluido en el ambiente como si nunca hubieran estado ahí, mientras que Percy Fernández ha pasado a ocupar su lugar de ídolo de la cruceñidad ya sin responsabilidades ejecutivas que nadie ya le pedía.

Esto ha pasado justo después de que los Demócratas llegaran con toda la fuerza del mundo al primer gabinete no masista de los últimos 15 años, con una Jeanine Áñez símbolo del oriente presidiendo el país, pero cuyo resultado fue la decepción absoluta, tal como reflejaron las encuestas y finalmente, las votaciones.

Santa Cruz votó en 2019 a favor de Mesa y en contra del MAS, pero en 2020 volvió a votar pensando en sí misma, como quien salió a un viaje importante y volvió escarmentado. No le hizo bien a su institucionalidad el cambio de gobierno, las concesiones, los giros de la Cainco, de la Cámara Agropecuaria del Oriente ni los favores. Hoy gobierna el departamento Luis Fernando Camacho, el “héroe” de la caída de Evo Morales, que postuló a Presidente pensando en ser Gobernador pero con bancada propia en La Paz, una bancada que hoy pasa por ser clave en los aspectos esenciales.

Santa Cruz necesitaba renovar su agenda después de Rubén Costas y vaya que lo ha hecho. Camacho y su equipo han puesto en primer plano el asunto de la lucha por las tierras, peleadas entre indígenas, agroindustriales y colonizadores, todos víctimas de un sistema corrupto. Hay quien ve una intención de tensar la cuerda lo más posible para buscar vías de salidas. Hay quien ve un movimiento de justicia con el departamento más pujante del país, que necesita definitivamente tener más protagonismo político.

Y es que Santa Cruz es hoy por hoy el motor de la economía nacional por sus emprendimientos virtuosos en la agroindustria y todo lo que ha traído aparejado en comercio, ocio y construcción y por la capacidad de arriesgar.

Buscar las mejores formas para armonizar este desarrollo, para que todos los sectores e instituciones puedan apoyarlo, generando sinergias positivas para el país, es el gran desafío de este momento para el que no hay demasiado tiempo que perder. Sin atajos, sin chantajes, solo con convicción y sinceridad.

Se trata de que la política no reste, pues en esto, todos deben sumar. Santa Cruz lo merece.

 


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