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La extraña campaña electoral en Tarija con promesas antiguas

Dos promesas propias de este Gobierno antes de la pandemia: garantizar gas en Bermejo y recibir la Variante Canaletas – Entre Ríos, aún no se han concretado. Recuperar San Jacinto también topa con la Ley y el título de Setar

La campaña electoral ha entrado en su recta final, y con ella, el momento de hacer las promesas en las regiones. El método es idéntico al utilizado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) durante sus tres legislaturas, partido que de hecho sigue prometiendo lo mismo. Las obras y proyectos, con algún retoque, también son los mismos.

En el caso del Chaco, por ejemplo, se ha prometido la doble vía Yacuiba – Villa Montes y concluir el tramo de Palo Marcado, en la ruta al Paraguay. La doble vía fue prometida ya en la campaña de 2014, y en la de 2019 se adjudicó a la Empresa Boliviana de Construcciones en una operación más que dudosa para que moviera algunas tierras y se tomaran las fotografías de rigor. Lo cierto es que nunca avanzó. El tramo en la ruta al Paraguay lleva botado desde 2010 y para 2019 se logró desbloquear el tema burocrático. Los avances son igualmente mínimos.

Tarija espera cada vez menos, pero ahí largados están los hospitales Oncológico y Materno Infantil; la planta de tratamiento de aguas residuales de San Luis, prometida en 2014, 2016 y 2019 y actualmente apenas un proyecto de pre inversión; y promesas pendientes con el aeropuerto.

Las promesas, sin embargo, han tomado más tinte electoral que nunca tanto por la provisionalidad del Gobierno como por la crítica situación económica y sanitaria que vive el país. Pero también por la praxis.

Las carreteras y los proyectos de agua en el Chaco son promesas recurrentes hace décadas

Una de las promesas “novedosas” de la presidenta Jeanine Áñez ha sido la de “devolver” la represa San Jacinto a la Gobernación. Se trata de un reclamo relativamente reciente y resultado de una nefasta negociación llevada a cabo por Lino Condori y que Adrián Oliva tuvo que asumir para lograr el título habilitante de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) como distribuidora de la energía en el departamento. La promesa de “devolver” suena bien porque la represa se entregó a cambio de nada, y muy poco ha mejorado en el servicio, por múltiples causas. Sin embargo, la realidad es que la Ley de Electricidad deja el monopolio de la generación para Ende y las departamentales solo pueden constituirse en distribuidores y ese es el título habilitante que tiene Setar, ergo, para hacerlo realidad, habrá que cambiar unas cuantas normativas.

Lo de ganar tiempo no es menor y varios Ministerios lo han hecho a lo largo de este año, coincidiendo con los diferentes momentos electorales. Por ejemplo, a principios de año, el Ministerio de Hidrocarburos se comprometió a resolver el problema del gas en IABSA, que perjudica la zafra, y el Ministerio de Obras Públicas se comprometió a recibir la variante Canaletas – Entre Ríos después de más de siete años de pleitos con el anterior Gobierno.

Estos eran “regalos” de abril, prometidos antes de la pandemia y de la fecha electoral, que entonces era el 3 de mayo. Lo cierto es que se acerca la época de lluvias y la variante sigue bajo tuición de la Gobernación, y ha llegado la zafra y Bermejo sigue con problemas de gas. Las elecciones son el 28 de octubre.

Resulta curioso ver a la Presidenta transitoria y candidata hacer campaña entregando obras y haciendo promesas, sin embargo, esta campaña va de otra cosa. Ojalá todos lo entiendan lo antes posible.


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