Abusos a adultos mayores

El despojo de bienes a adultos mayores suma en Tarija, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos tuvo conocimiento en lo que va del año de al menos 30 casos de despojo de bienes inmuebles a personas de la tercera edad. Estos casos fueron derivados al Servicio de Gestión Social (Sedeges),...

El despojo de bienes a adultos mayores suma en Tarija, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos tuvo conocimiento en lo que va del año de al menos 30 casos de despojo de bienes inmuebles a personas de la tercera edad. Estos casos fueron derivados al Servicio de Gestión Social (Sedeges), instancia que -en los casos que pudo- efectuó una conciliación de las partes. Sin embargo, mucho no se puede hacer.

Lo más triste de esta situación es que las personas adultas mayores fueron despojadas de sus casas, terrenos y propiedades a través de estafas cometidas sobre todo por sus allegados e incluso familiares directos como sus hijos o nietos, quienes aprovechando la confianza de los ancianos cometen estos delitos.

Poco o nada se conoce sobre los derechos de este sector de la sociedad. La ley 369 de la Personas Adultas Mayores que respalda sus derechos y los protege de todo tipo de maltrato, parece dormir en una gaveta.

Su capítulo tercero, deberes de las familias, de la sociedad y de las personas adultas mayores indica que: Toda persona, familia, autoridad, dirigente de comunidades, institución u organización que tenga conocimiento de algún acto de maltrato o violencia, tiene la obligación de denunciar ante la autoridad de su jurisdicción, o en su caso ante la más cercana. Pero, ¿cuántos hacen esto?, a menudo se justifica con la frase “no hay que meterse en líos familiares” y una vez más los ancianos quedan en la nada.

Otro punto que detalla la norma es que las familias deberán promover entornos afectivos que contribuyan a erradicar la violencia, promover la integración intergeneracional y fortalecer las redes de solidaridad y apoyo social. “La sociedad deberá promover la incorporación laboral tomando en cuenta las capacidades y posibilidades de las personas adultas mayores”.

¿Cuántas veces hemos sido testigos de cómo se margina a estas personas?, las vemos en las plazas pidiendo limosna, en las esquinas vendiendo dulces, recogiendo botellas plásticas, en fin haciendo cualquier trabajo precario porque no se les brinda la oportunidad que establece la ley.

Y si hablamos de cariño entonces les va peor. El entorno afectivo significa que ninguna persona de la tercera edad deberá estar sometida a maltratos por parte de los hijos, nietos o cualquier persona que forme parte del entorno familiar o sea ajeno al mismo.

Lo que debe quedar claro es que una persona de la tercera edad goza de los mismos derechos respecto a cualquier otra, no se le puede despojar de ningún bien y mucho menos puede ser víctima de malos tratos.

Desde las instituciones sociales se debería promover mayor información respecto a las leyes que protegen a este sector, además de asesoramiento legal a adultos mayores y una oportuna defensa en caso de estafas.

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