En lo mismo de siempre

La migración es un indicador de que algo en la economía de un país o región marcha mal, a menudo es sinónimo de crisis económica, lo que se traduce en falta de empleo, malas condiciones de vida y desesperación por escapar de esa realidad. Con el mal momento que está pasando Tarija,...

La migración es un indicador de que algo en la economía de un país o región marcha mal, a menudo es sinónimo de crisis económica, lo que se traduce en falta de empleo, malas condiciones de vida y desesperación por escapar de esa realidad.

Con el mal momento que está pasando Tarija, tras la baja en hidrocarburos varios sectores se han visto afectados. Entre ellos muchas empresas- emprendimientos nuevos- que se han visto en la necesidad de cerrar sus puertas.

Esto ha dejado a varias personas desempleadas, pero también el desempleo no solo viene a raíz de esta situación, sino también de los recortes de personal en empresas que se han visto obligadas a ahorrar. Más aún la culpa central se encuentra en la falta de proyectos sostenibles que generen trabajo.

Sumado a esto la agricultura en Tarija ya no es rentable para varias comunidades, que cada año se enfrentan a las inclemencias del tiempo o al contrabando de frutas y hortalizas de otras regiones.

La migración de los municipios de la zona alta del departamento de Tarija se intensificó en los últimos cinco años y continúa en crecimiento. El 25 por ciento de la población migra de sus comunidades a diferentes puntos dentro y fuera del país porque no logran establecer una actividad económica que pueda sustentarlos, pese a los esfuerzos de autoridades municipales y departamentales para revertir las consecuencias del malgasto del lustro citado (2010 - 2015).

Pero eso no es todo. El País dio a conocer en los últimos días que la mano de obra del sector de la construcción migra a los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba por la falta de proyectos en el departamento.

De la misma manera, desde la Federación de Desocupados de Tarija se reprochó que la falta de inversión pública permitió implementar políticas para generar empleo en el departamento porque hasta la fecha hay más de 2.000 afiliados y no pueden solventar a sus familias.

También en los últimos días el Gobierno nacional reveló que la tasa de desempleo en Tarija es del 7,2 por ciento, casi tres puntos porcentuales más que el nacional (4,7).

El recuerdo sobre la riqueza de Tarija está aún fresco, ese boom económico se trajo mucha gente al departamento, unido a esto se construyeron infinidad de obras, que hoy se yerguen como ruinas de una buena época.

Todos en ese entonces se preguntaban ¿hasta cuándo durará esto? Y no faltamos quienes creímos que ya al fin se venía el desarrollo soñado para Tarija. Aquella Tarija ignorada durante muchos gobiernos nacionales.

Pero una vez más la fascinación por el dinero y la obra fácil reemplazaron a los proyectos sostenibles, reemplazaron al pensar en el futuro cuando ya los hidrocarburos nos suelten la mano. Y así…despertamos de pronto en una Tarija que se gastó su buena época y que como siempre tiene que remar y pedir dinero para seguir adelante.

Podríamos nombrar a todas las autoridades que nos han fallado y nos fallan, pero el objetivo no es tirar la culpa, sino más bien aprender del error. En las últimas semanas dos proyectos de la Gobernación de Tarija ( Fondo de Promoción Económica de Tarija - FOPET- y un programa de Becas), así como un nuevo programa de empleo lanzado por el gobierno nacional, despiertan nuevas esperanzas para nuevas generaciones que se insertan en el mercado laboral.

Pero hay aún críticas: “Tarija no fue prioridad para el Ejecutivo nacional, en el sentido de llegar con los programas creados para rebatir esta situación, como sucedió en otras jurisdicciones del país. Sin embargo, más vale tarde que nunca”, afirman algunos.

Ojalá hubiéramos hecho estos programas nosotros mismos cuando teníamos dinero, ojalá nos hubiéramos olvidado de pedir y pedir como siempre. Más aún, ya no es hora de lamentarnos debemos luchar por el futuro de manera conjunta con proyectos claros.

Por ejemplo hay muchos estudios que indican las potencialidades productivas e industriales de las provincias de Tarija, estudios que se hicieron con mucha inversión de tiempo, pero que están guardados en la gaveta. Sin duda ya es tiempo de desempolvarlos.

No podemos quedarnos en lo mismo de siempre.

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