La apuesta de Rodrigo Paz

El alcalde Rodrigo Paz ha asumido el reto. Después de cuatro años de gestión más  o menos decorosa, en la que ha tenido ruido por demás como resultado de unas cuantas decisiones tomadas, el alcalde ya tiene su plataforma electoral para pelear su reelección en 2020, un paso que no es...

El alcalde Rodrigo Paz ha asumido el reto. Después de cuatro años de gestión más  o menos decorosa, en la que ha tenido ruido por demás como resultado de unas cuantas decisiones tomadas, el alcalde ya tiene su plataforma electoral para pelear su reelección en 2020, un paso que no es menor.


El Alcalde eludió por meses la confrontación política, particularmente con su antecesor, el exalcalde Óscar Montes, y cuando la trató de encarar le faltaron elementos fundamentales, como por ejemplo tener un partido propio con personería habilitada para dar la seguridad de que participará en la batalla.


Primero la Gente viene a ser un nuevo experimento político que nace con ambición departamental y da otras opciones para un departamento polarizado en la última década entre masistas y autonomistas, una lógica enraizada que ha servido de paraguas para aquellos que han optado por jugar cada vez en la cancha más conveniente.


Primero la Gente, como Todos y como UNIR y Camino al Cambio en su momento, son partidos impulsados desde la gestión. De arriba hacia abajo, con matices y con voluntad de transversalidad, pero que fundamentalmente cobran sentido en el ejercicio del poder. Un ejercicio legítimo que se replica en todo el mundo y que permite huir de las catalogaciones clásicas de derecha e izquierda.



Con la elección nacional en el aire y con la carrera por la Gobernación reducida a dos opciones viables, lo más probable es que el sillón municipal acabe teniendo muchos pretendientes. Algunos que hoy se dicen amigos entre sí.

En el caso del partido del Alcalde, su apuesta es por una socialdemocracia clásica inspirada en el MIR de Jaime Paz Zamora, con quien no se corta el cordón umbilical. Al contrario, Primero la Gente es la primera alianza sólida que suma la controvertida carrera electoral del expresidente, cobijado en el Partido Demócrata Cristiano (PDC). El tiempo dirá si esa apuesta es acertada o no para las intenciones del partido.


El tiempo corre en contra de Rodrigo Paz para una gestión entrampada en asuntos legales y jurídicos que han impedido avanzar en lo sustancial y que se ha enredado en obras que no acaban de reflejar lo que el Alcalde plantea en su discurso: una ciudad más moderna y que preste servicios de calidad a los ciudadanos. Y es que salvo los servicios que presta la Secretaría de Familia, el resto o no se ha modernizado – Emat, DOT, etc.- o no han sabido adaptarse a las nuevas necesidades de ciudad.


Con la elección nacional en el aire y con la carrera por la Gobernación reducida a dos opciones viables, lo más probable es que el sillón municipal acabe teniendo muchos pretendientes. Algunos que hoy se dicen amigos entre sí. Diferenciar entonces las promesas de lo concreto resultará fundamental. El pasado es pasado, evocarlo con frecuencia es un arma de doble filo. Mirar al futuro, cumplir los compromisos, explicar con detalle y ser coherente empiezan a ser las claves en un entorno electoral cada vez más centrado en el márketing y menos en la política.


El Alcalde Rodrigo Paz ha hecho su apuesta, es seguro que generará reacciones en todos los niveles. La batalla en serio recién comienza.



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