Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

El sajino y el zorro

Deseoso de comer unas dulces y jugosas naranjas que estaban colgadas en su respectiva planta, un sajino subió a jalar dichas frutas. Al trepar la planta, el sajino se resbaló y cayó al suelo golpeándose la pata. Al quedar cojo se le cruzó, un zorro y le preguntó: -¿Por qué caminas...

Deseoso de comer unas dulces y jugosas naranjas que estaban colgadas en su respectiva planta, un sajino subió a jalar dichas frutas.

Al trepar la planta, el sajino se resbaló y cayó al suelo golpeándose la pata.
Al quedar cojo se le cruzó, un zorro y le preguntó:
-¿Por qué caminas cojeando?
Creyendo en que el zorro se iba compadecer de él, le contestó el sajino:
-Por tratar de jalar esas naranjas, he resbalado y me he golpeado la pata.
Lejos de auxiliar al sajino, el zorro más bien minimizo su dolencia y dijo:
-¿Por qué le das tanta importancia a un simple golpecito?
Indignado de sus insensatas palabras, le contestó el sajino:
-Como tú no sientes el dolor hablas nomas, además no sé porque debí contarte mi desgracia, para que ahora te burles de ella.

Sin pedir apoyo de nadie, el sajino hizo un gran esfuerzo en caminar normalmente.
Moraleja: Del dolor que uno soporta, al resto nada le importa.
*El sajino y el zorro es un cuento con moraleja escrito por Luis Davis Gamonal Suárez sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

Más del autor
Tema del día
Tema del día
Cuida la energía de tu casa
Cuida la energía de tu casa