La crisis sanitaria modificó los patrones de consumo de la población
¿Cuál fue nuestro consumo para enfrentar la pandemia?
Los primeros meses de la pandemia estuvieron marcados por un consumo de emergencia y precaución, pero a medida que el tiempo pasa se observa el incremento de un consumo de la “nueva normalidad”
Entre febrero y mayo los productos con mayor incremento de precios fueron aquellos destinados a la limpieza e higiene. El ejemplo paradigmático es el de la lavandina, cuyo precio se incrementó en 34% en momento. Otro grupo de productos que aumentaron su precio en esos meses fueron algunas verduras y productos no perecederos como la harina. También se subieron los precios de accesorios que permitieron la comunicación virtual.
Los productos menos demandados en el primer periodo de la crisis sanitaria fueron algunas carnes, como la de pollo y la de cerdo, así como productos de vestir y de transporte, entre otros que no fueron considerados prioritarios en aquel momento.
El mes de junio ‒el último sobre el cual el INE ha presentado datos‒ presenta una modificación en la tendencia de los precios, lo que daría cuenta de la estabilización de la economía de pandemia, así como de las vulnerabilidades de la economía nacional.Se mantienen los precios altos de productos de limpieza e higiene, disminuyen levemente los precios de los alimentos, mientras aumentan los precios de los medicamentos y de aparatos para hacer frente a la pandemia en el mediano plazo, como las computadoras.
El consumo se modifica frente a la Covid-19
Frente a la llegada de la Covid-19 la población tomó sus precauciones y modificó su consumo para hacer frente a la propagación del virus y a las consecuencias de la cuarentena.
Los productos prioritarios fueron aquellos que tienen que ver de manera directa con el cuidado frente al nuevo coronavirus. El caso representativo es el de la lavandina, cuyo precio se incrementó más de un tercio ‒y continúa así‒, pero también están los productos de higiene y limpieza cotidiana, como jabones, jaboncillos, detergente para lavar platos, cepillos de limpieza, etc., cuyos precios se incrementaron en más de 10%.
El seguimiento de precios del INE no considera la variación de precios de los barbijos y gel antibacterial, dos productos que, no solo en Bolivia sino en el mundo entero, incrementaron su valor considerablemente en los últimos meses.
Otro grupo de productos para hacer frente al virus han sido aquellos que se consideran beneficiosos para el sistema inmunológico. Es el caso de la naranja o de la mandarina, por ejemplo, cuyo precio se incrementó en más de 40% respecto a su precio del año pasado. También está el caso del ajo, que incrementó su precio en más del 25%.
Por el otro lado, el mercado de alimentos en general también vio afectada su dinámica. Si bien es normal que las verduras incrementen su precio en los meses de invierno por la disminución de la oferta, la pandemia incrementó aún más el precio de algunos productos como la acelga, brócoli, arveja, tomate, repollo, etc., cuyos precios fueron superiores por lo menos en 15% a los precios que tenían en los mismos meses del año pasado.
Por el otro lado, a diferencia de la carne de res que mantuvo estable su precio en los últimos meses, los precios de la carne de pollo y cerdo se vieron dramáticamente afectados, con una caída que ronda el 40% respecto a los precios relativos a los mismos meses del año pasado.
El consumo de la “nueva normalidad”A medida que pasan los meses las preferencias de las personas se van acomodando al nuevo escenario de crisis sanitaria y económica. La “nueva normalidad” se caracteriza por la disminución general de los ingresos de las personas, así como la compleja situación de contagios y necesidad de cuidados de salud frente al virus.
Es así que en esta etapa se incrementaron los precios de los medicamentos (por encima del 15%), así como los de algunos aparatos como celulares y computadoras que son importantes para la comunicación a distancia.