“La mayor igualdad genera sociedades más saludables”
Lo que importa para determinar la mortalidad y la salud en una sociedad no es tanto la riqueza conjunta de una sociedad, sino más bien que esa riqueza esté mejor distribuida. “Mientras más igualitariamente se distribuye la riqueza, mejor será la salud de esa sociedad”.
Así es como resumen sus hallazgos Richard Wilkinson (profesor de epidemiología social de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nottingham) y Kate Pickett (profesora dela Universidad de York y científica del Instituto Nacional de Investigaciones para la Salud del Reino Unido). Según la investigación conjunta de Wilkinson y Pickett, un bebé nacido en EEUU tiene una esperanza de vida de 1,2 años menos que un bebé nacido en Grecia, y tiene un riesgo 40% mayor de morir en su primer año de vida. “Si el bebé naciera en Japón, el contraste sería aún mayor: los bebés nacidos en EEUU tiene el doble de probabilidad de morir en su primer año que los bebés nacidos en Japón. Al igual que en Grecia, en Japón el ingreso promedio y el gasto promedio en salud son mucho menores que en EEUU”, argumentan.Si los niveles promedio de ingreso no importan (al menos en los países relativamente desarrollados), y el gasto en alta tecnología para la salud no hace tanta diferencia, entonces ¿cuál es el factor clave? “La desigualdad parece ser un factor fuerte. Grecia no es tan rico como EEUU, pero en términos de ingresos, es mucho más igualitario, al igual que Japón”, explican los investigadores.Estas diferencias son notables, pues EEUU, uno de los países más ricos del mundo, gasta entre el 40 y 50% del gasto total en salud del mundo, pese a tener menos del 5% de la población mundial. Su gasto en tratamientos con medicamentos y equipos de diagnóstico de alta tecnología es también particularmente elevado, y sus doctores ganan casi el doble que los doctores en otros países.En tanto que el ingreso promedio en Grecia es cerca de la mitad que en EEUU. Y mientras EEUU gasta cerca de 6 mil dólares por persona en salud, Grecia gasta menos de 3 mil. Además, Grecia tiene seis veces menos escáneres de alta tecnología por persona que EEUU. Pickett y Wilkinson afirman entonces que la desigualdad está asociada también a una menor esperanza de vida, mayores tasas de mortalidad infantil, menor estatura, menor peso al nacer, Sida y depresión.
Salud y mucho másTras estos hallazgos, los investigadores se preguntaron qué otras dimensiones son también afectadas por la desigualdad. Para ello, recolectaron datos comparables de docenas de países desarrollados, tanto acerca de la salud como de otros problemas sociales. Los problemas que de manera confiable se ven afectados por la desigualdad son: los niveles de confianza, enfermedades mentales (incluyendo alcoholismo y drogadicción), esperanza de vida y mortalidad infantil, obesidad, rendimiento educacional de los niños, embarazos adolescentes, homicidios, tasas de encarcelamiento, movilidad social. Adicionalmente, para asegurarse de que las relaciones entre la desigualdad y estos problemas no sean espurias o falsas, hicieron el mismo ejercicio comparativo con datos de todos los 50 estados de EEUU. “Para presentar la imagen global, combinamos todos los datos de problemas sociales y de salud de cada país, y, por separado, también de cada estado de EEUU, formando así un Índice de Problemas Sociales y de Salud para cada país y para cada estado de EEUU”, explican los expertos.Lo que encontraron fue que hay una “muy fuerte tendencia indicando que la mala salud y los problemas sociales ocurren con menos frecuencia en países más igualitarios. Con creciente desigualdad, el score en nuestro índice también crece. Los problemas sociales y de salud son ciertamente más comunes en países con mayor desigualdad de ingresos. Ambos tienen una relación extraordinariamente cercana. La casualidad por sí misma casi nunca produciría una dispersión en la que los países se alineen así”. Y la evidencia de los datos al interior de EEUU confirma esta imagen internacional: “A lo largo de los estados, los problemas sociales y de salud están relacionados a la desigualdad de ingresos, pero no así a los niveles de ingreso promedio”. “Los problemas en los países desarrollados no son causados porque la sociedad no sea lo suficientemente rica (o ni siquiera demasiado rica), sino porque las diferencias materiales entre las personas dentro de cada sociedad son muy grandes. Lo que importa es el lugar donde estamos en relación a los otros miembros de nuestra sociedad”, afirman.
La desigualdad no solo afecta a los pobresLa importancia de la comunidad, la cohesión social y la solidaridad para el bienestar humano ha sido demostrada repetidamente en investigaciones que muestran lo beneficiosas que son para la salud las amistades y el involucramiento en la vida comunal.La desigualdad no sólo produce problemas asociados a las diferencias sociales y los prejuicios de clase, sino que también debilitan la vida en comunidad, reducen la confianza e incrementan la violencia. Problemas que afectan no solo a los más pobres, sino a casi toda la sociedad.Los expertos sentencian que, “en poblaciones enteras, las tasas de enfermedad mental son tres veces más altas en sociedades más desiguales comparadas con sociedades menos desiguales. Igualmente, en sociedades más desiguales la gente tiene diez veces más probabilidades de ser encarcelada, y tiene de dos a tres veces más probabilidad de padecer obesidad clínica. Las tasas de asesinato son también mucho mayores”.