Clinton o Trump ¿Cuál de los 2 conviene más a Latinoamérica?
“El capital financiero internacional está trabajando con Hillary Clinton y otros miembros de la elite política de Estados Unidos para reafirmar el Consenso de Washington en América latina”, afirma Eric Draitser, un analista geopolítico independiente que reside en Nueva York.



La cercanía de Clinton con Wall Street es innegable: ha recibido 275 mil dólares de Golden Tree Asset Management por dictar una conferencia, así como 675 mil dólares por tres discursos a Goldman Sachs, solo por mencionar algunos ejemplos.Esta dinámica le ha permitido a Clinton acumular más de 2 millones de dólares, provenientes de los banqueros de Wall Street, en menos de siete meses, puntualiza el New York Times; desde 2014 estos beneficios suman 25 millones. Y si se suma lo percibido desde 2001, el matrimonio Clinton ha obtenido al menos 125 millones de dólares de estos circuitos financieros.En base a estos hechos y antecedentes, Draitser afirma que Hillary Clinton es “la principal representante de Wall Street en la carrera presidencial de Estados Unidos”.
Wall Street en la política sudamericana actualJorge Paulo Lemann es uno de los hombres más ricos de Brasil: es propietario de Heinz Ketchup y Burger King, es el principal accionista de Angheuser-Busch y Budweiser y está estrechamente asociado con Warren Buffett. Según denuncia Draitser, Lemann ha apoyado económicamente a grupos que participaron en las manifestaciones que pedían la destitución de Dilma Rousseff, entre ellos el muy “conspicuo” VemPraRua (ven a la calle).Otros importantes grupos de manifestantes también han sido financiados directamente por otros intereses de Wall Street, “particularmente por los tristemente célebres hermanos Koch”, agrega. Charles y David Koch (magnates del petróleo, financiadores del “escepticismo” contra el cambio climático, entre otras cosas) son, afirma el experto, los financistas clave que están detrás del MBL (Movimiento por un Brasil Libre) y el EPL (Estudiantes por la Libertad), a través de la Fundación Atlas para la Investigación Económica y la Academia Atlas de Liderazgo, de donde han surgido los más importantes líderes de las protestas anti PT.Las influencias de Wall Street también llegan al congreso de Brasil. En abril, al día siguiente de haber votado por la destitución presidencial, “el senador Aloysio Nunes estuvo en Washington manteniendo encuentros de alto nivel con el senador republicano Bob Corker (jefe y miembro importante de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado) y con el senador demócrata Ben Cardin, un importante partidario de Hillary Clinton”. En el caso de argentina, basta con ver el equipo económico del gobierno para notar la presencia de Wall Street y de representantes de las grandes corporaciones petroleras, entre otras.El Ministerio de Economía está en manos de Alfonso Prat-Gay, banquero de Wall Street desde hace mucho tiempo, ideólogo neoliberal y ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Francisco Cabrera (anteriormente del gigante del banco HSBC y otras entidades financieras) se hizo cargo del ministerio de Industria, mientras otro ideólogo neoliberal, Federico Sturzenegger ahora es el presidente del BCRA. Además, el nuevo ministro de Energía, Juan José Aranguren, fue presidente de la filial Argentina de la gigantesca petrolera Shell. El panorama se complementa con la concesión de Macri de pagar una mil millonaria e ilegítima deuda a los Fondos Buitre.
¿Cuál es el rol que podría tener Trump?
Una pieza clave de la política económica internacional de EEUU actual son los polémicos Tratado Transpacífico (TTP) y Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP). Macri se ha mostrado a favor de ellos, y seguramente un gobierno post-Rousseff en Brasil también lo estaría, como es el caso de los gobiernos más conservadores de la región (Chile, Perú y Colombia).Clinton fue una importante promotora del TTP mientras fue Secretaria de Estado, y en 2012 llegó a decir que el TTP “deja sentado el principio de oro de los tratados de comercio”, aunque ahora trata de mostrarse contraria a este tratado. Por el contrario, Donald Trump siempre estuvo en contra del TTP.Quizás por ello, Charles Koch –uno de los Hermanos Koch– admitió recientemente que ante la posibilidad de la nominación de Donald Trump, él podría apoyar a Hillary Clinton, quien emerge así como la preferida de Wall Street.Por otro lado, mientras el conservadurismo y el poder de Clinton mantendrían el estado de cosas actual (política exterior intervencionista), es posible que la aparente ausencia de una política exterior de Trump tienda a dejar la política latinoamericana en manos de los latinoamericanos.Y aunque el precandidato republicano es “la expresión de una derecha ciega, soberbia, racista” –según ha expresado el respetado académico e historiador mexicano, Enrique Krauze-, es posible que un triunfo de Trump, en términos prácticos, pueda ser positivo para Latinoamérica, aunque sería muy malo para Estados Unidos y quienes ahí viven.Así lo expresó el presidente Rafal Correa en un interesante análisis para un medio ecuatoriano hace un par de meses: “Cuando llega un tipo así (Trump) creo que sería muy malo para Estados Unidos, pero ya América Latina es bastante independiente”.
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Clinton or Trump: Which is the best option for Latin America?